Enfermos Mentales [Libro 1]

☆Capitulo 21: Cadaver en descomposición

Enfermos Mentales. Capitulo 21:
Cadáver en descomposición.

Me mordía las uñas con nerviosismo. Estábamos de pie en el campus. Sintiendo el aire, que se había vuelto más pesado, danzar a nuestro alrededor. La mayoría de personas ya habían sido obligadas a entrar al edificio principal, pero nosotros habíamos logrado escabullirnos para observar la entrevista y tratar de escuchar desde la distancia. Shey, Erick, Sara y yo mirábamos con curiosidad al Sr. Goldman hablar con una mujer rubia de traje azul oscuro y con un micrófono en sus manos.

—... ¿Son ciertos los rumores de que ha muerto una de sus empleadas? ¿La Sra. Cooper? —preguntó la mujer mientras a su alrededor hombres con cámaras rodeaban al decano.

—Efectivamente. Una gran perdida para todos nosotros —respondió tratando de decir lo menos posible.

—¿Cuál ha sido la causa de muerte? —preguntó moviendo el micrófono de un lado a otro entre su rostro y el de el decano.

—Ha sido un paro cardíaco. La Sra. Cooper tenía graves problemas del corazón desde hace mucho tiempo.

El hombre sabía mentir, mantenía su semblante serio y no tartamudeaba al hablar. De hecho, al mentir parecía más imponente de lo normal. A pesar de que los problemas médicos de la Sra. Cooper sean ciertos, aún no se sabía si estos en verdad fueron la causa de muerte. Habíamos escuchado rumores al tratar de ocultarnos en la multitud. Los doctores del internado no habían llevado a la Sra. Cooper a la morgue mientras su familia se enteraba de lo sucedido y decidia qué hacer con el cuerpo, sino que pretendían llevarla a la estación policial a hacerle una autopsia.

—¿Está seguro de que ha sido por eso?

—Sí, tan seguro como el hecho de que juzgar mis declaraciones no es algo que se vea muy profesional de su parte.

—No intento hacerlo ver como mentiroso, Sr. Goldman, ¿Pero no cree que alguno de sus internos esté involucrados en esto? Tenemos entendido que entre ellos se encuentran varias personas acusadas de asesinato.

—Aquí no tomamos en cuenta a las personas por lo que fueron, sino por lo que quieren ser. Las personas acusadas de asesinato, como usted dijo, han sido perfectamente estudiados y tratados con más atención de lo usual para asegurarnos de que puedan cambiar. Actualmente están bien controlados, por lo que dudo que ellos hayan tenido algo que ver —tragó saliva.

—¿Qué tan bien vigila a sus internos? No es noticia nueva que hace escasos días hubo un escándalo debido a que un asesino escapó de su habitación en el edificio de nivel intensivo. Si es tan fácil burlar la seguridad para uno con tanta vigilancia, imagine para los que viven cómoda y libremente en el edificio principal.

El Sr. Goldman se estremeció de pies a cabeza. No estábamos cerca, pero podía jurar que al menos una gota de sudor recorriendo su rostro era visible a través de las pantallas por las que se observaban la noticia.

—Lo ocurrido esa vez es nuestro primer error en estos últimos 4 años y fue debido a una falla eléctrica. El interno que ese día escapó ya fue capturado y transferido al Edificio de tratamiento intensivo número dos.

—¿Y qué le asegura que ningún otro psicópata escapó de estos edificios y se ocultó durante días en el principal?

—Tenemos un complejo sistema para identificar a cada uno de nuestros internos. Si le digo que ninguno de ellos tuvieron que ver con la muerte de la Sra. Cooper, es porque tenemos bases para demostrarlo. Ahora sí me disculpan, debemos llevar el cuerpo de la Sra. Cooper a su familia para enterrarla —dijo por último a la mujer antes de apartar el micrófono de su boca con la mano, alentándola a marcharse.