☁ Solo un Omega ☁ AU Omegaverse

《Tiempo》

<—Tricia es muy tierna, ¿no lo crees?—comentaba el Omega mientras caminaba tomado de la mano de su pareja. Llevaban rato paseando por las nevadas calles de South Park, Craig había decidido acompañar a su hogar por primera vez a su pareja después de la escuela. Detalle que hacía sumamente feliz al menor.

—¿Mi hermana? Por Dios, ella es una demonio en miniatura.— comentó el Alfa, recordando todos los momentos donde se encontraba peleando o insultándose con la pequeña.—Solo es tierna contigo porque le encanta llamar tu atención.

Thomas rió, visualizando su casa a pocos metros de distancia. —Es lindo de ella, significa que le agrado aunque sea un poco, ugh ¡mierda!— exclamó sin controlarse, avergonzándose inmediatamente. Su enfermedad le avergonzaba fuertemente, odiaba decir tales cosas sin lograr controlarse. Se sentía tan mal de arruinar momentos como esos con su pareja; pero su Alfa ni se inmutaba, cosa que lo hacía sentir peor. —L-lo siento...

—Sabes que no tienes que disculparte.— el Alfa soltó un suspiro y detuvo el caminar de ambos, ya que habían llegado a la casa del Omega.—Además, y-ya te he dicho que se me hace tierno que hagas eso...— dijo en un susurro con las mejillas coloradas por decir esas palabras. Aún no se acostumbraba a ser "meloso" con su pareja.

El Omega escuchó con claridad las últimas palabras que el Alfa había dicho, haciendo que ahora un sonrojo se extendiera por todo si rostro. Adoraba que Craig fuera así con él, sus palabras siempre le reconfortaban y le ayudaban a motivarle cuando se sentía mal consigo mismo.

Tomando todo el valor que le fue posible, Thomas acercó tímidamente su rostro al de Craig, cerrando los ojos al momento que estuvo lo suficientemente cerca para robarle un íntimo toque de labios. Separándose después de sentir que iba a explotar de la vergüenza.

Corrió a su casa, despidiéndose con la mano y gritándole al Alfa que, con un inmenso sonrojo que ahora si coloreaba completamente su rostro, lo vería mañana de nuevo en clases.

Cuando Craig volvió a reaccionar, emprendió camino a su casa. Siéndole imposible no dirigir su dedo índice a su labio inferior, tenía una sonrisa estúpida dibujada en todo su rostro. Sintiendo que ni su padre podría borrar su entusiasmo en ese momento.

Ese día, habían dado su primer beso.>

《》

Clyde y Tweek se encontraban comiendo su almuerzo en una mesa un poco alejada del resto.

Era lo que hacían las últimas 3 semanas, desde que Clyde se quedó dormido en la casa del rubio; conversaban, jugaban y así se la pasaban por horas, siempre estando juntos, siempre disfrutando de la compañía del otro.

Desde que Craig tuvo esa discusión con Tweek, el Omega decidió darse un tiempo antes de volver a tomar valor para hablarle. No quería seguir saliendo lastimado cada vez que intentaba acercarse a su supuesta 'pareja destinada', pero Clyde se encargaba de ayudarle a tener el coraje suficiente para encararlo. Si bien los sentimientos del castaño por el rubio aún no desaparecían y para su desgracia, el pasar más tiempo con el menor sólo hacía que aumentaran, se intentaba controlar, y vaya que eso era difícil.

Pero bien, todo lo hacía por los dos idiotas a los que llamaba amigos; porque si, después de que Clyde besara a Tweek, se sintió como una mierda cuando al día siguiente vio a Craig por lo lejos, creía que estaba traicionando a Craig por lo que había hecho, así que decidió persuadir de a poco a Tweek para que fuera a hablar con el Alfa.

Sin embargo, no podía cambiar de parecer al Omega, y ya se estaba cansando. Ganas no le faltaban de agarrar por las orejas a ese par y obligarlos a hablar para que arreglaran las cosas.