14. Escape

1.1K 48 107
                                    

Zoe

-¿Por qué estás tan enojada?- replicó Kayn tirando de mi brazo para que pudiese verlo -¿Acaso fue por que me dejé besar por tu amiga?-

-Esa puta nunca será mi amiga- escupí las palabras con enojo. No es que Evelynn y yo fuéramos como agua y aceite solo por esto, sino que simplemente anda con medio mundo y eso es algo que logra joderme, pues no me gusta su manera de ser ni como va arruinando relaciones -Y sí Kayn, fue por eso. ¿Alguna otra pregunta?-

-Oh Zoecita- acarició mi cara y cabello, yo moví la cabeza para quitar su mano de mi, aunque los intentos solo hicieron que él entrelazara su mano con el cabello cerca de mi nuca y me acercara a el -Que triste que te enojes por eso, eres una niñita celosa-

No voy a dejar que me bese, no lo quiero, lo odio, es igual de puto que Evelynn... A quién engaño.

-Tengo mis razones para serlo- jalé su cabello, juntando así nuestros labios en un beso; simplemente era evidente que él quería que lo besase, pues en cuando lo hice el continuó el ritmo de este instantáneamente.

Al separarnos nadie dijo nada, sólo volvíamos a la fiesta tranquilamente, como si nada hubiera pasado.

-¿Qué somos?- se atrevió a preguntar, rompiendo el silencio de la situación. Suspiré sin saber que decir, ni siquiera yo sabía que éramos.

-Supongo que amigos- susurré desviando la mirada, viendo en las paredes de los edificios mi sombra.

-¿Supones? Y los amigos se besan, ¿no?- aquello había sonado más como sarcasmo y un toque de enojo, era eso, pero no podía dejar que el me controlara más.

-No lo sé, pregúntaselo a tu yo de hace unas semanas, ese que un día después de casi hacerlo conmigo me dijo "No, no, somos amigos, no te quiero lastimar"- bufé. Kayn desvió la mirada también, la tensión se entendía, estábamos siendo infieles a nuestras parejas y ni siquiera sabíamos por qué.

-Me gustas- murmuró. Por su tono tan leve de voz se podría deducir que él no tenía intención de que yo escuchase, más sin embargo, lo hice.

-Tu también me atraes- murmuré igualmente. Los dos habíamos escuchado lo que el otro había dicho y era obvio, pero ahora: ¿Qué se supone que haríamos? Ya nos confesamos pero seguimos con pareja los dos.

-Entonces... Eh, bueno...- Kayn era incapaz de encontrar palabras exactas por los nervios que debería de estar sintiendo -Yo quería llevarte a Noxus, quiero que conozcas a alguien que quiero mucho-

-¿A tu novia?- bromeé sin intención de que alguno de los dos le tomara gracia, pero sin pensarlo los dos nos carcajeamos. Somos unos completos idiotas por reírnos de algo que ni siquiera era un chiste.

-No- suspiró calmando su risa -A mi maestro y mejor amigo, Jhinnie-

-¿Qué clase de vanidoso se llama Jhinnie?- pregunté sonriendo, me parecía un nombre bastante estúpido para un artista que se respeta -Digo, es un pintor, ¿no? Debería tener un nombre que imponga-

-Es escultor, bailarín, actor y aveces suele cantar y pintar. Alguien genial y lleno de virtudes- reí ante la expresión de Kayn al describir al tal Jhinnie, pues parecía una adolescente enamorada de su primer crush serio.

-Cierra la boca que se te cae la baba- reí, noté un leve sonrojo en sus mejillas, aunque parecería estúpido, por un momento pensé que ese tal Jhinnie era la pareja de Kayn por como hablaba de él y las expresiones que tenía.

De repente puso su mano frente a mi, haciendo que chocara con ella y me detuviera.

-Vámonos ya- susurró sonriendo, su sonrisa cada vez se ampliaban más y sus ojos tomaron un brillo inigualable -Llegaremos por la mañana, juro que te regreso a Piltóver el domingo por la noche-

-¿Irnos ya? Si ni siquiera dije que sí- era algo que me asustaba, pues no sabía como eran las calles de Noxus de madrugada y sinceramente no lo quería descubrir.

-Andaaaaaa- se encogió de hombros moviendo mi brazo frenéticamente, suspiré haciendo una mueca para después sonreirle, se veía realmente tierno cuando actuaba como un niño pequeño ante sus padres cuando quería que le compraran algo.

-Bien, sólo debo decirle a Sarah- deslicé mi mano hacia mi bolsa para sacar mi celular, automáticamente Kayn me detuvo tomando mi mano entre las suyas.

-No, creeme cuando te digo que ellas no te dejarán ir sabiendo que irás conmigo. Por favor Zoe, vámonos sin decirle nada a nadie...- suplicó pegando mi mano a su pecho, sentía el latir de su corazón acelerado, me sonrojé al sentir sus nervios o quizás emoción por llevarme a su ciudad.

-Bien, pero me quiero sana y salva en la puerta de mi casa el domingo por la noche- regañé cruzándome de brazos fingiendo molestia. Kayn sonrió ampliamente y comenzó a dar saltitos pequeños mientras aplaudía, sonreí como una estúpida al ver lo tierno que era.

-¡Vámonos!- tomó mi mano felizmente mientras comenzó a correr hacia donde había dejado su coche. Yo simplemente sonreía al momento de subir al coche y que Kayn arrancara en un instante.

Al llegar a carretera mi pulso se había tranquilizado, estaba emocionada y feliz. Estaba escapando de casa para huir con el chico que me gusta por un fin de semana.

-No sé que estoy haciendo, pero me gusta... ¿A ti no?- murmuré, estoy pensando en voz alta.

-Demasiado- acercó su mano a donde estaba la mía apoyada, la puso encima de esta -Realmente demasiado-

[...]

Abrí los ojos lentamente, parpadeando constantemente; los rayos de la luz del día estaban golpeando mis párpados, allí fue cuando giré la cabeza encontrándome a Kayn con una cara un tanto adormilada.

-Buenos días- sonrió, miré hacia adelante, parecía que acabábamos de llegar a Noxus y también que Kayn no había dormido en toda la noche.

-¿Si quiera dormiste algo?- pregunté un poco preocupada, pues no quería quedar como una calcamonía si Kayn chocaba.

-Claro, paré en la carretera por la noche y dormí un poco, aún así estoy un poco cansado. Pero ya casi llegamos a casa de Jhinnie, él me dejará dormir en su cama un rato- bostezó.

Pasaron unos cuantos minutos para que Kayn estacionara el coche y tocábamos la puerta de una casa con una puerta de madera color café bastante amplia, unos ventanales cubiertos con cortinas blancas y leves estampados de lírios, las paredes externas de la casa eran blancas y se podría notar a través de las cortinas que las paredes interiores también eran blancas.

-Jhinnie, soy Kayn- habló presionando un botón acercándose a una pequeña bocina. Detrás de ella una leve y masculina voz rió.

-Kaynnie, pasa, pasa, estás en tu casa- Kayn obedeció tomando mi mano para pasar a la casa. Tenía olor a lirios y rosas, era una casa bastante moderna y amplia, todo era blanco con algunos toques carmesí, había una tenue música clásica de fondo en toda la casa; y de unas escaleras de madera bajaba un chico joven con una bata dorada y cabello castaño.

-Hola, Jhinnie- sonrió Kayn, forzando su expresión a verse lo menos cansada que se pudiera.

-Oh cariño, te ves destrozado- "Jhinnie" bajó las escaleras rápidamente y tomó la cara de Kayn entre sus manos -Acuestate en mi cama, descansa un poco-

-Gracias, maestro Jhin- murmuró Kayn, subió las escaleras y una vez arriba exclamó -Zoe, conozcanse, sé que lograrán llevarse bien-

Jhin y yo nos vimos mutuamente, el me sonrió y yo forcé una sonrisa.

-Hola querida- me hizo una reverencia -Sientate, adelante-

-Eh... Hola Jhin, gracias- caminé hacia el sofá y me senté con cuidado.

-¿Se te ofrece algo de tomar? Vamos a hablar mientras Kaynnie está descansando-

--------

MuERO
dE
cALORRRRR

#PrayForMexicoPls

Remember. [Kayn x Zoe] [2]Kde žijí příběhy. Začni objevovat