II

3.7K 522 132
                                    

Para un ángel del amor bajar al mundo de los humanos era algo innecesario, pensaban eso porque la mayoría de veces eran las mismas personas quienes encontraban a sus mitades destinadas y ellos no intervenían más.

Pero Uraraka sabía que algo así no pasaría con Katsuki y Shotō -al menos no en un buen tiempo- por lo que ahora paseaba por los pasillos de la academia.

Nadie podía verla a menos que así lo deseara así que le era más fácil avanzar, todos ya estaban saliendo y los tonos naranjas adornaban el cielo, paisaje encantador.

Aunque ahora estaba maravillada por otra cosa.
Todos esos hilos rojos que brillaban con tanta fuerza, la mayoría de los estudiantes estaban con sus parejas y ese amor desbordante si que la ponía feliz.

¡Cómo deseaba que pasara lo mismo con esos dos!

Inundada en sus pensamientos logró divisarlos, aunque cada uno andaba con sus respectivas amistades poco a poco estas se iban retirando y al final solo quedaban un muchacho de cabellos verdes y otro de cabellos rojizos.

Curiosa observó y volvió a sonreír.
Ellos también estaban destinados a estar juntos.

Cuando esos cuatro por fin se vieron las caras tuvieron distintas reacciones, el peliverde no dudó en saludar a ambos, aunque uno lo mandó a volar y el otro devolvió el saludo algo nervioso.

—Bakugō es tan maleducado a veces.— murmuró más cambió ligeramente su opinión cuando observó la manera en que saludaba al bicolor.

Para los otros presentes fue simplemente extraño.

Porque el rubio había soltado un 'hola' retirándose luego de manera tan amable que costaba demasiado creer.

—Hey Bro, ¿Estás bien o...?

—¿Qué sabes de ese rarito de dos caras?

Kirishima lo miró anonadado, su amigo era toda una caja de sorpresas.

—Pensé que todo lo relacionado a las personas te importaba un comino.— mencionó divertido —¡Al parecer alguien te ha flechado!

—No digas estupideces pelos de mierda.— respondió ligeramente enojado —Habla, ¿Qué sabes de ese idiota?

—Bueno, la verdad es raro que no lo vieras antes, gracias a Midoriya sé que se llama Todoroki Shotō, y que fue transferido hace unas semanas.

La miseria de información que su compañero le brindó debería de haber sido motivo suficiente para enojarle pues el acercarse a ese chico que lo traía medio estúpido últimamente sería ahora más difícil.

Al diablo con eso pensó.

Después de todo la vida es toda una sarta de retos.

Después de todo la vida es toda una sarta de retos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Dices que se llama Katsuki?

Como su rutina más reciente, Todoroki compartía tiempo con su amigo, Izuku Midoriya; por lo que siempre después de clases iban junto a su grupo a algún lugar cercano a la academia.

Más esta vez por contratiempos, eran los únicos que quedaban.
Mientras merendaban algo el heterocromatico por fin preguntó acerca del rubio, pues -sin comprender porqué- la actitud de este le había resultado interesante.

—Sí, y en serio estoy sorprendido de lo que pasó hace un rato.— murmuraba el peliverde rascándose un poco la nuca.

—¿Hay algo de malo con él?

—Kacchan no mostraba esa actitud desde hacía mucho.

—Comprendo— respondió terminando de tomar su soda.

Izuku le observó unos segundos y luego por el rabillo del ojo fijó su atención de nuevo en aquella chica que desde hacía rato les miraba.

Era un poco extraño, pero como la pelicastaña no parecía peligrosa ambos se retiraron tranquilos.

❛Angel of Love ; [ᵏⁱʳⁱᵈᵉᵏᵘ/ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ]❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora