XXXII.

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Este capítulo tiene contenido sexual (no muy bueno) pero si no les agrada este tipo de escenas evita leerlo en el P.O.V. Hermione.

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P.O.V. Ginebra Weasley.

Mi corazón golpeaba con fuerza contra mis costillas, la adrenalina del momento baja poco a poco, dejando a su paso un temblor recorriendo mi cuerpo, unos mechones rebeldes cubrían mi rostro y el recuerdo de lo que hice dejó un pequeño retortijón en mi estómago... no me sentía así desde que... la verdad... nunca me he sentido así...

Reí descontroladamente, era una sensación tan nueva, fresca y muy gratificante, me sentía volar, aunque ahora no necesitaba de mi escoba, no entendía como pude vivir sin esto, ¿Cómo es que se le llama a esta sensación que no deja lugar a nada más en mi mente?

-Libertad.

-Si, libertad -dije con una sonrisa, la cual se fue evaporando al entender que alguien me había contestado a mi pregunta no formulada.

Me giré con miedo de ver a mi hermano parado detrás de mi, pero creo que eso hubiera sido mejor a lo que vi, nadie estaba en ese pasillo, ni un solo animalito, estaba en completa soledad en aquel lugar.

-¡Merlín creo que me estoy volviendo loca! -reí nerviosa por mi imaginación tan activa.

-Aun loca seguirías hermosa.

-Ok, basta ya, ¡Salgan de ahí o les juró que les voy a dar un golpe que los dejará sin descendencia! -grite furiosa con la broma.

-Esa es mi chica, aunque... yo si quiero hijos.

Me congele al darme cuenta de algo, uno en realidad estaba sola, dos yo conocía esa voz y tres... algo dentro de mi estaba cien por ciento segura de que esa voz estaba en mi mente.

-¿Quién eres? -dije con voz temblorosa.

-Tú sabes quien soy, y lo que soy,fuiste la primera en descubrirlo.

Camine un par de paso con un andar algo tambaleante, intentando que mi cerebro reaccionara, pero sus palabras resonaban en mi cabeza mareandome y hasta cierto punto asustándome, di unos últimos pasos antes de caer en la inconsciencia por la impresión.

-Mi amor.

Fue lo último que escuche y mi corazón se aceleró un poco, pero aun así la oscuridad me envolvió.

P.O.V. Daphne Greengrass.

El sonido incesante del tic-tac del reloj pone de mis nervios de punta, y esta cita me esta llevando más de lo necesario, no tenemos tiempo para esto, molesta y dispuesta a irme y\ reagendar otra cita tomo mi abrigo, cuando se abre la puerta dejando ver a mi cita del ministerio.

-Señor Weasley, empezaba a creer que tendría que volver otro día -dije con un poco de molestia impregnando mis palabras, al ver en sus ojos la sorpresa, tal parece olvido nuestra cita, sino fuera porque es urgente lo mandaría al carajo.

-Lamento la tardanza señorita Greengrass -dijo con una ligera sonrisa, aparentemente cubriendo su descuido, pongo los ojos en blanco una vez a soltado mi mano y me da la espalda -pero me alegra informarle que mi superior ha estudiado su caso y... tiene el completo apoyo del ministerio, además si su plan logra funcionar...

-Lo hará -lo interrumpí completamente segura de mis palabras y un tanto molesta por su falta de profesionalismo.

-En ese caso, aquí tengo actas firmadas que les darán el crédito y desde luego... su libertad -me extendió unos documentos con las actas que confirmaban lo que decía.

La última barrera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora