𝑢𝑛 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜 𝑎𝑙 𝑎𝑛̃𝑜 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑜

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31 de Diciembre de 1986.

Hola, Mike.

¿Recuerdas cuando te pregunté qué era estar enamorado? ¿Qué era el amor?

Tu cara fue de total sorpresa, y era entendible, después de todo, ¿a qué venía una pregunta de esas por mi parte? Apenas y sabía qué era papá, apenas si sabía pequeñeces de la vida, ¿por qué te preguntaría por algo tan profundo y delicado como eso?

No logro tener memoria del momento exacto en el que escuché la palabra, pero me pareció que fue por parte de papá o mamá, no estoy totalmente segura. A lo mejor lo escuché de la televisión.

Estabas haciendo una campaña de D&D (como siempre), y recuerdo que decidiste pararla tan solo para mirarme e intentar describir la respuesta.

Es totalmente hermoso, El aunque parecías nervioso, intentaste quedarte lo más sosegado posible. Amar a alguien, enamorarse de una persona... Implica muchas cosas. Cuando el carácter de una persona es gélido, deja de serlo... las personas llegan a robar tu corazón de manera inesperada, tan solo con detalles tontos como su sonrisa, o con cosas importantes, como su forma de ser. A veces ni siquiera importa verdaderamente algo exacto de una persona, simplemente te enamoras y ya está, no hay más explicación.

No importa pasar el mayor oprobio del mundo por alguien que amas, valdrá siempre la pena. Te vuelves tozudo cuando te dicen que no deberías enamorarte de esa persona, o que nunca lograrás estar con ella de manera amorosa, pues siempre intentarás, una y otra vez. Hay gente que es sumisa ante su pareja, pero es, pues, eso ya no debe ser...

Es algo... no puede tocarse ni verse, pero está ahí, presente. Es un sentimiento tan puro, que es difícil de describir, y me gustaría estrechar la mano y felicitar a aquel que haya podido hacerlo. Una explicación así, escueta, no es suficiente para expresar mi punto, o bueno, el punto que me estás pidiendo que describa.

Es un sentimiento que nos desborda, El, que está en el corazón y que es muy difícil que salga de allí, así nos hayan herido. La vida deja de ser lúgubre, llenándose de lustre. No importa los atavíos de una persona, o si solo tiene un macuto para vivir... simplemente, cuando te enamoras de alguien, no te fijas en algo en específico, sino en lo que es la persona. Y tal vez, sí, al estar el sentimiento incipiente, puede que solo te guste por una cosa, pero con el pasar de los años, meses, o incluso días, te termina encantando todo, cada detalle, hasta la manera en la que parpadea.

No hay sentimientos lascivos de por medio... Al enamorarse de verdad, lo que menos que ha de importar es algo como eso.

Tienes una necesidad apremiante de estar con esa persona en todo momento, de consentirle y de darle mimos... De decirle cuánto la amas, cuánto te importa.

Hasta una persona inexorable pierde el orgullo, cae en el encanto de otra... Las actitudes gélidas, verdaderamente, no existen cuando te enamoras. Cada quien expresa el amor a su manera.

Siempre hay confianza en la otra persona, y, créeme, todo se siente mejor cuando está alrededor tus palabras, verdaderamente, me llegaron al alma. Puedes ser tú mismo y no importará nada.

Recuerdo que dijiste tantas cosas, que el sentimiento me llegó al corazón. Ya sabía yo algunas cosas, pero no sabía (en ese momento) que existía un amor que no fuera hacia los amigos o familia. Teniendo en cuenta que yo no sabía qué era una familia.

𝐂𝐚𝐣𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora