Capítulo 7

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Ofuscado por los hechos que últimamente rodeaban su vida decidió, ya que Yoongi no aparecía por ningún lugar, hacer lo que siempre lo relajaba y volvía a su eje, y eso era un día de spa. Lo primero que hizo, fue ir a darse un baño de inmersión, con un delicioso aroma a rosas y el agua tan caliente que volvía su piel de un rosado oscuro, y lo dejaba algo soñoliento.

Cuando salió de allí, fue a hacerse una mascarilla y exfoliación de piel, y un masaje de pies que le sentó de maravilla. Mientras los dedos de la mujer recorrían desde su tobillo a su empeine, y hacían que todo su cuerpo se relajara, dejó estar los terribles acontecimientos de esa mañana, y las crueles uñas de las Keres atravesando su piel, de lo que solo quedaban cuatro líneas pálidas en su espalda, como si fuera una vieja cicatriz. En unas horas, esperaba que desaparecieran por completo o realmente iba a ir hasta al Tártaro y matarlas personalmente.

Dejó lo mejor para lo último, que era un masaje lleno de aceites con olor a coco, manos calientes, pero no tan calientes como el beliceño alto y robusto, de piel oscura y ojos miel, que le sonrió con una perfecta hilera de dientes, mientras lo recostaba en la camilla y le quitaba la toalla que lo cubría.

Pasó sus manos aceitadas por sus hombros y luego por su espalda, apretando sus dedos de una forma tan deliciosa que Jin pudo dormirse o correrse en ese mismo momento, no podía decidir cuál. Las manos del hombre descendieron a la parte baja de su espalda, y casi imperceptiblemente rozaron su trasero.

Casi imperceptible. Porque Jin lo sintió, y se puso un poco caliente al imaginarse sobre ese hombre grande y corpulento que estaba como un camión.

El hombre se detuvo, pero luego volvió a iniciar el masaje nuevamente, aunque esta vez era diferente. Las manos antes cálidas y grandes, ahora eran huesudas y frías, y abriendo los ojos soñoliento, vio a Yoongi inclinado sobre su cuerpo, acariciando su espalda.

Del susto, se levantó de la camilla y lo observó un poco horrorizado. Pero sus ojos pasaron del rostro de Yoongi, al beliceño que anteriormente le estaba haciendo un masaje, que se encontraba tendido en el suelo, con los ojos cerrados y los brazos estirados como alas, teniendo una gran similitud con un muñeco de trapo abandonado.

—Dime que está vivo.

—Sólo está dormido.

—Estaba teniendo el masaje de mi vida. —replica, exagerando un poco, pero irritado porque el chico estuviera allí. También un poco caliente, porque estaba desnudo y Yoongi completamente vestido, sin dejar de observar.

—Estaba tocándote el trasero.

—Era un masaje completo.

—No creo que fuese necesario que metiera sus dedos dentro de tu trasero.

Jin no responde, porque en ese momento ve una vena latir en el cuello de Yoongi, y se da cuenta que verdaderamente está molesto por la intromisión del hombre moreno, y eso no hace más que encenderlo y despertar cada nervio de su cuerpo, que gritaba porque el pelinegro volviera a tocarlo como en el avión.

—No es tu problema, ahora vete y despierta a mi sexy masajista. Muchas gracias.

Se vuelve a recostar en la camilla, irritado de que aquel hombre despertara tantos sentimientos dentro suyo. Desde el odio irrefrenable, al deseo que podría incinerar un bosque de un soplido.

No se movió cuando lo sintió detrás suyo, y tampoco lo hizo cuando la boca del contrario se presionó en su nuca y fue descendiendo por su espalda hasta el inicio de su trasero. Porque si bien quería gritarle y mandarlo de vuelta al Inframundo de una patada, no podía negar que adoraba cuando Yoongi lo tocaba. Incluso cuando solamente lo miraba.

• Garden of Loneliness  • | AU Greek Gods #1《Yoonjin/Sujin》[FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora