☆Capítulo 38: ¿Oyes las voces?

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Enfermos Mentales, Capitulo 38:
¿Oyes las voces?

(N/A: Esto es un Origen y un capítulo muy mezclado, habrán muchas fechas.
1-Plan de Sheyla y sus amigos.
2-Último Origen de Elizabeth.
3-El presente)

Sheyla corría por los pasillos del instituto con Sara, Erick y Alex detrás de ella. Al pasar algún salón, asomaban la cabeza para ver si encontraban a Elizabeth. Después de que Erick viera por las pasillo como salía corriendo del edificio como alma que lleva el diablo, salieron de la escuela en su búsqueda. Luego de unos minutos desde la distancia, lo único que vieron es como ella entraba. Sucia y caminando lentamente. Parecía… perdida en sí misma.

1... 3... 5 contaba Sara las personas heridas que se topaba en el camino. Elizabeth había encontrado un cuchillo. Elizabeth los había herido. Sheyla aun no lo podía creer, pareciera que fue ayer que la Sra. Evans la llamó y le había dicho todo…

Abril 19, 2018.

Sheyla, escucha con atención lo que te diré a continuación… —Sheyla, miró a sus amigos mientras escuchaba la voz de la madre de su amiga a través del teléfono, quedándose boquiabierta al escuchar lo que ella decía—. Bethany no es real.

—¿Qué dice? —preguntó rápidamente, confundida.

Sí, un día Elizabeth dejó de tomar sus pastillas, esto provocó que sus alucinaciones empeoraran. No hablaba con nadie, no socializaba. Un día, llegó a la casa con una nueva amiga, dijo que ella la había estado apoyado, que era especial. Sí, tan especial que yo no podía verla —dijo Eliza con ironía—. Yo le dije que Bethany era una mala influencia para ella, que no las quería ver juntas. Luego… su padre murió —dijo la mujer con cierta pesadez—. Yo al escuchar la noticia…tenía la esperanza de que se alejara un poco más del mundo y de Bethany. Y así fue, se alejó del mundo, pero no de su mente. Bethany vive en su mente.

Sheyla asimilaba todo lo que Eliza le decía mientras salía del edificio con sus amigos detrás de ella.

—Comenzaron a ser cada vez más unidas, más amigas. Casi como hermanas. No, que digo hermanas, casi eran una sola. Esas eran las palabras con las que Elizabeth describía a Bethany.

Noviembre 5, 2014

Todas las noches Bethany y Elizabeth hacían una pijamadas. Se encerraba en su habitación y creía que hablaba con Bethany. Yo pasaba horas con la cabeza pegada de la puerta, escuchando como “ambas” hablaban de lugares que los demás no podían acceder ni ver, excepto ellas; Cuevas, árboles, armarios… cualquier lugar que creas que pueda contener una puerta imaginaría a un lugar totalmente mágico y fantástico.

—Bethany, no deberíamos estar aquí —dijo Elizabeth agachándose para pasar por la pequeña abertura de la  cueva a unos kilómetros alejados de la civilización—…esta prohibido.

—Se supone que no deberíamos estar en ningún lugar prohibido, querida. Pero que esté prohibido es lo que lo hace divertido —dijo Bethany apartando las lianas de hojas que hacían de puerta en la entrada de la cueva.

En la noche anterior, Elizabeth y Bethany habían estado en una pijamada en donde habían hablado de una cueva secreta a unos kilómetros de la casa, escondida en las montañas. Elizabeth había dicho que había escuchado que esa cueva tenía un portal a un lugar mágico. Y era de esperarse, pues las montañas donde se encontraba eran muy verdes y bellas. Frente a la cueva había un bonito lago con agua azul brillante gracias al reflejo del cielo, y en la entrada de la cueva, unas lianas verdes de hojas caían como lágrimas frente a ella.

Enfermos Mentales [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora