No Mientas

28. La teoría de... me gustas

-¡Bruja  burbuja!, explica esto- le restregó Yuri Plisetsky su teléfono móvil a su compañera de cuneros.
-Fui a tomar un café con Pichit- lo miró un poco enojada, mientras arrullaba a una bebé quien encontraba agradable los ruidos.
-Pero, ¿Qué rayos son estos videos?-le mostró el chico rubio algo indignado, puesto que los videos eran básicamente unas sesiones de beso, con el otro chico.
-Pues... -La chica se sonrojó, ya que después del café y la historia de desamor entre Pichit y Ketty, a su vez, la ultima oportunidad que se había dado con Georgi, era algo que era imposible de ignorar. -Es algo que tendríamos que ignorar, esta bien- agachó la cabeza recordando las palabras de Pichit, ambos eran consientes que si bien era una salida ambos sentían algo el uno por el otro, era algo que ignoraban.

-Mila siempre me has gustado, ¿Es difícil de entender?-le dijo el chico suplicando mientras la besaba una y otra vez después del estar jugando el bobo juego de la botella.
-Phi, eres mi amigo...   

Él chico ya se lo había dicho una vez cuando terminó con Georgi, por su parte Chulanont había terminado con Ketty después de que ella se regresaba a Estados Unidos y que un nosotros no la iba a detener.

Phichit se había tragado sus sentimientos por la pelirroja durante mucho tiempo, fue cuando entró a trabajar a Castle, Chris necesitaba a alguien que apoyará a Mila, ya había cinco bebés en sala, así que Phichit cubrió el perfil.

Ambos hicieron buen trabajo juntos, se contaban todo, creaban rutinas como carrera de bebés, comían juntos y por ende, el chico se enamoró de la joven titular de Sala. Hasta su separación, maternal se quedaba sin titular y el siguiente era Phichit, a su cambio llegó Plisetsky y hasta cierto punto sintió celos, pero lo olvido al recordar que la chica tenía diversos pretendientes.

-Yuri, es tiempo de dejar Castle- soltó Phichit, mientras acomodaba los baúles de juego, a lo que Katsuki le sorprendió, no tenía ni dos meses cuando regresó a trabajar.
-¿Porque?, he sido un mal asistente, lo sé te dejé el grupo, tu solo te hiciste car...
-Le declaré mis sentimientos a Mila y ella me rechazo por segunda vez- contestó Phichit un poco herido y se sentó en el escritorio.
-¿Ya te le habías declarado?- se acercó Yuri a ver a su amigo bastante abatido.
-Incluso más allá- rió con amargura, con rictus de dolor comenzó a llorar- Yuri, me duele... me duele que no me acepte, la hacen llorar, la engañan y yo que aún con Ketty, lo intenté...

-Phi, vamos a mi casa hoy- sonrió Yuri mientras le pasaba un pañuelo -¿Sabes, necesitamos platicar?- a lo que Phichit sólo asintió.

De: Yuri Plisetsky
Para: Yuri Nikiforov
Necesitó de tu apoyo Yu, ¿Quieres que Phichit dejé de llorar por Mila y salgan de una bendita vez, manda un emoticón.

Para: Yuri Altin
De: Yuri Katsuki
:) obvio

Yuri le pidió a Otabek se adelantará y pidió un Uber ya que le había pedido a Mila que lo acompañase a casa de una amiga.

La tarde llegó, Yuri entró con Phichit, le sirvió agua al chico.
-Oye, voy por una o dos botellas...
-Te acom...
-No Phi, voy yo- dijo Yuri nerviosamente, tomo las llaves y bajo dejándolas en la maceta.

Para: Yuri Altin
De: Yuri Katsuki
Las llaves están en la maceta haz que entré y los encerramos

De: Yuri Plisetsky
Para: Yuri Nikiforov
Obvio aunque será mejor no intentar entrar tu sabes son adultos jajaja.

Yuri le pidió a Mila que entrará y pasará ella, debido a que "había peleado con su amiga" y quería evitar dramas solo que pidiera las cosas.

Mila obedeció, ella quería ir a casa tomar una ducha y llorar, se sentía miserable, siguió las instrucciones de Yuri, entró y una vez adentro la empujaron y la encerraron.
-¿Yuri?- preguntó Pichit limpiándose la cara.
-¿Pichit?- preguntó la pelirroja extrañada.

Ambos se vieron con sorpresa, hasta que se resignaron a sentarse en el sillón viendo el atardecer por los ventanales.
-Voy por agua- se levantó Pichit del sillón, la situación era incomoda, pero ninguno de los dos se atrevía a hablar.
-Creó que mañana golpearé a Yuri- dijo Pichit riendo finalmente, a lo que Mila secundó.
-Y yo al mío..., Phi lo siento mucho- dijo seriamente mientras veía por la ventana.
-Mila no tienes la culpa...
-Sí, si la tengo, te di alas... te resguarde una esperanza... aquella noche, cuando festejamos tu cambio, yo lo hice por celos- soltó Mila llorando, esa noche habían ido de fiesta y habían terminado juntos en la misma cama, y el lunes siguiente comportarse como si no hubiera pasado nada, como dos buenos amigos y nada más. Pichit no comentó nada, se quedo callado, también tuvo remordimientos, tuvo oportunidades para enamorarla pero nunca lo intentó.
-¿Sabes algo?, cuando entraste a Castle... me gustabas, hasta que oí que a ti te gustaba Ketty- rió Mila como una adolescente, confesando su amor.

Pichit recordó cuando había sido, fue el mismo viernes cuando fueron a festejar estaba platicando con Otabek, Chris y Minako.

-Perdón Mila, creó que te debo una explicación y es que... tu también me gustas desde que fui tu asistente- Pichit la miro a los ojos, y ella solo se sonrojó.
-Creó que esto no lo enseñan en la universidad- rió Mila finalmente, mientras tomaba la mano del chico.-Vamos a pasar un buen rato encerrados.

-Hay que hacerles creer que paso algo - la volteó a ver Pichit.

Después de quince minutos, destendieron la cama, tiraron cojines del sillón.
-Esos dos se van a arrepentir - rió frenética Mila mientras saltaba sobre la cama.
-Mils, me gustas- le dijo Phichit.
-Phi... a mi también me gustas.

Al entrar ambos Yuris encontraron lo que era un campo minado en la casa, Mila y Phichit fingían dormir en el sillón.
-Me debes un colchón nuevo, Plisetsky- le dijo el japonés al ruso.
-Y tu una cita al psicólogo- dijo el joven rubio mientras le daban escalofríos.
-Chicos, llegaron... Mila vámonos- saludo Pichit estirándose y levantando a la pelirroja la cual se movió amodorrada.

Al día siguiente, ambos Yuri se encontraron en los lavabos.
-¿Como fue tu noche?- preguntó el rubio mientras acomodaba los biberones.
-Dormí en casa de Víctor- contestó Yuri no muy feliz.
-Ya... en la paga prometo pagar la limpieza.
-Aunque valió la pena- sonrieron ambos chicos.