capítulo 32

1.7K 167 2
                                    


Ya había pasado 3 meses desde que Bankotsu y Kagome que se unieron al grupo de Inuyasha; al principio se encontraba con una distancia prudente pero a medida que luchaba en las peleas con los demonios la distancia entre ellos fueron olvidados con tal de unir fuerzas.

Kagome empezaba a llevarse bien con las mujeres y el monje; pero con Inuyasha obtenía siempre en peleas y discusiones mientras Bankotsu siempre observaba las peleas típicas que hacían al final siempre que Kagome sacaba un pergamino haciendo que Inuyasha quede electrocutado así poniendo fin a la pelea

Bankotsu que siempre observaba toda la pelea al igual que todos los del grupo; ve como Kagome se le acerca escondiéndose atrás de su cuerpo porque siempre que Kagome le electrocuta, Inuyasha se levanta para por lo menos para agarrarla pero una vez que mira que está a la protección de Bankotsu se retira con una furia

Bankotsu suelta un gran suspiro de cansancio –oye Kagome ya deja de hacer enojar a la bestia –mientras miraba como Inuyasha destruía el pergamino que uso Kagome –si sigues así ya no te quedaran tus pergaminos para que le electrocutes

–el empezó! –grita Kagome aferrándose más a Bankotsu

–ya sé que es una tonta bestia que no tiene límites, pero date cuentas que si sigues así quemándole, ya no tendrá cabeza para pensar

–¡te escuche Bankotsu! –grita Inuyasha desde el otro extremo

–lo se bestia –lo dice Bankotsu con una sonrisa traviesa

–mhp! es un testarudo, como es que no entiende que la señorita Kikyo necesita hacerse esa meditación junto con el monje para aumentar sus poderes espirituales –Kagome habla mientras veía a otro lado

–lo sé... Ahora que lo dices… tú también deberías ir hacer eso –mientras acariciaba el rostro de Kagome

–pero… yo no…

–¿porque estás aquí? deberías ir también a la cascada… ahora que tú también tienes poderes espirituales
 
–pero yo no quiero dejarte con ese tonto engreído –al decir eso Kagome le da una mirada seria a Inuyasha 

–Tranquila Kagome estaré aquí a vigilándolos –dice Sango mientras limpiaba su bumerang

–estas segura que pudieras con ellos? –pregunta Kagome mientras apuntaba a los dos hombres

–oye me estas ofendiendo, que si piensas que me meteré en problemas –dice Bankotsu con un tic en una de sus cejas

Pero Sango interrumpe –Tranquila, solo ve a entrenar… estaré con Kirara y yo creo que Yuko me ayudara también…si llega a pasar algo, no lo crees?

–es verdad –empezando a sonreír; se levanta dirigiéndose donde se encuentra Miroku y Kikyo –bien iré –dándole un beso en la mejilla de Bankotsu –compórtate bien, mientras no esté –extiende su mano en forma de despedida –y no se metan en problemas!

–mhp! –mientras cruzaba los brazos Inuyasha veía con odio a Bankotsu; pero de ahí suelte un suspiro – ¡Bankotsu!

–¿qué quieres bestia? –habla Bankotsu mientras cerraba los ojos

–por qué no te vienes más a la fogata? –menciona Inuyasha seriamente sin apartar la vista de la fogata

–intentas ser amable bestia

–fhe! no molestes –mientras desviaba su mirada a otro lado

–No gracias, bestia… no necesito de tu comprensión –mientras ponía sus brazos atrás de su cabeza para apoyarse como almohada

–fhe! –dice Inuyasha mientras se ponía de pie dirigiéndose hacia Bankotsu

–espera! ¿que haces Inuyasha? –Dice Sango al ver como Inuyasha se dirigía hacia Bankotsu –espera Inuyasha

Unidos por la perla de shikonWhere stories live. Discover now