☆Capitulo 9: La verdad os hará libres.

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Enfermos Mentales. Capítulo 09: La verdad os hará libres.

Me encontraba tumbada en la cama mirando el techo. Pensaba en lo que pasó la noche anterior; en lo que hice, en quien nos vio, en lo estúpida que fui. Tal vez piensen que mi error fue confiar, o tal vez besar Alex sin queja alguna. Pero mi verdadero error fue creer que está vez sería diferente a las otras. Que al fin podría confiar 100% en alguien sin consecuencia alguna. Lo peor era que alguien nos había visto, y esa persona podría contarle a Jennifer lo que pasó. Perdería a una de las pocas personas con las que hablaba. O podría extorsionarme para no contar lo que vio, como si este lugar ya no fuera lo suficientemente horrible.

Mientras pensaba, Jennifer entró en la habitación con una gran sonrisa.

—¡Hola, hola! —saludó dirigiéndose a su cama—. No quise despertarte, te veías muy tranquila durmiendo.

En realidad no dormí para nada, y esta vez no era por pesadillas. Traté de hacerlo, pero mi cerebro no paraba de repetir una y otra vez la pregunta: ¿Qué diablos hiciste?

—Creo que te merecías dormir bien, no lo haces frecuentemente. Ya sabes, por tu...

—Sí, sé de qué hablas —interrumpí.

—¿Por qué te fuiste tan temprano? La fiesta estaba genial. Debiste quedarte.

Un nudo se me hizo en la garganta por la mentira que tenía que inventar.

—Justo por eso, tenía muchísimo sueño y... tenía que aprovecharlo ¿No? —dije con nerviosismo, ni yo me la había creído.

Al irme corriendo no me despedí de Sara, ni de Sheyla y mucho menos de Jennifer. Sabía que si hablaba con alguna de ellas en ese momento, todo lo que pasó saldría disparado de mi boca como balas en un tiroteo.

—Ok, haré como que te creo. Solo vine a recordarte como miembro del consejo estudiantil que hoy es día de visita y tu aún no te has parado de la cama —informó acercándose a su espejo para maquillarse, algo habitual.

Todos los fines de semana era día de visita, lo que significa que nuestros padres pueden pasar el día con nosotros si así lo desean. ¿Adivinen qué? Nadie vino a visitarme el fin de semana anterior.

—Vale, estaré al pendiente de alguna visita.

Dudaba mucho de que alguien viniera, pero no quería hacer sentir mal a Jennifer por haber sacado el tema.

—Bueno, también vine para contarte que creo que Alex quería decirte algo importante. —El solo echo de escuchar su nombre salir de la boca de Jennifer, su novia, me hacía sentir asquerosa—. Pasó toda la noche buscándote y se veía muy intranquilo, pregunté pero no me dijo nada y me mandó a decirte que por favor le respondas los mensajes.

La confianza con la que lo dijo no era normal de una chica con novio. ¿Alex le había mandado a decir a la chica con la que había pasado toda la semana que le respondiera los mensajes y ella lo hace sin una pizca de sospecha? Su confianza en mí era demasiada, lo que hacía que las cosas fueran mucho más difíciles.

—Ah, no sé que podría querer. Luego le respondo, primero me tengo que bañar.

—¿Tienes que bañarte para enviar un mensaje? —preguntó riendo un poco.

—No, es que tengo el celular apagado y en lo que me baño dejaré que cargue un poco —traté de no mirarle a los ojos mientras hablaba para que no me descubriera.

Ella se acercó a la mesita de noche, tomó mi celular y lo encendió.

—Pero si tienes un 90% de batería —observó con el ceño fruncido.

Enfermos Mentales [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora