• Garden of Loneliness • | AU Greek Gods #1《Yoonjin/Sujin》[FINALIZADA]

Capítulo 2

—Dime otra vez, ¿por qué vamos a un casino?

Preguntó por tercera vez Yoongi, mientras se bajaban del taxi que los había llevado al Seven Luck, ubicado no muy lejos de su casa, en Gangnam. En la puerta, lleno de luces propios de la noche, los esperaba un enorme cartel con el rostro de Jin, brillante por la luminaria.

— ¿Por qué demonios hay una foto tuya allí?

—Soy actor y modelo. Vas a ver mi cara por toda Corea, bendiciendo a los mortales con mi infinita belleza, así que acostúmbrate.

Yoongi no dijo nada más, pero Jin pudo ver cómo rodaba los ojos, mientras entraban al casino.

Fueron recibidos por el sonido estridente de la música, charla y las máquinas de juego que estaban en más de veinte hileras, con colores brillantes y formas y figuras que invitaban a que uno se siente delante de una y gaste todo su salario en una noche. Aunque en ese momento, se encontraba bastante desierto, ya que no eran más de las nueve de la noche.

El lugar era amplio, y estaba decorado de forma lujosa y ostentosa. Era dedicado especialmente a los extranjeros, por lo que no le sorprendió escuchar hablar en menos de diez pasos, unos cuatro idiomas distintos.

—Busca a Tique. Ella tiene que saber dónde puede estar Eros.

—No sé como luce Tique, creo que la última vez que la vi, era un bebé.

—Vas a saber cuando la veas, es imposible no reconocer a un hijo mío.

—Es hermosa, pero hay muchas mujeres hermosas.

—Tique no es hermosa, es perfecta. Ahora, búscala. Mi localizador no es cien por ciento preciso, sé que está aquí, pero no puedo decir bien dónde.

Yoongi no dice más a esto, y comienza a buscar por las máquinas tragamonedas, una a una a las mujeres que estaban allí jugando. Pero todas eran insulsas mortales, que temblaban un poco cuando él las tocaba. Tras el grito asustado de una de ellas, el pelinegro suelta un suspiro y se sienta dónde antes la mujer estaba sentada.

Desde ese lugar, puede ver las mesas de juego, pero la tercera le llamó la atención. Había un grupo de hombres que superan los cuarenta años, con trajes elegantes y voces estridentes, embelesado por la ruleta que giraba en ese preciso momento, pero no tanto, como por la mujer que estaba entre ellos. Con un cuerpo de reloj de arena y el cabello castaño largo hasta la cadera, la mujer lucía un vestido dorado pegado al cuerpo con uno zapatos de tacón negros que la hacían lucir hermosa y poderosa.

—Tique.

Yoongi se levanta de dónde está, y va hacia la chica. Luego de esquivar a una mujer con poco ropa que casi se le tira encima, llega a las mesas de la ruleta, colocándose al lado de los hombres que estaban con la muchacha. Puede jurar que ella sabe que él estaba ahí, incluso antes de que hagan contacto visual.

Se la ve entera, pero como Jin, tiembla un poco ante su presencia. La sonrisa de su hermoso rostro desaparece, y se ve entre extrañada y asustada, cuando se coloca frente a él. Tienen unos cuantos pasos entre ellos, pero Yoongi no se acerca más. No quiere incomodarla al punto que no hable.

—Buenas noches, Tique.

— ¿Hades? ¿Eres tú...?

—Sí. Estoy aquí con tu madre.

— ¡Nana, cariño!

La chica desplaza los ojos de Yoongi, a Jin, que está detrás de él. Ella sonríe de forma sincera, y pasa por su lado, para abrazar al muchacho entusiasmada. Él le acaricia con suavidad la espalda, acomodando su pelo con sus dedos, de una forma tan amorosa que Yoongi se siente extraño al ser testigo de ello. Cómo si estuviera viendo un momento íntimo y familiar, del que no tendría que ser partícipe.