" Allí Dios envió a mi Ángel a rescatarme y a cambiar mi vida..."
Álex Wesley es el típico chico malo que hace lo que quiere cuando quiere, hijo de una familia destruida con un presente turbio, mujeres, corridas de moto, fiestas y alcohol es todo l...
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- Miren quién está el célibe- dice Ash apenas me ve cuando salgo de la escuela. Suspiro, sus insinuaciones me tenían cansado y lo que menos hacían era que terminara buscándola, algo que ella deseaba, sino todo lo contrario quera huir de ella.
El día había sido cansador exámenes tras exámenes, trabajos por entregar y fechas que memorizar. Para colmo mi mente no me dejaba en paz durante las noches con sueños extraños, bueno, bueno está bien no eran extraños sino más bien sueños románticos con Sally Wickman, desde citas, besos o simplemente estando cerca de ella, pero él de hoy a la noche fue el más extraño.
Soñé que de adulto estábamos juntos en una casa, enseguida adiviné que éramos esposos toda la escenografía en cuadraba que nos amábamos, la besaba con pasión y ella a mi también, risas y ella juegos iban iban y venían.
Sacudo mis pensamientos cada vez que recordé ese sueño está mañana un escalofrío pasaba por mi columna vertebral como justo ahora. También las voces de Claudia, Rodrigo e incluso Ash fastidiando con que sentía algo por Sal, prefiero pensar que no es así o mejor ni pensar.
Me doy vuelta para callarla de una vez y por todas pero veo que está con una amiga de piel morena. Se notaba que era una chica sensual y de carácter fuerte de esas que saben que es lo que quieren.
Sonrío una idea se forma en mi mente para vengarme de Ashley y de mi sueño/pesadilla.
Me acerco a esa chica de manera seductora- ¿tienes planes para hoy?-pregunto con mi sonrisa matadora. Ella niega- no ninguno, ¿por?-. Agarro su mano y la beso- 21:30 en el restaurante" La flor eterna" te espero- guiño Ella sonríe contenta y asiente, mientras que Ash me ve con la boca abierta. Me despido de ellas sin decir más y me voy a casa.
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Odiaba admitir esto pero Ash tenía razón me había vuelto un célibe hace meses que no tenía sexo con alguna mujer, siempre tuve una vida sexual activa mi máximo había sido semanas. Realmente está casa y el ir a esa iglesia me estaban cambiando, uff de solo pensarlo siento escalofríos. Pero hoy eso iba a cambiar, la amiga de Ash me iba ayudar a romper esta racha.
Ya eran las 21 me había puesto una camisa negra de seda, unos jeans azul oscuro, mis borcegos negros y como abrigo una chaqueta de cuero con piel de cordero. Estaba más elegante que lo usual, ya que la había invitado a un restaurante un poco caro, pero bue era el precio a pagar por tener sexo con una niña mimada, podía darme el lujo ya que había ayudado una vez al dueño y nunca use el cupón que me dio, hoy era la noche para usarlo. Bajo las escaleras.
