❛Angel of Love ; [ᵏⁱʳⁱᵈᵉᵏᵘ/ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ]❜

XVIII

—¿Eh? ¿Viaje familiar? ¿No te quedarás con nosotros?

Ochaco le regala a sus compañeros -especialmente a Ashido, quien fue la que hizo la pregunta- una pequeña sonrisa mientras rasca su nuca.

La pequeña y única maleta que carga consigo está llena de sus poquitas -pero valiosas- pertenencias. Terminar de limpiar su habitación y la de sus amigos fue toda una odisea. En verdad está agradecida con todos los que la ayudaron.

Los pocos meses que faltaban para el fin del año pasaron casi volando. Cuando menos se dio cuenta, había pasado el último día de clases en la cafetería presenciando una batalla de comida que había iniciado Katsuki lanzando curry a la cara de Kaminari luego de que este hiciese otra de sus bromas.

Fue una buena tarde. Claro que el regaño fue un dolor de cabeza.

—Bueno, mi abuela quiere vernos— respondió, sus pensamientos siendo cortados de repente -, teníamos el viaje planeado, solo nos faltaba tiempo.

—¡En verdad quería pasar las vacaciones contigo y las demás chicas!— exclamó Mina, sus labios levemente fruncidos.

—¿Volverás, Uraraka?— preguntó Izuku, quien estaba sentado junto a Kirishima, ambos con la misma expresión de duda.

—¡¿Cómo preguntas eso?!— reclamó Ashido, asustando a Midoriya por el repentino tono elevado —¿Por qué no volvería?

—De hecho...— susurró Ochaco —, eso aún está en proceso. La verdad es que ocurrieron un par de cosas en casa, ¡pero cualquier cosa les avisaré!

Denki suspiró, allí se iba la oportunidad de salir con alguien linda y de gran corazón.

Él fue, sin embargo, quien decidió llevar las maletas de Ochaco hasta la entrada principal de UA.

—¡¿Tsuyu vendrá a recogerte?!— cuestionó Mina —¡He querido conocerla desde hace mucho!

—Estoy segura de que ella no tendrá problemas con conversar con ustedes- respondió Ochaco con una enorme sonrisa.

—Cara redonda.

—¿Eh?— la chica casi pegó un grito al cielo cuando el rubio le lanzó un paquete que a duras penas logró atrapar.

—Katsuki, no seas grosero- reclamó Shotō.

—En esa bolsa hay un par de galletas, dulces, esas idioteces. Shotō y yo fuimos de compras y él pensó— refunfuñó cuando el bicolor amenazó con pellizcarlo —, nosotros pensamos, que no estaría de más comprarte algunos.

—Muchas gracias, chicos...— respondió sorprendida, mientras colocaba el regalo con los otros que le dieron.

—¡Bro, nunca nos has comprado algo a nosotros!— reclamó Hanta —¡Kirishima!

—Tranquilo, hombre. Yo compré un par cuando fui a hacer las compras para navidad con Izuku. Luego comemos.

—¡Eres un ángel!— gritaron Denki y Sero al unísono.

Uraraka suspiró. Al escuchar que la llamaban volteó y las mejillas le empezaban a doler por sonreír tanto.

Pero era inevitable.

—¡Ochaco! ¡Vamos!

—¡Tsuyu! ¡Pasó tanto tiempo!

La chica salió del auto ni bien se estacionó frente al portón, era un poquito más baja que Ochaco y su cabello había crecido más desde la última vez que se vieron. Lucía genial.

—¡Es un placer poder conocerte!— gritó Ashido y no tardó en estrechar su mano con la nueva invitada —, ¡no aparentas la edad que tienes! ¡Te ves súper joven!

—Gracias, Mina ¿Verdad?— respondió —, hola a todos. Mi nombre es Tsuyu Asui y es un placer conocerlos. Espero poder verlos en otra oportunidad para conversar más a gusto.

Izuku no tardó en planear una salida, aprovechando que traía su horario consigo. Hubo un coro de risas por algunas bromas que Denki o Sero hicieron y por las que tuvieron que correr para evitar que Katsuki los hiciera explotar.

Ochaco se abrochó el cinturón ni bien terminó de guardar su maleta y los regalos que le dieron en la parte de atrás del coche. Le dirigió una última sonrisa a sus amigos y se despidió con una ola, antes de perderlos de vista.

—Tu madre te ha mandado otra misión— susurró Tsuyu, con la música suave haciéndoles compañía —, me dijo que te puedo acompañar si así lo deseas. Esta si luce complicada.

Ochaco levantó sus puños, la determinación saliendo de su cuerpo.

—¡No hay nada que no podamos controlar!— exclamó, lista para cualquier cosa que se le pudiese presentar.

Porque este solo había sido el inicio de su trabajo como ángel del amor.

Fin.