Cápitulo 4

1 0 0
                                    



Desperté tras haber tenido una pesadilla, siempre era la misma. El mismo coche. La misma noche. Mirar el techo de mi cuarto me tranquilizo un poco, me enderece y coloque las manos a los costados de mi rostro. Esos estúpidos sueños. Eran tan reales, es como si lo estuviese viviendo todo de nuevo. James, cuanto te extraño. Me gustaría que estuvieses conmigo ahora. Las cosas no son lo mismo sin ti.

Sacudí la cabeza y estire los brazos y piernas. Me levante y tendí la cama. Mire el reloj y ya eran las siete. Mierda, ya era tarde. Hoy entro a las ocho. Me puse el uniforme lo más rápido que pude, lo odiaba.

Estúpidas calcetas, ¿A caso no pueden quedarse en su lugar? Cepille mi cabello, y después corrí a lavarme la cara y los dientes. Tome mi mochila y salí de casa.

Ya había pasado una semana desde mi discusión con Dániel, había comenzado a hablarme. Acordamos empezar de cero. Pero aun así me seguía a todas partes y ya se me había vuelto un hábito. Un extraño habito.

Me gustaba mucho caminar por las mañanas a la escuela, de alguna manera era refrescante. No hacia demasiado calor, ni demasiado frio, era perfecto.

De camino me cruce con Nathan.

- ¿Estas bien Alice? Te ves algo demacrada.

Nathan a veces era tan sincero que quería pegarle una bofetada en la cara.

- Buenos días Nathan, gracias por el cumplido, también te ves bien hoy. – Respondí con sarcasmo.

- ¿La pesadilla de nuevo, no?

- Como siempre, tienes razón.

- Algún día tendrás que contarme de que trata.

- Suerte con eso

- A veces eres tan fría, en serio ¿Tienes emociones o algo?

- Claro. Tú provocas muchas de ellas – respondí.

Mire a Nathan y había enrojecido por completo. Creo que me malentendió.

Al llegar a la escuela, todavía quedaba un poco de tiempo para mi clase, y Nathan y yo conversamos un rato más por la cafetería. Pero de pronto su cara se tornó seria.

- Alice, necesito pedirte un gran favor. – Esto no suena bien. Pero aun así intente responder con naturalidad.

- Vamos Nathan, yo te pido favores todo el tiempo, ¿De qué se trata?

Todos están dementesWhere stories live. Discover now