capítulo 43:la declaración.

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Había pasado tiempo, la gente volvía a vivir tranquila. Bueno, los aldeanos del reino de konoha estaban en calma, por que desde la maldición de los demonios muchos monstruos y maldecidos atacan las grandes naciones y hacen uso negativo en sus habilidades.

Sin embargo para el actual rey, Uzumaki Naruto, le había funcionado bien el sistema que instauró en si reino y las otras naciones también lo imitaron.

Los niños que nacían con "habilidades" tenían la opción de entrenar sus singularidades y defender a su pueblo, al igual que los guardias empezaron a usar nueva tecnología para defenderse y los afectados con edad servían firmemente a su pueblo para protegerlo de la maldad que rundaba en ese tiempo.

Naruto implementó leyes y valores a la gente demonificada, decía que él también lo era y aún así es su rey y adora a su pueblo, que ellos no tienen la culpa de nacer con diferencias, que todos son únicos y necesitan un buen guía. Él quería serlo, quería que cada niño que vivió o vive lo que el pasó debe tener un futuro, seguir su camino y ser respetado por las demás personas.

Se encontraba caminando por uno de los balcones pasillo del palacio, estaba algo preocupado por su esposa, quien había tenido una contracción complicada hace un rato y el rubio no podía entrar¿Estaba dando a luz?¿Habrá perdido al bebé? Se distrajo al sentir un tirón en su pierna, miró hacía abajo y vio a su primer hijo, quien ya tenía seis años.
Era rubio, de ojos azules como los de su padre pero ligeramente más opacos, tenía dos marcas en sus mejillas. Naruto sonrió y sujetó a su hijo en sus brazos.

-¿donde está mamá?-preguntó el pequeño al ver la mirada angustiada de su padre-

-ella está...la están cuidando, tranquilo, mami está bien-le sonrió-

Ambos dirigieron su mirada a la puerta frente a ellos que se abría lentamente, una chica joven de traje gris y delantal salió de ahí.

-su alteza, ya nació-y cómo si esas fueran las últimas palabras que escuchó, corrió con su hijo en brazo a la habitación, donde no se escuchaba ni un sólo llanto-

Ahí estaba ella, la madre de ahora su segundo hijo, tenía el cuerpo lubricado con sudor, su cabello algo despeinado y en sus brazos tenía una bella bebé de unos pocos cabellos azulados cómo su madre, con la misma cantidad de marcas en sus mejillas que las de su hermano.

Naruto lloraba, dichosa su vista. La mujer lo miró y le sonrió, para luego hacerle una señal para que se acercara, boruto, muy inocente, miraba con cautela a la bebé.

El rubio acarició la cabeza de la niña y ella se removió levemente, abriendo un poco sus ojos y dejando ver unos hermosos ojos azules.

-¿Estás bien?-le preguntó el rubio a su esposa, quién rió un poco-

-si, sólo estoy algo cansada, himawari es muy tranquila-naruto sonrió levemente-boruto, es tú hermanita-

El pequeño la miraba curioso, naruto lo acercó a su hermanita recién nacida y éste le sujetó la pequeña y rosada manito que tenía al aire.

-hima...-dijo el con entusiasmo, ambos adultos sonrieron enternecidos-

-lo hiciste bien cariño, ahora tienes que descansar, bien?-acarició su cabeza y el rubio mayor bajó a boruto de sus brazos y tomó a la pequeña-

Ella asintió y recibió un beso en los labios de parte de su esposo y se tumbó en la cama.

...

-madara-sama, la operación está por empezar, está listo?-

-si, lo has hecho bien chico, ahora, debemos ir rumbo a la cumbre, según tengo entendido, ahí se reunirán los líderes de las cinco naciones, verdad?-el hombre tenía su voz más grabe y menos rasposa que la última vez que el joven de cabello negro y una marca en el lado derecho de la cara-

El Destino Los UnióWhere stories live. Discover now