❛Angel of Love ; [ᵏⁱʳⁱᵈᵉᵏᵘ/ᵇᵃᵏᵘᵗᵒᵈᵒ]❜

XV

—¡Oigan chicos!— Ashido salió de la tienda con una sonrisa un tanto extraña —¿Salimos a dar una excursión?

Sero levantó su pulgar casi al instante en señal de aprobación antes de seguir comiendo parte de su desayuno.

—Nos alejamos de las montañas y con gusto me uno también.— agregó Denki.

—¿Y a qué hora piensas que iremos ojos raros?— cuestionó Bakugō mientras trataba de levantar a un adormillado Todoroki —Ni se te ocurra en estos momentos porque este idiota no se levantará aún.

—¡Podemos ir en la noche!— contribuyó Ochaco —¡Quiero ver y dibujar!

—¡Eso suena genial!— exclamó Kirishima —¿No crees Mido...?

Calló al ver como el pecoso conversaba con Ashido y Denki.

—Suena divertido...— susurró Todoroki empezando a levantarse —Yo me apunto.

—Bien, yo también iré.— habló Bakugō.

Estaba decidido.

Ni bien la hora del desayuno terminó, cada uno empezó a alistar todo lo necesario para la excursión. Mejor prevenir que lamentar había dicho Ochaco.

Ni bien las bolsas estuvieron listas y puestas dentro de la carpa de Bakugō empezaron a formar grupos.

¡Hoy tocaba una competencia!

—¡Les pedimos un juego limpio, por favor! ¡El puntaje será de 15 puntos y serán dos sets!— anunció Izuku antes de sentarse junto al pelirrojo quién le tendió un vaso con soda —Te lo agradezco.

—¡Vamos a vencerlos!— anunció Ashido antes de lanzar la pelota y golpearla.

—¡Shotō! ¡Pikachu!— gritó Katsuki antes de recepcionar el balón y mandarlo hacia los mencionados.

—¡No me llames así!— reclamó Denki alargando la última palabra, por poco y no llegaba.

—¡Punto!— gritaron Izuku y Kirishima al mismo tiempo.

—Ay no puede ser.— Ochaco esta vez recepcionó la pelota mandándola hacia Sero quien ni corto ni perezoso la mandó a la cancha contraria.

—¡Ya quiero que nos toque jugar!— hablaba el pelirrojo alzando uno de sus puños —¡Les demostraremos quien manda Midoriya!

—¡S-SÍ!— respondió nervioso el peliverde imitando la acción de su compañero —S-Solo se necesita de una buena estrategia en caso de que el equipo de Kacchan gane, podrías sacar el balón primero y entonces yo lo recepciono...

Izuku empezó a murmurar y murmurar, cosa que Eijirō agradeció internamente porque podía admirarlo sin que se le notara. Se veía tan tierno y no pudo evitar que su rostro se sonrojase. Estos sentimientos eran tan complicados.

Uraraka dió un vistazo rápido al par y nuevamente el hilo que los envolvía estaba volviéndose de un tono rosa pálido; rogó que el plan funcionara.