Duerme bien, bebé

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Bella POV

Me había quedado dormida entre los fríos brazos de Esme, tratando de bloquear las imágenes y los pensamientos de aquella horrible noche. No me desperté hasta que la tarde recibió a la pequeña comunidad de Forks. Mis ojos se abrieron lentamente, escociendo debido a la brillante luz del día. Los fríos brazos en los que me había dormido aun seguían rodeándome, pero en cierta forma eran diferentes. Más fuertes, protectores...confortantes. Me gire entre sus brazos, encontrándome con sus ojos.

-Bella,- Murmuró suavemente, inclinándose para rozar mi frente con sus labios.

No había mucho por decir a parte de eso. La realidad que había vivido el día anterior se había metido profundamente en mi piel, buscando el camino hacia mi corazón, para matarme desde adentro hacia fuera. Me dejé perder en su abrazo, deseando escapar de este mundo. Mike me había lastimado más que nadie. La perdida de Allie me había helado la sangre y detuvo mi corazón. Mentalmente estaba tan viva como Edward físicamente.

Y aun así, vivía.

Miré las horas pasar entre los seguros brazos de Edward, no tenia deseo alguno de dejar aquel confortable lugar. Allie estaba a salvo y casi podía escapar de los recuerdos que volvían a mi mente una y otra vez. Amenazaban con destruirme, pero el fuerte abrazo de Edward me recordó que no podían hacerlo. Mike se había llevado las piezas mas preciadas de mi vida...pero no podía llevarse todo de mí.

Tuve deseos, esporádicos, de unirme a Allie. En un momento de absoluto dolor, había deseado escapar de todo. Entonces lo vi, cargándola en sus brazos, perdido en el mismo tormento. Allie era mi vida después del amor. Pero mi amor había vuelto. Tuve que sacrificar la vida que había hecho, pero el amor había vuelto a mí. No podía dejarlo, tampoco quería hacerlo.

Parte de mi, aunque una ínfima parte, estaba agradecida de que Allie no volviera a sufrir en las manos de Mike. Había tenido esperanzas de que Edward contratase un abogado y me devolviera a Allie. ¿Por qué no había sucedido aquello? ¿Qué tal si Mike hubiera ganado y se hubiera llevado a Allie lejos de mi, de una forma totalmente diferente a la de ayer? Hubiera tenido que vivir la misma agonía que yo. No podría haber soportado aquello.

Mi corazón había sido roto en tantas piezas en los últimos años que me preguntaba si aun quedaba algo de el en mi pecho. Percibía el suave latido, el pulso corriendo por mis venas, asegurándome su presencia. Aun así, no estaba segura.

Una agonizante y torturada parte de mi estaba gustosa de que todo hubiera terminado. La simple idea de ello me hacia sentir enferma. ¿Acaso era una persona tan espantosa como para encontrar felicidad en mi escape, sin importarme cuan horrible haya sido? Debería estar bañada en lágrimas, llorando y rogando unirme a mi hija. No creía tener lágrima alguna para derramar. Había rogado y me había conducido a ningún lugar, a nada. No tenía deseos de irme.

Estaba enamorada. Dolorosamente enamorada.

La suave vibración del bolsillo de Edward me saco de mis pensamientos. Movió uno de sus brazos lejos de mi cintura, sacando la distracción de su bolsillo. Abrió el teléfono plateado, llevándolo a su oído, -¿Carlisle?

Escuche el suave zumbido de la voz de Carlisle del otro lado del teléfono, pero no podía entender sus palabras.

-¿Esta mañana?- PreguntóEdward, su ceño se frunció, -Sospechan algo de-

Carlisle le interrumpió, el suave zumbido continuo. La preocupada expresión de Edward desapareció de su rostro, -Bien,- Murmuró -Esperaba que fuera de esa forma.

Más zumbidos.

-¿Cuan pronto?- Los ojos de Edward se posaron en mi por unos instantes, -No lo se, Carlisle. Si, se que tenemos que...pero necesitamos darle tiempo ahora.

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⏰ Last updated: Feb 18, 2018 ⏰

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Curando sus heridasWhere stories live. Discover now