Prólogo

244 34 15
                                    

Seguro que has escuchado alguna vez el típico discurso que dice: "Vales mucho", o, sino escuchaste la contra: "Para qué naciste, eres un inútil". Pues, tranquilo yo escuché los dos discursos a lo largo de mi vida. Primeramente, siempre fui considerado como un estorbo que no debió haber nacido, hasta que alguien dijo que valía mucho, y que mi historia merecía ser contada, razón por la cual estás leyendo esto.

No creas que es fácil estar sentado confesando todo esto, nunca es fácil remover cosas del pasado. Pero a veces son necesarias para poder apreciar una vez más las bendiciones presentes, y además he de creer que este libro puede cambiar tu historia. Volviendo a lo de antes, el pasado forma parte de nosotros, pero no nos define, por lo menos a mí ya no.

Mi nombre es Álex Wesley , y para comprender mejor mi historia les contaré algunas cosas de mis padres:

"Mi padre es Matt Wesley, hijo de un mecánico de familia humilde a sus 20 años conoció a mi madre Carla Lovato, hija de una de las familias adineradas del pueblo "Gairdin is Breá", ella con 18 años se enamoró de mi progenitor.

No les contaré su historia empalagosa de amor porque no es lo que nos compete aquí, solo lo relevante.

Su historia de amor tuvo que ser secreta porque los dos pertenecían a estatus sociales diferentes y no deseaban ser separados por la familia de mi madre, ya que mi abuelo pensaba, textualmente: "esa gente es denigrante", sus palabras no las mías. Por tanto, ellos se veían a las afueras del pueblo y pocos de sus amigos conocían de su relación. Por dos años todo fue puro amor y secretos, hasta que por supuesto todo secreto en algún momento es revelado, su detonante: yo.

En una de sus noches alocadas de sexo y alcohol fui concebido.

Luego de esa noticia mi madre fue echada de su casa y terminó viviendo con mi padre en la casa que anteriormente le pertenecían a mis abuelos paternos, los cuales fallecieron ese mismo año.

Ahora empieza mi historia. Durante diez años viví viendo como mis padres discutían a gritos porque mi progenitora no era capaz de acomodarse a nuestro estilo de vida precario y extrañaba los lujos de su juventud, mientras mi padre se rompía el lomo para poder darnos una mejor vida, pero nunca satisfaciendo las necesidades de mi madre."

Cuando cumplí diez años ella desapareció con otro hombre mejor posicionado económicamente, dejando a su hijo atrás y a un hombre con el corazón destruido. Al irse se llevó todo lo bueno de mi padre dejando un cascarón de dolor e ira.

Mi padre se abocó a ahogar sus penas en alcohol y a descuidar su trabajo en el taller de mi abuelo.

Los primeros años en decirle adiós a mi madre fueron los peores, mi padre prácticamente se había olvidado de mi existencia, para solo recordarla cuando estaba borracho y me fajaba a golpes culpándome de sus desgracias. La comida escaseaba en la casa, el viejo gastaba el poco dinero en sus adicciones con el alcohol, las mujeres y las apuestas, me vi obligado a robar para poder mantenerme en pie.

Luego de tres años así sin saber a quién acudir, ya que mi realidad era la misma que vivían varios chicos de mi barrio, mi padre se acordó de mí y me enseñó el oficio de arreglar automóviles. Al fin podía dejar de robar y ganar un poco de dinero, pero con el tiempo conocí otras maneras de ganar más plata que fueron las carreras clandestinas. En mi adolescencia conocí lo que era perder a seres conocidos cayéndose de sus motos, perdidos en sus adicciones, como con una mirada podía atraer las mujeres que deseaba, vivir de fiesta en fiesta, alcohol y sexo.

Si alguna vez pensaste en que no necesitabas de tus padres, estás muy equivocado. Yo pensaba lo mismo, pero realmente su falta de amor y estabilidad hicieron estragos en mi interior, me llené de odio, rencor y violencia, conocí cosas que no debería haber sabido a mi temprana edad, y casi me ahogo en un mundo de destrucción sino me hubieran rescatado a tiempo.

-¡Emanuel ven aquí! - llama el Supremo.

-Aquí estoy Señor- contesta Emanuel.

-Hoy es el día en que comienza a cambiar la vida de Álex Wesley- dice Él- me será un gran siervo, grandes planes tengo para su vida- continúa expresándose con ojos de amor inmenso.

Emanuel también está feliz, una nueva vida sería rescatada.

Pensamos que nuestra vida siempre va ir por una misma dirección, pero quién sabe tal vez terminemos dando un giro de 180° o tomando una nueva ruta. Nunca imaginaría en mi vida que otras personas serían transformadas por medio de mi testimonio, que estaba en los planes de un Ser Supremo y Grande en Amor, que enviaría a un ángel, al cual me dedicaba a torturar, para socorrerme en un momento de necesidad.

Todo inició a mis 19 años en un viernes 6 de abril o mejor dicho un sábado a la madrugada tirado en el piso de un estacionamiento de un boliche con una gran borrachera, allí Dios envió a mi Ángel a rescatarme y a cambiar mi vida...

Esperando lo Inesperado Saga: "El verdadero Amor I"Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang