☁ Solo un Omega ☁ AU Omegaverse

《Craig》

<Cuando la pequeña pareja se encontraba en el área de juegos de la escuela. El Omega le confesó al Alfa que era incapaz de reconocer su aroma o el de cualquier otra raza, este efecto había sido causa del daño que había sufrido de cachorro; cuando fue rechazado y abandonado por sus padres. Entre lágrimas le contó al Alfa lo poco que recordaba de su vida en la calle, de cuando fue recogido en el orfanato y de cuando fue víctima de los chicos más grandes del lugar, los cuales causaron que su nariz se lastimara y que fuera incapaz de reconocer el aroma de los demás. Con miedo, el Omega se levantó del lugar, dispuesto a ser rechazado por el Alfa, pero unos brazos rodeando su cuerpo de manera protectora  le impidieron moverse.

"No dejaré que ya nadie te haga daño", fueron las palabras que terminaron por destrozar al Omega, quien se aferró más al cuerpo del mayor y simplemente agradeció en silencio que se haya encontrado con ese Alfa en su vida.>

《》

Craig llevaba aproximadamente media hora dando vueltas en su cuarto. Llegó a su casa 2 horas después de salir de la de Thomas, se había quedado merodeando en el parque perdido en sus pensamientos, decir que su rompimiento no dolía sería mentira, se sentía una total mierda; bien, puede que su relación no haya sido de tantos años, pero había puesto lo mejor de él en ella y dolía el hecho de que todo terminará no por culpa de ellos, si no de terceros.

Cuando llegó a su casa, su padre le reprendió por la hora a la que había llegado, si bien no era muy tarde, éste le decía que era peligroso, además de recalcarle que los "Alfas sofisticados y respetuosos no deben andar husmeando donde se encuentran los otros". Pero como siempre, el Alfa menor ignoró olímpicamente lo que el mayor le dijo y simplemente se dirigió a su cuarto. No tenía ganas de nada, sólo quería recostarse en su cama y dormir un poco, para así, olvidarse de lo sucedido durante el día; y estaba dispuesto a hacerlo, más su acción fue interrumpida por unos toques insistentes en su puerta, los golpes eran tan desesperantes que al chico se le complicó el ignorarlos, resignado, se levantó de su cama y se dirigió a la puerta, pero antes de siquiera estar cerca de ésta, la puerta abrió dando paso a una pequeña niña con peinado de dos coletas y un clip en su mano, dando a entender que con éste había abierto la puerta del mayor.

La menor entró sin esperar autorización del Alfa, y se dirigió a la orilla de la cama de éste, sentándose al estar ahí. Si bien a Craig le confundió la actitud de su hermana y le molestaba de cierta manera, no tenía ánimos siquiera para pelear con ella. Derrotado, el Alfa cerró la puerta y volvió a dirigirse a su cama, tomó sus cobijas y empujó ligeramente a su hermana para poder acomodarse a su gusto.

-¿Planeas quedarte aquí, enana?- cuestionó cuando vio que ya habían pasado varios minutos y la menor ni se inmutaba.

-Tengo que hablar contigo, idiota.- Craig se tapó más con sus cobijas, dando a entender que estaba dispuesto a ignorar a la menor. -Papá me pidió que te lo dijera.

-No quiero escuchar nada que se relacione a él justo ahora, no estoy de humor.- sintió como la menor tiraba de su cobertor para poderle ver a la cara. -Es en serio, Tricia. Sólo déjame en paz.

-Es sobre Red.- Craig sintió un ligero escalofrío al escuchar ese nombre. -Va a venir a quedarse por un tiempo con nosotros, papá dice que arregles tu habitación para que ella pueda acomodarse en tu cuarto.

-No pienso dejar que ella esté en mi cuarto otra vez, ¿no puede quedarse en el tuyo? Pueden hacer una estúpida noche de chicas o que se yo.- el ceño fruncido en el rostro de Craig resaltaba tanto que Tricia no pudo evitar soltar una leve risa.