Capítulo 4

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Nunca vio a nadie ser tan testarudo con respecto a la ropa, a excepción de él mismo. Pero Yoongi se había negado de lleno a usar las prendas que Jin había escogido para él, ya que las suyas estaban mojadas y arruinadas por el agua de mar, y necesitaban estar pronto en el aeropuerto, como para esperar a la tintorería.

Y no entendía el por qué de su reticencia. Hacía un poco de calor, por lo que había optado por unos bellos pantalones cortos blancos y sandalias, con una remera manga corta lila rayada y un sombrero claro para darle un toque más divertido y fresco. Además, tenía un bonito pañuelo anudado al cuello, que hacía que ambos fueran a juego.

Se veían adorables, y Jin no podía creer que el pelinegro no viese eso.

—No voy a usar eso, fin de la discusión.

—Vístete, antes de que salga de esta habitación y me vaya solo a buscar a mi hijo y a Tánatos.

—Pero...

—Juro que por usar pantalones cortos, no te hace menos dios del Inframundo. Ahora vístete.

Yoongi quiso protestar, pero Jin ya había salido de la habitación para entonces. A regañadientes, se colocó la remera y los pantalones cortos. Luego de ajustarse las sandalias, se dijo que no iba a ponerse ese estúpido pañuelo o ese horrible sombrero.

Jin se veía molesto de que no usaba el outfit completo, pero sin siquiera prestar a discusión, anudó el pañuelo al cuello de Yoongi, el cual lo miró con una terrible cara de odio, que el pelirosa no prestó en cuenta.

—Creo que estoy perdiendo mi toque contigo. Ya no te causo miedo, debería hacerte viajar por el Inframundo, para que dejes de ser tan atrevido.

—Te encanta. Ahora, deja de refunfuñar, pareces un abuelo sin su medicina.

—Tengo más de seis mil años, puedo ser un abuelo si quisiera.

—Yo tengo casi la misma edad, y sigo teniendo el alma joven.

El pelinegro no dijo nada más, y para placer del contrario, no se quitó el pañuelo del cuello, pero sí volvió a rezongar cuando Jin se sentó delante del volante y le prohibió manejar hasta el aeropuerto, aludiendo a su poco talento con respecto a la conducción.

El viaje fue una tortura, al menos para Yoongi, ya que Jin bajó el techo del auto y encendió el estéreo, haciendo sonar una canción de un grupo de chicas a todo volumen. Jin cantaba a todo pulmón, y aunque parecía divertido, el chico cantaba de una forma dulce y bonita. Pero no dijo nada, con miedo de alentar a que el pelirosa se la pase cantando para él todo el día.

Ingresaron al aeropuerto, con Jin usando el sombrero que Yoongi se había negado a usar, y arrastrando la maleta cereza, con lentes de sol y caminando como si el mundo fuera de él. Y parecía que así era, porque las personas se giraron a verlo, y muchos murmuraban y le tomaban fotografías, a lo que el pelirosa sonreía a gusto.

Yoongi caminó detrás de él, tratando de evitar las cámaras y los murmullos de las personas, viendo como Jin se pavoneaba coquetamente. Llegaron al mostrador, y la chica que atendía se quedó con la boca abierta mirando al muchacho.

—Cierra la boca, dulzura. Se te va a meter un bicho. —la chica tardó en reaccionar, pero hizo lo que le dijo, con las mejillas sonrojadas. —Quiero dos pasajes en primera clase para Belice, y que salga pronto.

—Sólo hay un vuelo, y está todo vendido, señor.

—Viajemos por el Inframundo. —intentó otra vez, Yoongi. Esperanzado de evitar el viaje en avión.

—Claro que no. Voy a tener mi masaje y mi champagne. —le dice, irritado. —Ahora, tú. —la muchacha rubia abre los ojos, al ver el rostro molesto del chico.

• Garden of Loneliness  • | AU Greek Gods #1《Yoonjin/Sujin》[FINALIZADA]Where stories live. Discover now