Capítulo XI: Sobrevivir...

839 77 4
                                    

Capítulo XI:

Genial, pensé con pesimismo, al ver que en la mochila, no había ni un frasco de agua.

Moría por beber algo, y me arrepentía de haber corrido como maniática.

No podía regresar al pasado para evitar la muerte de ese tributo, debía ser fuerte si quería sobrevivir. Ya tendría tiempo para pensar en eso, si es que ganaba los juegos.

Pero, al menos, la mochila contenía un saco de dormir, una cuerda, galletas saladas y una caja de fósforos.

Aunque ya era de tarde, tomé un descanso y opté por seguir caminando, además,  no se veía ninguna amenaza por los alrededores.

 Sin embargo, cuando estaba dispuesta a dar el primer paso, escuché el sonido de unas pisadas.

De inmediato, saqué la daga, y esperé lo que tuviera que pasar.

Dispuesta a cualquier cosa, me puse en posición de ataque.

La persona, dueña de las pisadas, se apareció por entre los arbustos y se quedó en shock, al ver que se había encontrado con otro tributo.

Un momento, pensé reconociendo ese rostro.

-Por favor, no lo hagas...-me pidió antes de girarse para correr.

-Espera, Rue...?-le dije, haciéndola parar de pronto.- ¿Te llamas Rue, verdad?

La niña, volteó y asintió con algo de temor.

-No te voy a hacer daño...-sentencié guardando la daga en uno de mis bolsillos.

-¿No vas a matarme?-preguntó confundida.

-No...-le contesté.

Rue, me miraba y pareció darse cuenta de algo.

-Tú eres Rose Weasley.-dijo asombrada.

-Sí, lo soy...-respondí sin entender su reacción.

Se quedó callada, y luego, retrocedió, como si estuviera por irse.

-¿Te quieres quedar conmigo?-le pregunté.

Ella, pareció sonreír.

-...Sí...-me dijo.

Le sonreí de vuelta, para que viera que podía confiar en mí.

-¿Y dime, Rue, pasamos la noche aquí? -le consulté señalando el suelo.

-No, es mejor subir a los árboles... ¿Sabes trepar?

-Sí...-dije un tanto sorprendida.- Eres astuta, Rue... A mí ni se me había ocurrido esa idea...

Volvió a sonreír.

-Tienes una mochila.-comenzó a decirme.- Yo también conseguí una... Pero, no tenía nada, más que unas gafas para ver de noche y un frasco con agua.

Rue, me ofreció lo que tenía de agua, y yo, no pude negarme.

Bebí, discretamente, evitando tomármelo todo.

-¿Tienes hambre?-le pregunté.

-Sí...-contestó.

Saqué el paquete de galletas saladas y se las di.

-Pero, es lo único que tienes...-me dijo.

-No te preocupes, se cazar....-le respondí.-Mañana, pondré un par de trampas... Me ha parecido ver conejos y ardillas por ahí.

-¿Somos una alianza, entonces?

-Sí, lo somos...-respondí un tanto animada.

Cuando ya era casi de noche, subimos hasta la copa más alta de un árbol. Nos acomodamos en la bolsa de dormir, y nos amarramos para evitar caer.

Los juegos del Hambre, por Rose Weasley. (SCOROSE COMPLETA)Where stories live. Discover now