Capítulo 3

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—Debería darle caza con las Furias. Tal vez tome tiempo, pero ellas podrían encontrar a Eros.

—Y matarlo en el proceso. —dice irritado, Jin, mientras sube las escaleras hacia su dormitorio, seguido de Yoongi. —Eso no está en discusión.

El pelinegro no responde, porque se queda un poco pasmado cuando entra a la gran recámara del susodicho, y todo es tan rosado, esponjoso y brillante que lo marea un poco. Las paredes están pintadas de un rosa bebé y los pisos de mármol brillantes estaban cubiertos por alfombras peludas de un tono más oscuro de rosa. A su izquierda, había un juego de sillones blancos y dorados con almohadones peludos y algunos peluches de animales que no rompían con la estructura de color del dormitorio. Pudo ver un enorme fotografía en una de las paredes, en blanco y negro, de Jin con su hermoso rostro mirando a la cámara fijamente.

Lo puso un poco nervioso mirarlo fijamente, por lo que corrió la mirada hacia el otro lado del cuarto, a la enorme cama king size con doseles labrados y cobertores emplumados en rosa.

—Parece que un flamenco vomitó tu recámara.

Jin lo fulminó con la mirada, a lo que ingresaba a su vestidor y encendía las luces. Y Yoongi, un poco rezagado, pudo ver la habitación a unos pasos, y no podía creer que alguien tuviera un armario tan grande.

Era una habitación casi del tamaño de la rosada en la que se encontraba, pero esta estaba llena de escaparates con camisas, chaquetas, pantalones y suéteres. Había un sector al fondo, que era una especie de vitrina, con relojes, aros y anillos y algunas otras cadenas, y a un costado, gemelos y corbatas. Yoongi está seguro que jamás vio tanta ropa junta en su vida.

De uno de los escaparates de la derecha, Jin tomó una enorme valija vacía, con una enorme cereza en la tapa, y comenzó a llenarla de ropa de forma ordenada.

—¿Por qué empacas?

—Escuchaste a Nana, debemos ir al mar.

— ¿Piensas recorrer todo el océano hasta dar con Eros y Tánatos?

—Claro que no, tontito. Pienso ir al mar a contactar a alguien que pueda haberlos visto u oído algo de ellos.

— ¿Poseidón? Tiene que ser una cargada.

—No, no con él. Las cosas no terminaron bien con él después de que Eros lo abandonó.

—Que raro tu hijo causando problemas. —ante la fea mirada del pelirosa, Yoongi se apuró a añadir —Si no es a Poseidón, ¿quién?.

—A mi hijo, Rodo.

—Creí que Rodo era una diosa.

—Adoptó el traje de un hombre, tras conocer a Apolo. Viven juntos en la isla de Delfos, pero estoy seguro que si lo llamo desde el mar, va a ser capaz de oírme y venir a mi encuentro.

—Jamás voy a entender sus enroscadas relaciones, primero sales tú con él, ¿y ahora tu hijo?

—Jamás salí con Apolo. Odio a su hermana y ella a mí, por lo que nunca tuvimos buena relación. Pero Taehyung lo ama, así que, no me voy a meter en su relación.

— ¿Por qué no me sorprende que odies a Artemisa?

—Es tan mosca muerta. Cree que por tener más de seis milenios de celibato es mejor que yo. Vive amargada justamente por eso.

—No todo en la vida es sexo, Seokjin.

—El que dice eso, es porque jamás ha tenido uno bueno.

Yoongi rueda los ojos, apoyando su trasero sobre el peludo acolchado de la cama del pelirosa. El aludido lo mira algo divertido, mientras cierra su maleta y la hace rodar hasta los pies de su cama.

• Garden of Loneliness  • | AU Greek Gods #1《Yoonjin/Sujin》[FINALIZADA]Where stories live. Discover now