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Ninguno de los dos estaba demasiado atento a lo que el chino bebía, simplemente de vez en cuando Yuri le pedía su cartera y se iba a pedir algo, siempre le traía a Guang Hong algo más que bebía rápidamente sin preguntar, sin darse cuenta realmente de lo que hacía.

Y como Leo tampoco se había dado cuenta, no se fijó en que ya estaba algo raro cuando le preguntó si podían hablar un momento a solas. Simplemente se lo llevó a una calle más tranquila para que le dijera lo que fuera. No se esperó que pasara las manos por sus hombros y sonriera de esa forma tan bonita que tenía él de sonreír.

─Estaba bastante asustado antes de venir, pero al final me lo he pasado bien y me alegra haber conocido a tus amigos ─dijo en voz baja sin dejar de sonreír─. Gracias por todo Leo. ─murmuró para finalizar y completar el abrazo, escondiendo su cara en el cuello de su novio.

No se esperaba algo así, no sabía a cuanto se refería con el "gracias por todo", ¿era solo por esa noche? o ¿era en general?

Trató de no hacerse más preguntas, solo devolvió el abrazo y se alegró porque se tenían el uno al otro.

─Te quiero ─murmuró Guang Hong muy bajito, pero estaba pegado a la oreja de Leo y él lo escuchó claramente. Su corazón empezó a irle a mil y no pudo evitar que las lágrimas de emoción le llegaran a los ojos.

Era la primera vez que se lo decía.

Lo apartó de él para mirarle a la cara, sujetándole con mucho cariño mientras le acariciaba esas pecas que tanto le gustaban.

─Guang Hong... Mi vida, te amo muchísimo ─confesó sin poder ocultar su emoción antes de besar sus labios con mucha suavidad, Guang Hong solo cerró los ojos y se dejó hacer.

Cuando Leo lo vio tan dócil y tan bonito con sus ojos cerrados sintió que se enamoraba de nuevo y empezó a dejar besos suaves por toda su cara, hasta que llegó a la zona de sus mejillas y las besó con insistencia.

─¿Qué haces? ─preguntó después de bastantes besos entre risas flojas.

─Beso tus pecas ─explicó─. Son preciosas.

El chino no pudo evitar la carcajada que salió de él y se separó un poco de su novio, mirándole con una sonrisa tonta en el rostro. Leo también sonrió y acortó las distancias de nuevo para besar otra vez sus labios.

Volvieron a abrazarse y a juntar sus cuerpos mientras sus labios se movían con suavidad, con las manos en su cintura, Leo empujó con cuidado al chico contra la pared con intención de estar más cómodos con un punto de apoyo.

El beso era suave y lento, estaban demostrando todo el cariño que sentía a través de éste. Leo sintió un escalofrío cuando su novio empezó a acariciar el pelo de su nuca; él abrazó su cintura, haciendo el abrazo más apretado.

En algún momento, Guang Hong abrió sus labios, dando un permiso sutil de llevar el beso al siguiente nivel. Leo lo comprendió y, aunque aún no tenía su lengua curioseando en la cavidad contraría sí que aprovechó para morder ligeramente esos labios que se le ofrecían.

Cuando escuchó el primer gemido ahogado por parte del chino lo vio como una señal irrefutable de que podía continuar y su lengua se hizo presente. las caricias en su pelo cesaron, Guang Hong le abrazó más fuerte y no tardó en seguir su movimiento.

En algún momento del beso, Leo había introducido, sin apenas darse cuenta, sus manos por debajo de la estrecha camiseta que le quedaba tan bien y que no sabía que el chino tenía. Le divirtió notar la piel erizada mientras le acariciaba.

Sin dejar de besarle, bajó una de sus manos mientras la otra se quedó en su espalda propinando suaves caricias, lentamente llegó a acariciar su perfecto culo por encima del pantalón, aún sobre la tela gruesa de ésta, Guang Hong lo sintió como para dejar salir un gemido que se perdió entre ambos labios.

Little PervertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora