Piece Of Me - MarkSon

04

Entre la brisa que golpeaba los árboles y el sol que comenzaba a asomarse por las montañas lejanas Mark fue entreabriendo los ojos, agotado pero tranquilo, era temprano y a pesar de estar desnudo en el bosque cerca de la nieve se sentía tan cálido y cómodo, el aroma a café tan cerca de su nariz era sumamente reconfortante y de cierta forma adictivo. Miró el pecho desnudo de su mayor bajo su cabeza, sintiendo como subía y bajaba al compás de su respiración tan tranquilamente, se acurrucó nuevamente sintiendose seguro de esta forma, tan seguro y feliz, tan querido y protegido a la vez, sonrió mientras colocaba su nariz justamente entre su cabeza y su clavícula. El mayor lo sintió y lo abrazó apretandolo contra su cuerpo de forma protectora, acariciando con sumo cariño y cuidado su cintura, besó su frente mientras despertaba y abría los ojos, sólo acariciando al menor con suavidad, sin decir nada que pudiera romper ese momento tan íntimo. Jackson pasó su mano a través de toda la espalda del menor hasta llegar a su nuca tomando entre sus dedos las hebras grises del cabello blanco de Mark y jugueteando con estas de forma tranquila, acariciando su sedosidad tan pura, el menor soltó un suspiro mientras se acomodaba entre los brazos de su mayor, sin querer salir de entre estos.

- Buenos días, Markitos.- Jackson dejó un beso sobre la frente del menor y fue bajando lentamente sus besos hasta rozar sus labios con los de este, uniéndose finalmente en un tierno beso, uno que ya no demostraba timidez o inseguridad, uno que de cierta forma confirmaba la realidad de la situación, la felicidad de ambos.

- Hola. - sonrió levemente y talló sus ojos bostezando.

- ¿Cómo sigue tu celo?- Jackson olfateó su cuello inhalando el aroma del menor, quién sumisamente dejaba al alfa olisquear toda la extensión de su cuello, el castaño se levantó con cuidado, pero de igual manera consiguió que Mark se sujetará con fuerza a su cuello y soltara un débil gemido sin querer alejarse del alfa que lo mantenía tan tranquilo. El castaño ante los actos del Omega lo tomó en brazos, levantandolo y caminando con este hacia la roca, dejandolo sobre esta sentado con cuidado, siempre envuelto en la manta de la noche anterior para que no pasara frío, pues el instinto protector de Jackson se intensificaba de una forma posesiva y cariñosa durante el celo del menor. Mark hizo un puchero y soltó un quejido sin querer alejarse del alfa, quién tocó su frente buscando medir si aún tenía fiebre. - aún tienes la temperatura alta y tu aroma es intenso y embriagante.

- ¿Y eso quiere decir qué..? - cuestionó Mark mientras temblaba intentando controlar todo instinto de su lobo, como Omega recién presentado tenía una gran necesidad afectiva y sexual por parte de su alfa, y Jisung decía claramente que Jackson era su alfa.

- Pues son buenas noticias, si estuvieras embarazado tu celo habría parado para hoy, pero por lo que se ve, tu celo sigue aquí, aunque se supone que los omegas son altamente fértiles el primer día y... - para este punto Mark habia dejado de escuchar a su mayor, dando toda una explicación minuciosa sobre el celo de un omega como todo un experto.- ... Entonces es extraño que con el 97% de probabilidad de embarazo no estés preñado y aún estés en celo.

El menor mordizqueó sus labios y apretó las mantas con sus manos hechas puño, quería seguir con Jackson por un largo rato y calmar su celo sólo con él, quería recuperar su ropa, no quería volver a casa, aún no. Aunque tuviera que escuchar las pláticas de su castaño, luciendose y presumiendo sus conocimientos en todo ámbito por sólamente ser mayor que él. Una sonrisa pequeña y brillante destelló entre sus labios iluminando el rostro del menor.

- ¿Que pasa? - preguntó Jackson sentándose junto al menor.

- Nada, me gusta escucharte hablar sabelotodo, tu voz me tranquiliza.- el peliblanco recargó la cabeza sobre el hombro de su mayor cerrando los ojos un momento, escuchando sólamente el fluir del agua del río, las aves volando por sobre los árboles, el viento moviendo las ramas de los mismos e incluso algunos insectos, sonidos tranquilos que sólo se podían apreciar en aquel lugar del bosque.