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Su cuerpo sobre el verde del pasto subía y bajaba con cada respiración, con su pecho inflandose en cada bocanada de aire mientras sus mejillas tenían ese tono carmesí que muy pocas veces veía en su rostro, el calor lo hizo deshacerse del molesto abrigo para el frío de la nieve que yacía cerca de una roca entre los árboles, su sonrisa era brillante y su pequeña risa sonaba a la par que la del castaño, con apenas 2 horas de estar correteando y escondiéndose entre un juego de atraparse con él mayor, tanto Mark como Jackson estaban completamente agitados sobre la tierra húmeda y las hierbas que crecían en esta, el fresco de la nieve se sentía cerca a pesar de que está no se encontrarba del todo cerca. Mark giró levemente sus ojos buscando la mirada de Jackson, la cual encontró en esos profundos ojos color miel que hicieron contacto con los suyos en el momento exacto, sus respiraciones fueron calmandose mientras se sonreían mutuamente.

— Jugar contigo es divertido.— dijo el mayor entre jadeos leves que se fueron dicipando mientras recobraba el aliento con las mejillas rojizas, sentándose de espaldas al peliblanco.

— A mi también me gusta.— Mark rió levemente sentándose de igual manera.— Quiero seguir jugando... ¿Podemos ser amigos?— le sonrió girando la cabeza para ver su reacción y su respuesta.

— Me gustaría.— respondió el castaño con un tono serio.— no sé, te veo mañana aquí, juguemos a otra cosa entonces.

— Claro.— finalizó Mark alegremente.

Jackson tomó una pequeña hoja del suelo y se la llevó entre sus manos comenzando a avanzar hacia el sendero de árboles verdes y altos, de todo tipo. Mark por otro lado tomó de la misma forma una hoja sin apartar la mirada del mayor mientras caminaba y se perdía rápidamente de su vista. Miró la pequeña hoja entre sus dedos dándole un par de vueltas con una sonrisa, se colocó su abrigo de vuelta y caminó hacia la parte nevada del bosque. Sus pies iban dejando huellas en la nieve con las botas que le facilitaban el paso. Entre pequeños estornudos y escalofríos llegó al pueblo, donde puso un pie e inmediatamente todos le voltearon a ver en silencio.

— Mark Tuan.— resonó la voz del alfa líder.

— Papá... Yo...— Mark intentó excusarse bajando la mirada al sentir los profundos ojos negros de su padre sobre él.

— Vamos a casa.— Mark asintió tomando la mano del hombre y caminó nervioso con él hasta su hogar.

Su madre de forma desesperada corrió hacia la puerta tomando al peliblanco entre sus brazos y estrujandolo fuertemente en un abrazo.

— ¡¿Cómo has podido irte así sin más?! Me tenías tan preocupada.— olfateó a su cachorro en busca de aromas extraños, encontrando solamente el aroma de la nieve y los árboles.

— A tu habitación, Mark.—  decretó su padre con el semblante serio. El niño se soltó de los brazos de su madre y en unas cuantas zancadas llegó a las escaleras corriendo hacia su habitación como ordenó su padre, giró la vista levemente, observando cómo su madre seguía hincada sobre el piso de rodillas mirándole subir las escaleras, su padre, un alfa fornido con un tono de piel oscura a comparación de la lechosa de su madre y pelo blanco opaco, le miraba de igual manera esperando que Mark cerrara la puerta de su habitación para hablar con la mujer.

Mark siguió su camino escaleras arriba encerrandose nuevamente en el cubo blanco que era su habitación, se quitó el enorme abrigo de encima quedando con un suéter de manga larga y textura lisa, sus pantalones gruesos y los calcetines tras quitarse las botas se dió cuenta que estaban húmedas al igual que sus pies y sus calcetines, probablemente porque se colocó los zapatos después de meter los pies al río, jugando con Jackson. Se quitó estos últimos estando mojados y los dejó cerca de su cama hechandose sobre esta. Intentó escuchar más allá de lo que las paredes le permitían la conversación de sus padres de las que sólo sacaba murmullos sin comprender casi ninguna palabra.
Jaló las cobijas para cubrirse con el frío comenzando a invadir su cuerpo de un momento a otro. El cansancio fue ganando terreno y lo adormeció hasta que sus párpados, vencidos por el sueño, cubrieron sus ojos entrando en la oscuridad del sueño y quedándose dormido.

Piece Of Me - MarkSonWhere stories live. Discover now