Capítulo XVII: Plan Suicida...

869 77 9
                                    

Capítulo XVII:

-¿No sientes que el día se hace más corto?-me preguntó Scorpius, sacándome de mis pensamientos.

-Eso creo...-contesté notando que ya era de tarde, e iba agregar algo más, pero sentí que su mano tomó la mía.

Si no es porque estábamos en los juegos, hubiera pensado que estábamos en una salida romántica por el bosque.

-¿Por qué lo haces?-le pregunté sin importancia.

-¿Por qué te gusta arruinar los momentos de afecto que tengo contigo?-me preguntó divertido.

-No lo sé...-contesté sonriendo- Puede que no me guste lo cursi...

-Déjame decirte, que ya lo he notado...

-¿Lo haces por molestarme, entonces?-dije siguiéndole el juego.

-Probablemente...- respondió mirando a sus dos costados, como si algo fuera a pasar.

En ese momento, el cielo se oscureció. Y de la nada, escuchamos un grito masculino, proveniente de las profundidades del bosque. Más que un grito, parecía un alarido.

-¿Qué es eso?-pregunté asustada y sintiendo que mi corazón empezaba a latir con velocidad.

Sin embargo, mientras hablaba, se comenzaron a oír chillidos  de un animal, y de inmediato, sonó un cañonazo.

Otro muerto, pensé.

-¿Oíste eso?-le pregunté a Scorpius.

-Rose... No te muevas...-me susurró algo atónito mirando detrás de mí.

De inmediato, giré para ver de qué se trataba.

Grande fue mi sorpresa, al ver que una extraña mutación de araña gigante estaba a unos pocos metros de mí, pero al parecer, no nos había visto, hasta que me moví.

-¡Te dije que no te movieras!-me gritó el rubio, tomando nuevamente mi mano y jalándome a su lado.- ¿Por qué no puedes hacerme caso una vez en tu vida? ¡Corre!

-¡Scorpius, son muchas!-le dije notando que más arañas gigantes se acercaban a nosotros.

Seguimos corriendo por varios segundos, hasta llegar al campo donde había sido el banquete.

-¡Tenemos que subir a la Cornucopia, Rose!-me indicó completamente agitado.

Asentí, y saqué mi arco para intentar dispararle a algunas, pero solo le di en el blanco a cuatro de las miles que había.

 Eran demasiadas, y parecían multiplicarse por cada segundo que pasaba.

-¡No sigas, seguirán apareciendo más!-me dijo Scorpius- ¡Sube, ya!

Subí a la Cornucopia con facilidad, y apenas llegué, estiré mi mano para que Scorpius la tomara.

Sentí un alivio, cuando noté que las arañas, no eran lo suficientemente altas para alcanzar la Cornucopia, y además, sus patas se resbalaban cuando intentaban subir.

-Malditas arañas...-musitó Scorpius recuperando el aire por la carrera que nos habíamos echado para llegar hasta aquí.

-No pueden subir...-dije tan agitada como él.-No pueden...

Sin embargo, cuando planeaba decir algo más, sentí que alguien me tomaba del cuello y me jalaba con él.

¿En qué momento apareció?

-¡Ahhh!-lancé desesperada.

-¡Rose!-gritó Scorpius sacando la daga que tenía en uno de sus bolsillos.

Los juegos del Hambre, por Rose Weasley. (SCOROSE COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora