10. Bad guy.

395 39 35
                                    

X. Bad guy.

Ese día anunciaba desde la mañana, ser una calamidad incordiosa justo en el momento en que las gemas marrones del castaño divisaron a una sorprendida Natasha Romanoff entrando por la puerta del taller. Verla desfigurar su angelical rostro lleno perfectas líneas, minutos después que él lograse pasar la tensa prueba de compatibilidad con el nuevo reactor Arc, fue como ver una colisión peligrosa. Por supuesto, Tony temió lo peor.

El momento exacto en que la comprensión la abordó, fue cuando los brillantes océanos se nublaron momentáneamente, enfriándose lenta y cautelosa, tan perspicaz con el caos yaciente en la habitación. El tono azul en su iris se oscureció con una rapidez admirable sobre la extensión violentada del cuello níveo del más joven en la mansión. Natasha mantenía su foco visual absorto en las formas rojizas que habitan alrededor de las clavículas del inglés, a la vez que cada uno de sus rasgos se afila como la punta de una flecha lista para hacerlo sangrar.

No se tenía que ser un genio como los castaños para descubrir la verdad en aquel desastre que eran sus sudados e impunes cuerpos. Tony se veía agotado por donde se mirase, tan hecho mierda debido al Paladio; y Peter, bueno además de tener una colorida gama a lo largo de la garganta, tenía la ropa hecha un lío arrugado y sus labios rosados sobresalían más grandes de lo habitual.

La astuta e intimidante mujer se acercó a ellos depredadoramente, sus caderas de gitana moviéndose peligrosamente y su frío temple haciendo eco en la habitación como una alarma biológica indicando catástrofe y ruina. El rojo escarlata en sus labios creaba pequeños y vibrantes avisos de escape en las cuerdas tensas de Benjamin, sin embargo, él se ha aferrado tanto en aquellos días a su orgullo, que le resulta retorcidamente placentero el causar estragos de este tipo en las personas cuya fortaleza se nota sobre las máscaras indiferentes que usan diariamente.

Si hay algo que Peter sabe con certeza es que no va a salir de esa mansión como si fuese una prostituta o algún insignificante aprovechado, y mucho menos, como un arrepentido chiquillo asustadizo. Él era un genio, una gema preciosa, no un espécimen abandonado de dignidad.

Así que, es en el momento en que la rusa se detiene frente a ambos y que sus tacones de aguja dejan de martillar el mármol blanco, donde Peter le da la bienvenida con una sonrisa. Pequeña, ladeada, nada arrogante y un poco impregnada de satisfacción sexual. Es de esa forma en la que Benjamin se diferencia del resto, no es de los que huyen, él enfrenta a cualquier situación y siempre encuentra la manera de brillar a pesar de la oscuridad que le rodee.

Señor Parker. —comienza ella, tan calmada y ajena, como si encontrar tal escena fuese la cosa más ordinaria del mundo. Externamente su actitud resulta agradable e impredecible, sin embargo, Parker es capaz de ver la intención oculta en esa piel de muñeca rusa. Su voz tranquila no mostró nada más que educación, pero en el "Señor" es donde el mensaje ha quedado envuelto en un tono sutilmente guasón.

Para el castaño sería pretencioso fingir que no lo esperaba, e inocente no esperar el golpe tan pronto, pues ya había tenido la oportunidad de conocer a esa mujer.

Ahora mismo su mejor estrategia recaía en hacerle ver más allá de la escena que sus veían. Romanoff sabía lo que ellos dos hicieron en aquel taller, conocía el estado civil de ambos y podría destrozar los planes de Peter con sólo una oración, pero Benjamin también podría despedazar aquella pantomima que jugaba con Anthony sin que este se diera cuenta.

—Madame Tsarina. —la sonrisa dorada en los labios rosados no vacila a sabiendas de lo mucho que pueden torcerse las jugadas en su partida, incluso se extiende gustosa de desafío y asiente aceptando la amenaza. Los ojos azules de la agente brillan en reconocimiento, nota que Benjamin es más que una cara bonita y un seductor innato.

Starring Role |Starker|Where stories live. Discover now