capítulo 26

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Una vez emprendiendo hacia al norte adentrándose lo más profundo del bosque, siendo perseguidos por una gran cantidad de demonios, Bankotsu uno que otro lanzaba algún ataque y Kagome con sus flechas, los demonios más intervenía en su escape hacia al norte ; Yuko saltaba entre los arbustos rocas y ramas esquivando uno que otro ataque de los demonios pero Yuko no se dejaba nada fácil mientras uno que otro demonio era arrancado por la yugular dejando a Yuko sus colmillos y su pelo todo lleno de sangre

La batalla se estaba poniendo a todos agotados Kagome ya no tenía mucho poder para purificar a todos los demonios, Bankotsu se encontraba agitado pero aun así no dejaba que los demonios se les acercara. Yuko empieza a disminuir la velocidad se estaba empezando a cansarse

A medida que transcurría los minutos todos se dieron cuenta que se encontraban acorralados por ese ejército de demonios; Bankotsu se baja de Yuko al igual que Kagome 

Bankotsu poniéndose delante de Kagome agarrando su alabarda empieza atacar a los enormes ogros que empezaban a lanzar bolas de fuego hacia Bankotsu.

Mientras Kagome empieza a crear un campo de protección mientras empezaba a lanzar sus flechas dentro de ella, Yuko no se quedó atrás saliendo de ese campo salió a ayudar a Bankotsu destruyendo a los pequeños demonios veloces que le querían atacar por detrás cubriéndole la espalda

Las fuerza de Kagome le estaban abandonado en cada minuto, que su campo de protección empezó a desintegrarse al recibir un ataque de un demonio haciendo que Kagome caiga de rodillas pero no antes de expulsar con sus manos una cantidad de energía hacia al monstruo desintegrándole; Kagome empieza a respirar agitadamente por el esfuerzo que se encontraba haciendo, empieza a ver un poco borroso a su alrededor, sin  darse cuenta que un demonio se encontraba al asecho

Bankotsu al ver como se encontraba Kagome y como un demonio se le acercaba por detrás. Bankotsu no lo dudo ni en un segundo se lanza hacia la cabeza de ese dragón clavando su alabarda en su cabeza, así impidiendo que Kagome sea devorada. Cayendo cerca de Kagome

–Kagome –se le acerca a ella – ¿te encuentras bien? –tomando su mentó para verla mejor

–Si… estoy bien, es solo que estoy un poco cansada –mirándole a los ojos –son demasiados Bankotsu, y todavía vienen mas

–Lo sé, Kagome –empezando a ver a su alrededor –pero no tenemos más opción –ayudando a Kagome a ponerse de pie –tenemos que salir de aquí –mirando como Yuko acababa con un demonio –Kagome tú y Yuko se estarán adelantando mientras yo los distraigo

–no Bankotsu... yo no me voy sin ti

–Escúchame –agarrándole de sus hombro para que le escuche –yo estaré viniendo detrás de ustedes, busquen un lugar seguro ¿está bien?

–no Bankotsu, yo no quiero irme sin ti

–sé que no lo harías. Pero si sigues así conmigo, me serás un estorbo y no podre protegerte –mirando como Kagome se les salía unas lágrimas silenciosa –te prometo que voy a volver solo será por un momento –al momento de decirlo llama a Yuko para que se acerque

–promételo, Bankotsu promételo –mientras era puesta en el lomo de Yuko

–lo prometo Kagome –mientras le daba un pequeño beso en los labios y en la frente –además yo no me dejaría que estas basura me maten –mostrando una sonrisa maliciosa mientras ponía su alabarda apoyando en su hombro –Yuko, te lo dejo a cargo cuídala bien hasta que yo regrese, cosa que no durara mucho –mientras acariciaba el pelaje del zorro –bien no pierdan más tiempo váyanse

–Bankotsu… te estaremos esperándote –lo dice mientras se aleaba

Al escuchar eso Bankotsu  sonríe un poco al saber que Kagome estará a salvo, pero su sonrisa desapareció al escuchar varios gruñidos de varios demonios que empezaban a venir hacia a él.

Unidos por la perla de shikonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora