Levanta los ojos al cielo, y despidete

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- Vamos Lu... es hora

Tomé la mano de mi padre y la besé suavemente

- Se fuerte papi, ya regreso

Me levanté suavemente y enlacé mis dedos a los de Dylan, quién llevaba en el brazo el vestido que le había pedido, mis familiares me ayudaron a planear el funeral de mamá, iba a ser en la iglesia, cómo no lo iba a hacer, si había dedicado su vida entera en ella.

Tomé el vestido que Dylan había traído y me cambie, lo único que deje en claro era que bajo ningún concepto íbamos a despedir a mi madre de negro, una mujer tan viva y alegre como ella no iba a ser despedida de un color oscuro, todos iríamos de blanco, finalmente, morir es ganancia para los que creemos en Dios.

El vestido que había elegido me llegaba un poco bajo las rodillas, Dy, llevaba un blazer del mismo color, pero el pantalón si era negro, igual, no me molestaba, su chófer nos esperó en la puerta de entrada del hospital con el paraguas abierto ya que en estos días no hacía más que llover.

En el camino Dy no dijo nada, pero estrechaba con firmeza mi mano, yo repasaba en mi mente lo que iba a decir, en las inmediaciones de la iglesia veíamos a las personas llegar, sabía que también venían personas de otras iglesias, incluso, hasta Dylan había tenido que abrir su casa para recibir a los invitados de otros países que llegaron.

Pasamos directamente atrás de la iglesia, el silencio imperaba, todos hacían el trabajo mecánicamente, y es que ¿qué más se puede decir cuando alguien pierde al ser que le dio la vida? Nada, lo único que había modificado, era que Francisco no fuera el que me preparara, sabía que debía hablar con él, pero no estaba lista.

Al pararme justo antes de llegar al púlpito, vi el ataúd de mi madre cerrado con firmeza, junto a él estaba una foto hermosa, en la que estaba con su vestido favorito, el mismo que yo llevaba puesto ese día, y sobre el gran cajón de madera, cientos de flores descansaban, tomé aire y me acerqué, me tomé un momento para ver a las personas antes de decir.

- Los hijos, solemos pensar que quizás nuestros padres nos durarán para siempre, que ellos estarán por el resto de nuestra vida, nadie, ni en el más remoto caso se imagina su vida sin ellos, y mucho menos, que esa vida tan hermosa, se va a apagar de la manera en que mi madre se fue.

>> Muchos aquí tuvieron el honor de conocer a mi mamá, pero por supuesto y es algo en lo que me darán la razón sin dudarlo, nadie la conocía como yo.

>> Mi madre siempre fue justamente eso, una mamá, incluso antes de nacer, estoy segura de que ella planeaba en su mente los discursos que me iba a dar cuando naciera, me decía que ella nunca iba a ser mi amiga, porque sería condenarme a ser huérfana, se preocupaba hasta lo sumo por cada cosa que me sucedía, y se aseguraba, con más ganas de las debidas, que siempre tuviéramos comida. Mi madre era la Palabra viva de Proverbios 31.

>> Y ahora, hablaré de lo que sé que muchos conocen, ella era una mujer extrovertida, que no temía en ningún momento de hablar del evangelio con pasión, era cariñosa con el que se le cruzaba en el camino, y jamás cerró las puertas de su hogar al que la necesitara. Además era infinitamente romántica con el hombre que Dios le dio como idóneo, era tan divertida que nos podía tener a mi padre y a mí llorando de la risa en el sofá con un solo comentario, era soñadora y en sus planes, siempre estuvo su iglesia, por la cual derramó lágrimas recordándole a Dios su pacto con ella, y con Él era caprichosa y hasta que no veía su milagro hecho no se paraba de orar y siempre tenía una sonrisa para todos.

>> Era una mujer luchadora, a la cuál la vida desde sus primeros años le puso mil pruebas, esas mismas que ella con su encanto logró superar siempre dispuesta, mi madre, a punto de doblar rodillas aprendió el valor del servicio y de la humildad.

>> Quiero que la recuerden como una mujer que inspiró, que fue y será modelo para muchos, como esa madre espiritual que pasaba horas hablando con cada uno de sus hijos, y que duraba el doble orando por ellos, quiero que la recuerden en cada una de sus facetas, pastora, líder, madre, amiga y compañera.

>> Siempre fue una mujer centrada, emprendedora, profesional, que luchó por sus sueños y que era ambiciosa con sus objetivos, nunca se sonrojó de soñar en grande, pues conocía al Dios que la amaba.

>> Un Dios que jamás dejo de decirle Papá, el cual la formo para ser una mujer que lo agradó y que lo honró hasta el último de sus días, muchas veces me la encontraba mirando al cielo en silencio y yo sabía que estaba dando gracias por todo lo que Papá había hecho con ella.

>> Finalmente, y si tuviera que resumir la existencia de una mujer tan asombrosa como lo fue ella, en una sola frase diría que mi madre fue una mujer con visión y con propósito que siempre dejaba claro que ... "En los negocios de mi padre le fue necesario estar"

>> Familia, cada vez que la extrañen, miren al cielo, sonrían y despídanse, que yo sé que ella desde arriba, nos cuidará a todos, muchas gracias

La iglesia rompió en aplausos, después, los hombres que hacían parte del equipo ministerial de la iglesia tomaron el ataúd y lo comenzaron a sacar lentamente de la iglesia, y junto a las mujeres del equipo, encabezadas por mí, salimos justo después. Al salir de la iglesia mucha gente se me acercó para darme las condolencias, yo estaba tan compungida que sentía que en el momento que abriera mi boca comenzaría a llorar y no pararía jamás.

- Luna...

- No Francisco, hoy no- Dijo Dylan antes que yo pudiera tan siquiera girarme, tantee su mano con dificultad por la cantidad de gente, pero él la sostuvo

- Sácame de aquí

- Vamos

Dylan tomó mi mano y me llevó a rastras hasta donde su chofer nos esperaba

- Vas a ir a la cremación

- No... necesito saber cómo está mi padre

- De acuerdo

Llegamos al hospital, el diagnóstico no había cambiado, papá había tenido un paro cardiorrespiratorio que los médicos habían logrado controlar, ahora estaba en un coma inducido debido a la gravedad de sus lesiones, era poco probable que volviera a caminar, y también había una gran probabilidad que al despertar su cerebro tampoco funcionara bien.

Dylan dijo que fue el mismo diagnóstico que le dieron a mis padres cuando me accidente, él me recuerda que Dios puede hacer milagros, pero yo me pregunto, si él los puede hacer ¿por qué me quitó a mamá?

"Los caminos de Dios son indefectibles" me repetía ella con una sonrisa, sonrisa que Él me había robado.

CelestialWhere stories live. Discover now