capítulo 41

1.3K 134 15
                                    


Ya había pasado un año después de la destrucción de Naraku pero… los problemas como las desgracias aún seguían de pie. Todo por cumpla de la perla de Shikon… que se encontraba en el cielo, siendo rodeada por varios demonios y esencias malignas; haciendo que la putrefacción del lugar se empiece, a contaminar a todo lo que le rodeaba, los cadáveres de los demonios empezaba a dañar las tierras como trayendo también enfermedades por el mal olor, haciendo que varias personas mueran por las enfermedades

Inuyasha y Kikyo fueron a los refugios, asegurando a las personas y demonios que se encontraba resguardados ahí para sobrevivir.

Inuyasha de vez en cuando iba con Koga a destruir a uno que otros demonios que se le ocurría destruir los refugios; viendo a lo lejos que Sesshomaru también lo hacía pero en una distancia prudente.

Sango junto con los compañeros de Koga se encontraba en búsqueda de alimentos y provisiones; Shippo ayudaba con la anciana Kaede con la medicina para curar a los enfermos y  a los heridos

Inuyasha veía como todos hacia lo posible en ayudar a otros, para sobrevivir a lo que queda de vida.

Todo por cumpla de la perla de Shikon; de vez en cuando iba ayudar a Kikyo en búsqueda de hierbas frescas... pero la mayor parte se encontraba podrido y sin vida. Viendo que Kikyo a veces se desesperaba por ayudar con su poder en ayudar a los enfermos y heridos, muchos son salvados por Sesshomaru gracias a colmillo sagrado

Ya una vez de noche, todos se encontraban durmiendo a lo que podían en los refugios de las cuevas. Inuyasha se despierta al sentir un poder espiritual afuera de la cueva; decidido a levantarse para ver de dónde viene ese poder

Una vez fuera del refugio, se encontró con Kikyo concentrando su poder en sus flechas, una vez que lo hace se pone de pie y dispuesta en disparar pero…se empieza a debilitarse cayendo al suelo; Inuyasha al ver eso se dispone en atraparla, viendo que ella se encontraba débil y con lágrimas en los ojos

–Kikyo…si sigues asi… acabaras con tu vida –empezando a cargarla

–otra vez lo hizo

Llega una voz atrás de su espalda haciendo que Inuyasha se de la vuelta

–Miroku… que haces de pie?, deberías estar descansando

–estoy bien Inuyasha, ya descanse demasiado…no necesito que te preocupes

–fhe, yo no me preocupo –acercándose con Kikyo en sus brazos –pero si Sango se entera ella misma te dará una razón para que descanses

–mmmm en eso tienes razón –sentándose afuera de la cueva –pero yo solo quería tomar aire fresco, estar ahí adentro sofoca –soltando un gran suspiro agotador

–está bien…en un momento vengo

–no es necesario que me acompañes Inuyasha. estaré bien

–Cállate, si Sango se entera que yo te deje solo, ella misma me matara –menciona Inuyasha ya llevando a Kikyo dentro del refugio

–aaah… que te cuesta admitir que te preocupo –una vez dicho se escucha a un Inuyasha diciendo... que no quería sentir el enojo de Sango; haciendo que Miroku sonria de lado

Una vez que los dos se encontraba afueras de la cueva Inuyasha teniendo su vista en la perla que se encontraba en el cielo muy lejos del refugio, como si fuera una estrella negra con unos pequeños destellos de luz y que lo cubría por una nube que estaban compuestos de demonios y esencias malignas; el silencio se hacía más denso en ese momento, haciendo que Miroku decida romper el ambiente y a los pensamientos de Inuyasha

–oye Inuyasha

–mmmmm?

–a pesar de la muerte de Naraku las desgracias a un sigue

Unidos por la perla de shikonWhere stories live. Discover now