Capítulo 50

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Dos meses pasaban rapidísimo, ya le habíamos dicho adiós al invierno y hace tiempo le dimos la bienvenida a la primavera

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Dos meses pasaban rapidísimo, ya le habíamos dicho adiós al invierno y hace tiempo le dimos la bienvenida a la primavera. Bueno tal vez para mí pasaron volando pero para Álex habrán sido interminables con todo el tema de la rehabilitación de su brazo y pierna. Fueron momentos de mucha lucha para su cuerpo pero no hubo segundos en que lo viera quejarse o perdiendo su fe, sino que hubo situaciones en que lo sorprendí orando y clamando al Señor, realmente cuando la Biblia menciona que al que mucho se le perdonó mucho amo se cumple, mientras que otros estarían reprochándole a Cristo por estar pasando por algo así, incluyéndome, él no, simplemente clamaba por más fuerzas para seguir adelante.

Él estuvo una semana entera internado para controlar que no hubiera infecciones en sus cirugías, como todo iba bien le dieron el alta. Cuando llegó a casa tuvo que dormir en el sofá del living no podíamos subirlo en las escaleras, ese hecho hizo que mi padre recapacitara en construir un ascensor en el futuro por las dudas. Para ir al baño, ser limpiado y cambiado mis hermanos y padre lo ayudaban, ya que casi nada podía realizar con una pierna y una mano sana. Por estas razones digo que me sorprendió la fe y paciencia de Álex para soportar todo, ya que en el pasado era muy orgulloso como para recibir tanta ayuda, mi familia con mucho amor y respeto lo atendían pero eso no quita que sea una situación cansadora.

Supongo que lo que ayudaba a su crecimiento espiritual fueron las clases de bautismo que tuvo que tener en hospital y aquí en la casa. Seguro, como lo fue para mí, esas clases recibió grandes enseñanzas, no estuve presente en esas situaciones porque son íntimas entre él y sus maestros.

Además de la conversión de Álex, muchas otras cosas buenas sucedieron, como April viniendo a los jóvenes, el casamiento de la cocinera y Robert, sí yo tampoco creía que se iban a casar tan rápido pero así ocurrió y les deseaba lo mejor de lo mejor, el juicio contra los narcotraficantes y también que el mejor amigo de Alex y su novia se cambiaron de su iglesia anterior a la nuestra evangélica, aunque no tienen una buena asistencia, según Alex ellos no son de comprometerse bien con las a cosas del Señor desde mucho antes, esperemos que eso cambie con el tiempo, que el Espíritu Santo los toque.

Hoy sábado a la mañana junto con mi abuela servimos en el comedor comunitario. Muchas familias vinieron esta mañana y eso llenó de tristeza mi corazón por la pobreza presente en mi pueblo, era algo que no se podía cambiar del todo en este mundo corrupto donde Cristo aún no gobierna pero cuando Él vuelva todo será renovado, ahí sí que la pobreza no existirá pero todavía no es el tiempo, aunque hay que estar atento a las señales en el cielo.

Si bien mi corazón dolía es bueno servir y velar por el humilde ya que es lo Dios Santo manda. Mi deber cambiaba cada sábado, algunos cocinaba otros limpiaba o repartía las viandas en las mesas y si sobraba preparábamos para que se los llevarán a comer en las noches. Por hoy mi función era la de cocinar me desperté temprano para distribuir los ingredientes para preparar el desayuno a la mañana y ahora al mediodía iba hacer el guiso de lentejas. Una vez que finalizaramos con la cocción nosotros comeremos mientras los demás servidores dan los platos a las personas par luego sentarse a almorzar.

Esperando lo Inesperado Saga: "El verdadero Amor I"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora