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Las lágrimas escurrian de sus oscuros ojos sin detenerse, veía con la vista nublada como la caja de madera era cubierta lentamente por la tierra y la nieve, los sollozos eran audibles, lamentos de muchos omegas y del mismo Mark, parado frente a aquel hueco que se iba rellenando lentamente al lado de su padre, ahogaba sus sollozos en lo más profundo de su garganta, sus hipeos lo hacían temblar indefenso, con la mente completamente en blanco, pequeños destellos de luz aparecían. La sonrisa de su madre, la calidez de su piel, su actitud protectora y agradable, sus ojos oscuros como la noche, su deslumbrante y larga cabellera grisácea, su compañía, sus atenciones, sus cuidados, las veces que jugaba al escondite por la casa con el pequeño Mark Tuan de 6 años, cuando se culpaba a si misma de travesuras del menor para evitarle regaños, cuando fingía no verlo salir por la ventana a jugar en la calle con otros niños, cuando se quedaba despierta de noche si Mark enfermaba, cuando le enseñó a leer y a escribir, cuando lo abrazaba y acariciaba su cabeza, cuando vivía a su lado.
Su pecho ardía de contener los sollozos, sus ojos no paraban de dejar salir amargas lágrimas que terminaban helandole las mejillas. Llevo las manos a su rostro, limpiándose los ojos con el dorso de la mano mientras sucumbía al dolor, dejando salir leves sollozos ahogados mientras sorbía por la nariz.

La ceremonia terminó y Mark se acercó al montículo de tierra que comenzaba a ser cubierto por la nieve cuando ya nadie estaba ahí, gruñó sintiendo el peso en su pecho, limpió las últimas lágrimas mientras dejaba una pequeña flor blanca sobre la lápida de concreto con el nombre de la mujer "Saeyang Tuan". Su nariz estaba roja al igual que sus mejillas, sentía frío, un frío inmenso, finalmente se levantó mirando tras de sí a varios metros como su padre lo esperaba, era conciente que debía cuidar de Mark aún con la partida de su Omega, el menor caminó a paso lento hasta los árboles nevados bajo los que el alfa lo esperaba, le dedicó una débil sonrisa mientras caminaba, dándole a entender que debía seguirlo.

El camino por aquel poblado semi desconocido fue lento y tedioso para todos los que velaron a la Omega, aquel gran hospital que había sido designado como refugio hacía casi una semana se encontraba frente a ellos con su imponente tamaño, donde cada alfa, omega o familia tenían una habitación, cuidado médico y comida.

Mark siguió el camino hacia su habitación mirando la mayo parte del tiempo hacia abajo, entrando y permaneciendo solo. NamJoon lo había dejado en la puerta del enorme edificio, excusandose al tener que marcharse con su hermano a discutir cosas sobre la guerra que estaba pronta a acontecer contra los lobos del bosque. Abrió la puerta de la habitación y entró en el cuarto oscuro con las cortinas cerradas, manteniéndolas asi mientras cerraba la puerta tras de sí y se tiraba en la cama, necesitaba desesperadamente algo que lo hiciera salir de la apatía en la que había entrado, quería ir a su pequeño pedazo de bosque con Jackson, quería sentir sus brazos rodeándolo, su protección y su cariño, necesitaba apoyo y sentía como cada día se iba derrumbando más, Jisung rara vez salía, últimamente su lobo se mostraba apático y cansado, vacío y agonizando en silencio, completamente entrado en una depresión inexplicable.

Se dejó caer con pesadumbre en la cama, la oscuridad de la habitación lo ayudaba a sentirse adormecido y fastidiado, se cubrió completamente con las sábanas en aquella cama, su respiración era el único sonido que podía escuchar mientras sus ojos se iban cerrando débilmente, volviéndose a abrir para ceder y acabar cerrándose por completo. Sus pesados párpados no le permitieron seguir pensando, su mente acabó vacía al igual que sus sueños.

Despertó sintiendo que sus ojos se habían apenas cerrado, habiendo pasado horas que percibió como minutos. Tragó saliva con la garganta y los labios resecos mientras sus sentidos iban respondiendo, el leve rumor tras las paredes era claro, el bullicio de aquel hospital era común y de cierta forma tranquilizante. Se estiró sentándose en la cama mientras bostezaba, los ruidos le resultaron cercanos, los pasos se aproximaban hasta llegar a la puerta.

Piece Of Me - MarkSonWhere stories live. Discover now