Conflictos ajenos al juego

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—Tú... ¿Quién eres? —Lin se detuvo frente al sujeto que le había hablado. Tenía un peinado extraño y usaba lentes, no recordaba haberlo visto alguna vez.

—Cierto, no nos hemos presentado todavía, soy Nitta Naoya —dijo el sujeto sonriendo—. Soy de Kokura Fried Wings, hemos jugado algunos partidos antes contra ustedes.

El rubio alzó una ceja, y miró desconfiado a u alrededor esperando que alguien saliera de algún lugar oscuro y lo atacara. La persona frente a él no tenía la pinta de querer atacarlo, por lo que pensar que era una distracción fue inevitable. Pero no había nadie más que ellos dos.

—Tú... ¿dijiste que querías hablarme de alguien que conozco? —cuestionó confundido.

—Exacto. Perdón, debe ser raro que una persona a la que sólo has visto en un par de ocasiones te hable de repente y te invite a salir, es sólo que es la primera vez que te veo solo —Nitta señaló un callejón detrás de él—. Hay un lugar por ahí donde podríamos hablar tranquilamente.

Lin se sentía confundido por el giro que había dado esa situación, y con la mano puesta sobre su cuchillo pistola por si al otro se le ocurría hacer algo, lo siguió. Entraron a un ciber-café, y tomaron asiento en una de las primeras mesas. Una chica se acercó al de lentes y le preguntó si había olvidado algo, lo que hacía parecer que él había estado ahí antes de que se encontraran; como eso podía ser parte también de una farsa, el rubio no bajó la guardia.

—Bueno, te diré el motivo por el que te hablé —dijo mientras juntaba sus manos sobre la mesa—. Quería preguntarte si le podías pedir al Samurai Nikawa que tuviera un enfrentamiento con Sarucchi.

Al escucharlo, no pudo evitar mostrarse confundido.

—La verdad, después del enfrentamiento que tuvo con él parecía bastante animado. Ah, aunque tener un partido amistoso con él también le divirtió bastante —comenzó a decir el de lentes—. No es muy común de su parte estar tan emocionado con algo, y pensaba que sería bueno, ya sabes, que se sintiera feliz. ¿Entonces me ayudarías?

Un silencio cayó sobre ambos unos instantes, interrumpido únicamente por una mesera que les preguntó si deseaban tomar algo.

—¿Dices que quieres que... la persona de la que hablas, tenga un duelo con Ban-digo, el Samurai Nikawa? —preguntó.

—¡Sí! —respondió animado—. De hecho planeaba preguntarle mañana durante nuestro partido de práctica, pero al verte en la calle te reconocí de inmediato, y como pareces cercano a él, pensé que sería más fácil pedirte a ti que lo convencieras.

El rubio dudo unos instantes antes de responder:

—Lo siento, pero ya no guardo ninguna relación cercana a él. Sería mejor si le hablara directamen...

—Oh, ya veo... se pelearon —le interrumpió—. Bueno, esas cosas ocurren normalmente entre las parejas, Sarucchi y yo también hemos tenido nuestros días malos, espero arreglen pronto las cosas.

Al escuchar lo que Nitta decía, Lin quedó estático. No era la primera vez que confundían su relación con Banba, sólo que había pasado un tiempo desde que eso había pasado, y escucharlo nuevamente, teniendo en cuenta la situación, habían dejado hecha un lío la mente del rubio. «¿Parecemos una pareja para los demás?», parecía que sus pensamientos habían bloqueado cualquier otra cosa, centrándose únicamente en esa pregunta.

Lin sólo se levantó y salió del ciber-café ignorando los llamados del otro, caminando lo más lejos que pudo. Había dejado todas sus pertenencias en casa del castaño, lo que incluía la mayor parte de su dinero, por lo que sólo le quedó caminar fuera de los locales de tiempo completo hasta que amaneció; momento en el que compró un boleto de tren de ida y vuelta con el escaso dinero que tenía para llegar al lugar en el que se suponía tendrían un partido.

Él no era muy dedicado en ese aspecto, pero sabía que a pesar de lo que había ocurrido en la noche Banba se presentaría. 

Siendo así, podría aprovechar algún momento de distracción para robarle la llave de su apartamento y poder recoger sus cosas, una vez lo hiciera regresaría la llave y se iría de aquella ciudad. Ese era su plan. Aunque una parte de él simplemente quería verlo en el partido; no lo admitiría, pero sentía cierta curiosidad por saber cómo había reaccionado por su desaparición. ¿Estaría preocupado por él?

Lin sacudió su cabeza tratando de vaciar sus pensamientos, y se recargó en la red que rodeaba la cancha de juego. Había dormido un rato en el tren, pero no había sido suficiente. Pensó en dormir un poco más hasta que el partido comenzara o llegaran al menos los integrantes de ambos equipos, pero al pensar en la posibilidad de ser reconocido optó por centrarse más en ocultarse y mirar que en el sueño.

Los Hakata Tonkotsu Ramens llegaron, su equipo, con excepción de él, todos estaban ahí. El rubio sabía bien que no era un muy buen jugador, por lo que concluyó en que sus compañeros de equipo no tendrían ningún problema con su ausencia. El último al que distinguió en la cancha era la persona a la que había esperado inicialmente.

Banba lucía igual que siempre.

En lugar de seguir con su plan, Lin terminó viendo todo el partido. Durante la primera mitad el castaño y el chico con el que había peleado hace tiempo ("Sarucchi", o como había comprendido que lo apodaban, el "ninja submarino"), habían discutido por un largo rato sobre la ingenuidad del otro. Aunque se insultaban, se notaba en cara de ambos que lo disfrutaban.

El partido terminó en un empate que provocó algunos disgustos.

Nitta se acercó en un momento a Banba y seguramente le preguntó lo que había hecho a Lin la noche anterior, el castaño pareció negarse, pero la conversación no terminó ahí. El de lentes pareció decirle otra cosa que consiguió que cambiara su relajada expresión facial por una tensa. Aunque al mirar hacia su celular, regresó a la normalidad.

Lin no pudo adivinar qué le había dicho ese tipo a Banba, pero era claro que no lo relacionaba a él. Su celular seguía en casa del castaño, por lo que dudaba que se tratara de un mensaje que le hubiera enviado.

Pero no le desagradaba pensar que así era. Al verlo actuar como siempre había sentido una especie de decepción. Lin no estaba seguro de lo que esperaba realmente, pero no se sentía bien. Toda la noche, y no había pensado muy bien lo que sucedería con él y el castaño a partir de ese momento. Tampoco estaba muy seguro de qué hacer o a dónde ir una vez recuperara sus cosas.

Aunque también estaba la opción de abandonar sus cosas junto a la vida que había llevado hasta ahora y comenzar de nuevo.

Poco antes de que los jugadores se fueran de las canchas Lin abandonó su lugar y entró al primer ciber-café que encontró. Si quería hacer dinero debía de encontrar un trabajo pronto, aunque también estaba la opción de robarle a alguien. Primero indagaría un poco en las páginas existentes desde una de las computadoras, y después vería lo que más le convenía. Mas, antes de eso, esperaba alcanzar a pagar la tarifa para usar los ordenadores con lo que quedaba.

—¿Cabeza de hongo? —Lin fue incapaz de no decirlo cuando lo vio sentado detrás del monitor de una de las pantallas.

Éste se giró apenas lo escuchó. Enokida pareció sorprenderse tanto como el rubio al cruzar miradas, y pasado el shock inicial de ambos, fue capaz de hablar:

—¿Lin-chan?


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¡Hola! ¡Lo siento! (no soy yo si no me disculpo por tardar en actualizar;;) quería actualizar antes de que el anime sacara un capítulo.. en serio (de hecho, recién me vi el capítulo ;--;) Tuve que prestarle a mi mamá mi computadora (básicamente única cosa en la que me siento bien escribiendo) toda ésta semana, y pues bueno... mis trabajos finales consumieron el poco tiempo que tenía para usarla yo... (ya terminé dos de cuatro :D)

Pero ya la recuperé, y aquí está el capítulo, el cual espero les haya gustado, ¡les recompensaré por la tardanza! (se me ocurrió otra idea para otro fic de esta pareja el cual subiré pronto... es un two-shot lleno de hard, además de que en el siguiente capítulo les diré algo de lo que me enteré)

Gracias por leer, no se olviden de dejar sus bellos comentarios, ¡y nos leemos en el siguiente capítulo! ahora sí, ¡actualizaré pronto! 

Vida, muerte o amor (BanbaxLin) (Hakata Tonkotsu Ramens) (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora