Capítulo 3. Sin salida

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Lauren

La gente se preguntará por qué fijé mis objetivos en esa chica castaña que apareció de la nada, pero cuando ves a Camila, simplemente lo sabes... yo quise convencerme a mí misma que sólo se trataba de mí despreciable ser sacando ventaja como era costumbre convirtiéndola en mi mejor oportunidad. Era verdad que ella era prácticamente una desconocida para mí, sin embargo era hermosa y elegante por donde le miraras y tenía dos puntos a su favor, el primero: Austin no le había puesto un dedo encima, por eso debía apresurarme antes de que lo hiciera, y el segundo y muy importante ante mis abuelos: ella compartía nuestras raíces.

Era cierto que la había engañado, y gracias a eso me ganaría todo su odio, era probable que sus padres iban a querer matarme, que yo era una infeliz aprovechada, pero era algo que tenía que hacer, lo había prometido a mi abuelo, y si quería asegurar mi futuro estaba prácticamente obligada a hacerlo, necesitaba independencia, y no iba a permitir que alguien diferente de la familia se quedara con la herencia.

-¡Lauren Jauregui! – Escuché a las afuera de la puerta del estudio de mi casa a mi mejor amiga gritando y con muchos deseos de derribar la entrada si fuese necesario, estaba realmente furiosa, así que me llené de fuerza para lucir extremadamente tranquila y abrí, ella entró como alma que lleva el diablo, se me acercó demasiado para mi gusto apuntándome con su dedo índice, sus ojos parecían dos centellas flameantes y me miraban solo a mí. - ¡Eres una desgraciada! – Eso sí que me había dolido, pero algo así o peor me había predispuesto a enfrentar. – Verónica me contó todo, apareció en mi casa hoy, quería arrancarme la cabeza porque piensa que soy cómplice tuya de toda esta tetra que has planeado.

-Lo repararé Lucía, le aclararé a Verónica que nada has tenido que ver, lo prometo.

-¡Me utilizaste Jauregui! Sólo fui una pieza para quitar a su amiga de tu camino... ¡Lo que has hecho no tiene nombre! Prepárate para las consecuencias, de esta no saldrás ilesa, Lauren. – Me advirtió temiendo de algo desagradable.

-Ella ha firmado todo, es completamente legal. – Exclamé llenándome de seguridad.

-No estaba en sus cinco sentidos, lo sabes. – Refutó con la furia intacta.

-Nadie puede probarlo, pueden hacer todas la pruebas de toxicología que quieran, ¡no darán con nada!

-Pensé que te conocía, pero me equivoqué... no tienes límites, Lauren. Puedes estar contenta, ahora sí eres digna de llevar tu apellido. – Escupió con desilusión y admito que me dolió la manera en que estaba recriminándome.

-Sólo dame la oportunidad de explicarte, ¡Yo tenía que hacerlo!– Le pedí prácticamente suplicando, me pondría de rodillas si fuera necesario, mi amiga me miró decepcionada y yo supe de una vez que no sería tan fácil obtener una disculpa por parte de ella, había herido profundamente su confianza.

-Ni siquiera quiero verte, Jauregui. – Musitó y se retiró sin más de mi presencia, era un hecho... por ahora, estaba sola.

Camila

Mis ojos se abrieron con el primer rayo de luz que se colaba entre las rendijas de las persianas, me desperté esa mañana con cierta dificultad y se debía específicamente a la cefalea que padecía, supuse que era por abusar de las bebidas durante la noche anterior, de la que deteniéndome a recordar no era mucho lo que se había retenido en mi memoria. Mi cabello estaba hecho un meollo y sospechosamente me sentía demasiado agotada, como si hubiese bailado la noche entera. Decidí sentarme con la intención de ubicar mi cabeza e intentar rescatar los últimos sucesos cuando me fijé que no estaba en mi casa ni en ninguna casa que se me hiciera familiar. La habitación era amplia, decorada muy fríamente con mucha elegancia, miré al otro extremo de la cama a ver quién era mi acompañante pero estaba vacío, mis ojos continuaron una línea paralela hasta tropezarse contra un sillón donde reposaba Lauren Jauregui, se veía completamente sobria y relajada, ella me miraba intensamente con ese brillo peculiar en sus ojos.

No quiero ser tu esposa (Camren)Where stories live. Discover now