Cuando desperté no estaba en el regazo de Nathan, tampoco donde me dan deportes. Estaba en mi cuarto. En mi cama. ¿Cómo había llegado hasta aquí? Todavía tengo sueño, pero aun así me levanto. Se me nubla la vista en cuanto enciendo a la luz. Camino hacia la ventana y abro la cortina. Ya es de noche. Tome mi celular y le envié un mensaje a Nathan:
¿Por qué estoy en mi casa?
A los pocos minutos respondió
Te quedaste dormida, ¿Qué se supone que hiciera, dejarte en los columpios?
¿No se le ocurrió despertarme, en serio? Le envié otro mensaje.
¿Tú me trajiste a casa?
Me mire en el espejo, tenía tantos cabellos saliendo de mi cabeza disparados hacia todos lados, que no hubiera imaginado que unas horas atrás tenía una coleta. Mi celular vibro y mire la pantalla.
Emm... No, no fui yo.
Tal vez mi madre me recogió o algo. Tome un cepillo y me recosté en la cama, lo puse a un lado y escribí a Nathan
¿Entonces? ¿Volé?
Una vez lo intente, salte del techo de mi casa y me hubiese partido la cara si James no me hubiese atrapado.
Dániel lo hizo.
Después de ver la respuesta de Nathan tome el cepillo e intente desenredar mi cabello, después de varios intentos me rendí y lo arroje a un lado. Tome mi celular y respondí a Nathan.
¿Cómo se supone que me trajo?
Me levante de la cama, y la tendí lo más rápido que pude. Tome el control remoto y lo arroje a la cama. Mi celular vibro de nuevo.
Cargando, como a una princesita 7u7r
No puede evitar reírme, Nathan era tan... Nathan. Escribí una respuesta rápida y envié el mensaje.
Nathan, te amo, mucho. Eres mi mejor amigo, pero aun así te matare.
No tardo nada en responder.
¡Vamos Alice! Quiero vivir un poco más para estar a tu lado :*
Ahora tenía que llamar a Daniel para agradecerle. Busque el número y lo marque.
- ¿Alice? – musito Daniel
- Así que... ¿Me trajiste a casa cargándome como "princesita"?
YOU ARE READING
Todos están dementes
Teen FictionAlice es una chica como cualquier otra, vivía una vida con desgracias y alegrías con muy buenos amigos. Pero, todo cambió un día en el que un chico le robo un beso, pensó que no lo volvería a ver jamás, pero se equivocó...