❛Angel of Love ; [ᵏⁱʳⁱᵈᵉᵏᵘ/ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ]❜

XIV

Se escuchaban algunos insectos por los alrededores, las estrellas brillaban con fuerza y le era de mucha utilidad en esos momentos, la fogata estaba apagada desde hace rato.

Uraraka llevaba escribiendo un par de horas, alerta por si alguno de sus compañeros seguían despiertos, no quería ser interrogada por estar fuera de las tiendas; después de todo era muy tarde.

La libreta que su madre le había dado junto al libro sobre todo lo relacionado a amor o hechizos (cortesía de Tsuyu) eran ahora sus más leales aliados.

Anotaba y dibujaba lo más rápido que le permitieran sus dedos.

Estaba en un pequeño problema con respecto a su misión.

Por el crujir de algunas hojas escuchó que alguien caminaba rumbo a donde estaba y rogando que no fuera Bakugō o Midoriya cerró su cuaderno.

Suspiró de alivio al ver que era Mina.

—Uraraka es muy tarde...— murmuró frotándose los ojos —¿Qué haces a estas horas? Deberías estar en la tienda.

—L-Lo sé lo sé, voy en un rato ¿Si?

La pelirosa iba a regresar a dormir pero se percató que en la mochila de la pelicastaña algo sobresalía.

—¿Y eso?— preguntó antes de sacar un libro —¿Te lo dió Tsuyu-chan? Manual de un ángel...

—¡T-Tsuyu es escritora!— gritó alertando a su compañera y golpeandose mentalmente por decir semejante tontería —¡Son consejos e historias sobre el amor o cosas relacionadas a eso!... Nada interesante, solo pura cursilería.— entre risas nerviosas le quitó el libro para poder guardarlo.

—¿Hay problemas en el amor Uraraka?~— preguntó acercándose curiosa a la mencionada —¿Es alguien de aquí? ¿De la academia?

—¿Eh?— sintió que la cara empezaba a arderle —¡N-No es nada de eso Mina! En serio.

—Y yo que quería escuchar historias románticas.— suspiró sentándose al lado de su amiga en busca de un tema para conversar, su sueño desaparecía —¿Notaste algo extraño en el campamento?— preguntó observando el cielo.

—La verdad es que sí...— respondió con un semblante triste mientras seguía escribiendo.

—¿Tienes algún plan para ayudar a esos dos?— cuestionó la ojinegro observando el cuadernillo —Oye ¡No es un mal plan!— exclamó con un brillo en los ojos.

—¿Tú crees?— Ochaco sonrió ante el comentario —De verdad quiero ayudarlos...

—¡Podemos iniciarlo mañana! Eso sí, debemos dormir, llevamos de campamento casi una semana es probable que Bakugō nos ordene levantarnos temprano, te espero en la tienda.— y dicho esto Mina se retiró.

Uraraka empezó a guardar sus cosas en la mochila que trajo y dando una última mirada se dirigió a la tienda, con la esperanza de que el plan fuera efectivo.

Para que el hilo que unía a Midoriya y a Kirishima volviera a brillar.