Capítulo Diecisiete

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Cristal no acababa de asimilar lo que su padre había dicho. ¿ Comprometida con él? ¿ Con Harding?

Los invitados la miraban sin discreción alguna, al fin y al cabo, era poco común que la cuarta hija de un conde , cuya dote era por todos sabido que se había reducido a un par de vestidos, se comprometiera con un duque , y más si este era el misterioso duque, que nadie sabía muy bien de donde había salido y que ostentaba una de los títulos más poderosos de toda Inglaterra.

Pero poco le importaron esas miradas , o las bocas abiertas de sus hermanas, o el tono rojo de ira de la piel de la marquesa y su hijo, o el pálido semblante de Geric, quien parecía que se había comido una piedra o dos.

Los únicos ojos que ella quería ver eran unos que,por cierto, ya la estaban mirando.

Y no se podría decir que a Harding le gustara en demasía lo que encontró en los ojos de su prometida. Había lo esperado, sorpresa y un leve aturdimiento, pero también temor,miedo hacia él.

Harding había sido despiadado en la guerra. Aquello no era un juego de niños, y no había llegado a coronel así porque sí.
Esa mirada de fiero temor le había hasta enorgullecido cuando aparecía en el semblante de sus enemigos, pero verla en el de Cristal...

En su inocente rostro provocaba que algo se removiera en su interior. Algo en lo que no estaba dispuesto ni a pensar, ni a nombrar, ni a sentir.

-Creo que deberíamos bailar el último vals de la noche juntos a modo de celebración por nuestro matrimonio .¿ No le parece ? - le dijo Harding con una sonrisa sardónica en él rostro mientras cogía su mano, la ponía en su antebrazo y la conducía al centro de la pista.

Cristal , con lo aturdida que aún permanecía , solo tuvo el tino de colocarse en la posición adecuada antes de que las primeras notas empezaran a sonar y el resto de salón se les uniera.

-Cristal, míreme .- le susurró Harding con un tono suave y autoritario.

-¿ Se puede saber - dijo Cristal - a que se supone que está jugando usted?

- ¿Jugando? Querida, hace bastante tiempo que no soy un niño, creía que lo sucedido hace unos momentos lo dejaba claro.- se burló él provocando un fuerte sonrojo por parte de ella.- bien, digamos que tenía una cuenta pendiente con los Lasdow y tenía que conseguir una esposa para seguir con el linaje. Maté dos pájaros de un tiro.- argumentó el duque con una sonrisa.

- Seguir el linaje ...- susurró Cristal.

- Hijos, ya sabes , niños , mini personas que corretean por todas partes haciendo travesuras y que en un futuro hereden mi título.

- Mis hijos...- susurró Cristal.

- Nuestros, para ser más exactos.- le corrigió Harding , y una vez que lo hizo se dio cuenta de lo bien que sonaba aquello.- me alegro que ya lo vayas aceptando.

- Por supuesto .- volvió a susurrar ella.- yo... solo tengo un pregunta...

- Lo que sea.- contestó él sin vacilación. Y fue sólo entonces cuando ella subió la cabeza y mirándolo directamente a los ojos exclamó fuertemente sobresaltando a aquellos que estaban a su alrededor :

-¿¡Acaso tengo cara de caballo!?- dijo dejando en el proceso lívido a Harding, tanto por lo expresado como por la furia que vio en su mirada - ¿ Quién demonios se cree usted que es ? No me tome por tonta, si esto ha sucedido es seguramente porque ha pagado las deudas de mi padre . Y si eso no fuera ya lo suficientemente bochornoso, ahora me dice que solo me quiere para engendrar herederos. Dígame . ¿ Es que tengo la nariz tan grande que la ha confundido con un hocico de una yegua ?
Porque eso es lo que ha hecho. ¡¡ Me ha comprado y piensa utilizarme como si .. como si fuera una yegua de cría!!- exclamo temblando de rabia . - Oh, y ya me imagino lo que venía después de los hijos . Como ya no le soy útil , me deja en el campo . Después de todo, unas nuevas caballerizas exclusivas es un regalo más que generoso para una yegua que ya ha cumplido su oficio. Usted.. usted... !¡ Cómo se atreve!! Pero entérese bien, si se quiere casar conmigo, inténtelo , pero tendrá que llevarme a rastras, y ni aún bajo amenaza será capaz de hacerme pronunciar los votos. Y si eso sucediera , nunca le daría hijos, porque a usted caballero, si es que a una alimaña como usted se le puede llamar así , no lo tocaría ni con un palo . Y si eso sucediera, en que cabeza cabe que dejaría a mis hijos,  ¡a mis hijos!, tan tranquila y no tendría intención ni deseos de volver a verlos . ¿De verdad me cree capaz de algo así? - a él no le dio tiempo a contestar , o más bien, ella ni le dejó - ¡ Por supuesto que no ! Es usted un ser despreciable , mezquino y cruel que ha jugado con mis sentimientos y los del marqués y nunca jamas de los jamases , me casaré con usted .- terminó ella.

Harding siguió mirándola en silencio unos instantes más sin pronunciar palabra.

- ¡Es que no piensa decir nada ! - exclamó ella totalmente sobrepasada por la situación .

- Dígame.- comenzó él en su imperturbable y habitual tono neutro .-¿ Quiere diamantes o rubís en su anillo de compromiso ?

Harding estuvo tentado de reírse cundo vio el tic nervioso del ojo de Cristal después de que le formulara esa preguntara .

-Es usted... es usted...

- Guárdese los insultos para cuando llevemos cuarenta años casados. Si ya me los dice ahora ¿ Qué diversión tendremos entonces ?

-Usted... usted...

-Si, yo...yo...-dijo divertido el duque-veamos. Voy a rebatir todo eso que me ha dicho tan amablemente -alegó con tono de reproche - va ha tener que casarse conmigo porque su padre ha firmado un contrato y no creo que quiera que vaya a la cárcel . Y en tanto a lo de tocarme... no parecía pensar eso hace menos de una hora. Ya sabe, allí , en el jardín . Admito haberme equivocado con lo de los niños, pero eso tenemos, calculo yo más o menos , toda la vida para discutirlo. Así que si no tiene más impedimentos, creo que es hora de que conteste a mi pregunta.

- Pero es que verá, usted no puede casarse conmigo .

-¿ Ah no ? Pues yo creía que había dejado bastante claro que lo voy ha hacer.

- Ya, pero es que usted no puede casarse conmigo porque- piensa rápido Cristal, se dijo a sí misma - porque yo ... yo... yo ya me he entregado a otro hombre. A Michael , lo amo y no fuimos capaces de esperar hasta la boda , por que él ... él a diferencia de usted es un caballero y claro está me ha besado muchas veces ... a demás del resto de las cosas , así que ... así que no . No puedo casarme con usted .

Harding se quedó instantáneamente quieto en mitad de la pista de baile observando durante unos segundos a Cristal a los ojos sin moverse ni pestañear .

Y después ... Después, sucedió lo impensable .

Estalló en carcajadas .

- ¡Lord Norfolk , compórtese ! Le estoy hablando de algo serio.- dijo una muy pero que muy sonrojada Cristal mientras lo incitaba a volver a bailar . Este cedió con una sonrisa que a pesar de sí misma , a Cristal le pareció encantadora .

- Cristal , si usted fuera yo , y yo fuera usted, entendería lo ridículo de esa ... llamémosla alegoría paranoica que acaba de contarme . Quizás si no hubiera mencionado lo mucho que la había besado me lo hubiera tragado , pero...

- ¿Pero...?

- Querida , después de besarte , créeme que sé a ciencia cierta una cosa: nadie te ha besado nunca . Porque, lamento si esto te ofende , pero no sabes besar .-Cristal se puso aun más colorada si cabía - así que déjese de historias y vaya pensando en su vestido de novia, al fin y al cabo, nos casamos en una semana .- y sin nada más que decir la condujo junto a su familia, ya que el baile había terminado, y después se fue dejando a una aturdida Cristal , quien no logró hasta un rato después  interiorizar lo que el duque le había comunicado .

¿!¿!Me caso en una semana!?!?!?!

Lady Habladora Adams (Saga héroes de guerra 1)Where stories live. Discover now