capítulo 36

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En la mañana siguiente en alguna parte del bosque se podía escuchar los gritos y choques de armas y uno que otro poder así también destruyendo todo a su paso haciendo varios temblores por la batalla que se daban en ese momento; a hi viene corriendo Kikyo con su arco hacia el lugar llegando a ver la causa de los destrozos del bosque.

–Que es lo que sucede? –menciona Kikyo al ver como Bankotsu e Inuyasha peleaban con sus armas; Kikyo dispuesta a detener la batalla hasta que alguien le saca de sus pensamientos

–ah! Kikyo llegaste –menciona Kagome mientras comía unos cerezos junto con su zorro a lado sentados, viendo la batalla –quieres? –mostrando los cerezos

–ah no, pero… ¿qué es lo que está sucediendo? –Volviendo su vista hacia la pelea –¿porque están peleando?

–peleando? Ah!! No…. Bankotsu decidió entrenar pero, creo que Inuyasha sigue furioso por lo que usaste el conjuro ayer –le explica mientras comía unos cerezos más

–ya veo… así que solo están entrenado

–si, dice que quieren poner en práctica uno de sus poderes de su espada de Inuyasha al igual que Bankotsu

–ya veo…. y yo pensé que…

–No debes de preocuparte –haciendo un gesto para que se sienten a su lado –ellos estarán bien –regalándole una sonrisa

Mientras que Bankotsu interceptaba los ataque de Inuyasha con su alabarda haciendo que el retroceda un poco

–¿Que pasa, Inuyasha que ya te cansaste? –dejando que Inuyasha retroceda a unos metros alejados

–fhe! no molestes Bankotsu –mientras respiraba pesadamente –piensas que me voy a rendir así de fácil

–qué bueno bestia por si no me aburrirías –mientras lanzaba su alabarda de nuevo al ataque

–fhe! sí que eres muy confiado Bankotsu –se pone al ataque transformando su espada en forma de diamantes sacando la lanza de diamantes –(kongosoha)lanza de diamantes –haciendo que en el acto Bankotsu se cubra con su alabarda

–muy bien... a ver, que más tienes –mientras se lanzaba otra vez a la batalla

–fhe! no me subestimes –lanzándose otra vez con el choque de armas; haciendo retroceder un poco a Bankotsu y ahí aprovecho para transformar su espada en negro –medio zangetsuha –lanzado en formas de cuchillas

–Vaya bestia sí que tiene mucho que demostrar –mostrando una sonrisa lasciva –me sorprende a pesar de ser un hanyou no eres nada débil –menciona Bankotsu mientras clavaba su alabarda en el suelo para apoyarse en el poniendo sus manos atrás de su cabeza

–fhe! ¡ya deja de jugar Bankotsu y pelea!

–mmmm estás enojado por lo de ayer –viendo como Inuyasha seguía gruñendo –ahs por favor no deberías enojarte conmigo –empezando a cerrar los ojos –deberías hablar eso con tu sacerdotisa

–ahs! ¡cállate! tú fuiste que le dijo que lo dijera –mientras le apuntaba con la espada

–mph! no me culpes. Que es que odio que me vigilen –mientras le sonreía – es por eso que le pedí que lo hiciera

–grrrr tu maldito, te matare –lanzándose atacar; pero Bankotsu en un rápido movimiento se agacha la cabeza y de un rápido movimiento le da un puñetazo en la quijada de Inuyasha y luego una patada en su estómago y así enviándolo a estrellarse con unos árboles –grrr maldito Bankotsu –intentando levantarse pero se detiene al ver que una alabarda estaba apuntándole en su cuello

Unidos por la perla de shikonWhere stories live. Discover now