17.- Lug.

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La presencia de la joven era agradable, Sanae y EunJae no tardaron en comprender lo enamorada que estaba de SeokJin y realmente deseaban que su amor fuera correspondido. YeJi era serena, pero animada. Su actitud extrovertida la hacían una mujer formidable y su sinceridad provocaba que todo el mundo a su alrededor deseara quedarse a su lado por siempre.

— Tal vez esa sea la razón por la que SeokJin no te haya alejado, realmente — declaró EunJae, cuando YeJi comenzó a llorar completamente ebria sobre el sofá de Sanae.

La joven la miró intentando encontrar consuelo, pero negó al instante por qué no podía creer en aquella posibilidad. El odio de SeokJin era casi palpable y tal vez no había motivo para mantenerla cerca, lo único que el muchacho hacía era intentar no romperle el corazón, aunque desconocía que, con aquel afán, la había destrozado incontables veces.

Sanae se sentó en el borde del sofá y enredo sus dedos en el cabello de su nueva amiga, para comenzar a acariciar su cabeza. Sentía una pena inimaginable por la muchacha y aunque se negaba a sentir lastima, fue inevitable, por qué conocía el fatídico dolor de no ser correspondida.

Aquella noche de mujeres, transcurrió entre copas y risas, llanto y enojo. Cada una cargaba a cuestas su propio dolor, pero sabían comprenderse, por qué las unía un pequeño hilo invisible que desconocía en ese momento, pero que más adelante, terminaría por ser fundamental en la vida de las tres.

Cuando YeJi dejó de llorar, se sentó en el suelo, con las manos sobre las rodillas y la vista en sus dedos, tragó saliva y sorbió con la nariz; pues no podía permitir que aquel día se marchara con solamente lágrimas de desamor. Hizo un gran esfuerzo por sonreír, posó la vista en sus compañeras y tomó una lata de cerveza para llevársela a la boca y continuar bebiendo. Guardó silencio unos minutos más y se limitó a escuchar las pequeñas anécdotas que guardaban EunJae y Sanae sobre su no tan lejana juventud.

— Así que en realidad si fuiste novia de SeokJin — musitó casi como un suspiro, intentando retener las lágrimas.

Sana asintió avergonzada.

— Pero ya no siento nada por él. En verdad deseo que puedan estar juntos.

YeJi recorrió a Sanae con la mirada, sin malicia alguna. Tenía envidia de las vivencias de aquella joven y deseaba poder alcanzar lo que ella había obtenido con tanta facilidad.

— ¿Cómo enamoras a un escritor? — Preguntó.

Ambas jóvenes intercambiaron miradas y se encogieron de hombros. Pero Sanae se retractó y respondió.

— Regálale una historia para contar — dijo apacible, esbozando la más grande sonrisa que hubiera podido formar.

De pronto, a su mente llegó Jimin y la pequeña roca que le había obsequiado. Cerró los ojos y pudo sentir los labios del muchacho sobre los suyos. Llevó una mano hasta su boca, acariciando el fantasma de aquel beso, Park Jimin era un joven enigmático y de pronto, la chica no pudo recordar la última vez que sintió un deseo tan grande de conocer a alguien. Su corazón dio un vuelco, suspiró y negó con la cabeza. Tenía que hacer lo posible por olvidar a Taehyung y darle una oportunidad a Hoseok, Jimin no entraba en aquellos planes y no podía permitirse herir a su mejor amigo.

Desconcertadas, YeJi y EunJae intercambiaron un par de miradas ofuscadas, Jae negó un par de veces con la cabeza y miró a YeJi.

— Se ha perdido quien sabe en dónde. Sanae siempre ha hecho eso, se pierde en sus pensamientos y de pronto, cuando despierta, despierta siendo otra persona.

YeJi asintió, sin entender muy bien lo que pasaba. De pronto, Sanae miró al par de chicas y sonrió.

— ¿Por qué Lug? — Preguntó, sin explicación alguna.

EunJae, quien no entendía a qué se refería, frunció el entrecejo y posó la vista en YeJi creyendo que la chica estaría igual de desconcertada. Se equivocó, pues la expresión de YeJi era de sorpresa. La joven miró a Sanae sin despegar sus ojos de la chica, tartamudeando un montón de cosas inentendibles, por fin logró que las palabras la obedecieran y habló.

— Lug es el espíritu del aire que vela por la vida en la tierra — declaró.

— Aarde... — espetó Sanae.

YeJi asintió.

— Aarde... — replicó — ¿Cómo sabes todo eso?

Sanae se encogió de hombros y sin pensar continuó hablando.

— Vuur, Aarde, Wiha y Lug son los personajes principales en mi historia. Mi protagonista está enamorada de Aarde, pero su corazón le pertenece a Vuur. Aarde está enamorado de Lug, pero Lug no puede corresponderle, por qué ha encontrado el significado de su existencia en un caballero con rostro bonito.

YeJi soltó una pequeña risita.

— ¿Qué pasa con Wiha? — preguntó.

— Wiha muere dando la vida por la hermana del caballero — confesó.

YeJi quedo petrificada al escuchar aquella confesión, el color se le escapó de las mejillas y de pronto, no supo que responder. Sin saber, EunJae se estaba escribiendo el futuro de los espíritus y tenía sobre la palma de su mano, su futuro y el de sus hermanos. Negó con la cabeza.

— ¿Una muerte?

Sana asintió.

— Es inevitable, si su amante muere, Wiha no podrá seguir viviendo en paz.

— Una muerte es demasiado cruel, Sanae. Tienes que olvidar eso — interrumpió EunJae —, no me gusta cuando un personaje muere.

Sanae comenzó a reír.

— ¿Qué quieres que haga? La historia se escribe sola.

Jae puso los ojos en blanco y bostezo.

— Tendrás que pensarlo — espetó — Tengo sueño, es hora de dormir — dijo y se puso de pie para caminar hasta la habitación.

Sanae posó la vista en YeJi y sonrió.

— Ve a dormir, me quedaré un rato más, tengo que escribir.

YeJi la miró fijamente con las lágrimas a punto de salir.

— Sí uno de los espíritus muere, la armonía que existe en este planeta se romperá y entonces, el final para el ser humano llegará — confesó y se puso de pie para alcanzar a EunJae.

Sanae frunció el ceño sin entender las palabras de la muchacha. Negó con la cabeza y caminó hasta su laptop para comenzar a escribir.


Se suponía que hoy iba a escribir el borrador de lug, pero mis padres no me dejaron continuar. Chale amigas, no comprenden  mi corazón. 

Jeongsin. pjm BTSWhere stories live. Discover now