Capítulo 36

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Gracias a April mi maquillaje fue arreglado, aunque eso no quitaba el rojizo de mis ojos, pero con las luces tenues del gimnasio no se iba a notar que lloré

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Gracias a April mi maquillaje fue arreglado, aunque eso no quitaba el rojizo de mis ojos, pero con las luces tenues del gimnasio no se iba a notar que lloré.

Esta vez sí que era una mezcolanza de emociones, enojo y tristeza porque Álvano me dejó plantada y por su culpa casi me pierdo la fiesta y primer beso de Andrea y Max. Desde un principio que no quería ir con él al baile pero en un momento de desesperación dije que sí, mi verdadero deseo era pasar la noche con mis amigos sin la carga de estar con una pareja que no deseaba, pero como se dieron así las cosas iba a tomarlo de la mejor manera y al final mi deseo de estar en el baile se iba a cumplir, o eso pensaba mucho antes de ser plantada. Toda chica anhela una noche de cuento de hadas donde se ve como una reina y un precioso hombre la acompaña en toda la velada, baile, luces, risas y un poco de romance, aunque Álvano ni ahí que fuera el hombre con el que deseaba pasar esa noche mágica, al menos iba a vivir ese momento inolvidable, y nuevamente digo que eso pensaba hasta que fui plantada. No es que me quiere creer la gran cosa diciendo que Álvano tenía que agradecer que acepté ir con él, nunca pude tener mayor estima de mí misma e incluso ni la adecuada, aunque esta vez sí pensé que merecía una buena noche, incluso si no era con una compañía tan anhelada, pero no fue así, tuvo el descaro de dejarme sola.

Desde un principio que me sonó extraño que no me pasará a buscar pero me convenció tanto que el motivo era por no contar con transporte propio, me ofrecí de buscarlo con mi papá pero nuevamente me convenció que no era lo adecuado, sino que lo mejor era reencontrarnos en la puerta de la escuela.

Estuve media hora esperándolo, los chicos que pasaban me miraban extrañados e incluso algunos intuyeron la situación y se reían de la pobre tonta que esperaba muerta de frío alguien que no iba a ir nunca. ¿Por qué no vino? Era la incógnita que no sabía si quería resolver. Lo único que comprendía es que me había muerto de frío afuera, los pies me dolían por estar tanto tiempo parada y que cualquier cosa me podría suceder caminando sola por la calle a esas horas sino fuera que Álex apareció a mi rescaté.

Hablando de Álex por su causa me sentía aliviada y protegida, él vino en el momento indicado, me trató tan dulce y se preocupo por mí, ahora estaba a mi lado como mi pareja de baile, sin importar que a él no le gustara este tipo de reuniones, sabía que otro sentimiento más cálido también estaba aflorando pero por esta noche no iba a reflexionar sobre eso o a huir, simplemente dejaría que todo fluyera.

Después de que vimos a los chicos entramos los cuatro al gimnasio y encontramos a Duck junto con Brenda quien llevaba un vestido color uva que combinaba con la corbata de mi amigo, parecía que no quería despegarse de él, mmmm. .. al parecer alguien se había enamorado de Duck.

El gimnasio estaba muy hermoso con la decoración. En la entrada había un arco de globo, en el techo colgaban telas blancas y luces de colores, también había una red llena de globos que seguro soltaban en algún momento, una mesa llena de jugos, gaseosas, un puesto con comida. Después para sentarse estaba las gradas, sino habían sillones.

Esperando lo Inesperado Saga: "El verdadero Amor I"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora