Presentation: Starring Role.

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Habían muchos adjetivos que lograban describir medianamente cómo era Peter Parker. Puesto que, el chico solía ser tanto, que un diccionario era una modelo anoréxica en comparación a todos sus atributos y, también, sus defectos virtuosos.

Principalmente, él es hermoso. Del verbo ser, en un marco de tiempo infinito y etéreo.

Un mortal cuya belleza desbordaba sublimidad, que no tenía nada que envidiar al dios olímpico Apolo y asemejaba al espectáculo majestuoso que producía el brillo que se obtiene del planeta Júpiter y del planeta Venus al amanecer.

Podría incluso resultar demasiado irreal la forma en que unos ojos cafés, rodeados de espesas pestañas chocolate y la granada en su boca lograra hechizar hasta al más indiferente. Pero, eran las suaves pinceladas de pecas, casi invisibles, en sus mejillas y la blancura de una hilera de perlas al conjunto de una melodía risueña, para hacer creer al más escéptico en la divinidad y provocar una revolución en cuanto a la definición de arte.

Su rostro se convertía en la imagen de lo que artistas de la Edad Media y Contemporánea visualizan como los seres sobrenaturales llamados ángeles. Otros, comparaban su estética con la que Lucifer algún día poseía y afirmaban que era su reencarnación.

Su cuerpo contrastaba con la finez de la cara. De medida un tanto pequeña, ¿pero quién necesita un enorme hombre cuando lo mejor puede ajustarse a una medida universal de brazos?

La musculatura en él era perfecta, armoniosa y equilibrada. Brazos marcados, piernas largas y la fuerza que ambos producían lograrían arrancar súplicas por placer hasta al más orgulloso y embustero. Los abdominales figuraban como la nueva maravilla del mundo y su espalda como la pieza más tentadora en la historia.

La mejor parte no estaba en sus glúteos, que si bien se convertían en fantasías eternas de cualquiera que tuviese el don de la vista; sino, estaba en aquella flexibilidad regalada por Eros y Afrodita. Habilidad causante en perdidas de cordura entre decenas de hombres y mujeres cuya edad variaba sin freno alguno. Grandes, jóvenes, el número no importaba, era insignificante.

Peter Parker, el pecado andante que nadie temía probar y por el cual la gran mayoría condenaría sus almas a una oportunidad de poseerle.

Sin embargo, como si de un regalo de los cielos y del universo se tratase, el chico no era sólo una figura de belleza magnifica, también era inteligente. Un genio cuyo potencial incrementaba con el paso de los días. Tan brillante que Apolo sin duda debía ser su creador y Atenea su guardián.

Y su corazón, era la gema más preciosa que el cosmos algún día ha creado.

Peter era todo lo que la humanidad entendía como arte, majestuosidad y sublimidad, entonces, sin embargo había un hecho que era incomprensible para su deslumbrante mente:  ¿por qué aquel hombre con el que llevaba casado ocho años prefería degustar de lujos y amigos ricos que de él, su increíble esposo?

El joven se encontraba en la que, legalmente, era su casa en Hawaii, recostado sobre una silla para broncearse junto a la piscina del jardín trasero. Contemplaba el cielo azul detrás de sus Thom Browne, brazos desnudos bajo la cabeza y piernas extendidas con el sol besando la blanca piel.

Externamente era la imagen de una vida maravillosamente perfecta, mas la realidad distaba mucho de tal especulación.

Estaba cansado de sentirse como un estúpido trofeo decorativo en la vida de Sebastian Delacour. De ser una pieza —la más afamada— de la enorme colección de maravillas que el francés poseía con orgullo y amaba presumir a los de su clase. Odiaba ser una maldita posesión en exhibición.

Starring Role |Starker|Where stories live. Discover now