La última barrera.

Epilogo 2/2.

Epilogo 2/2.

P.O.V. Harry Potter.

Mire a mi alrededor con orgullo, esto era lo que estaba esperando desde que era un niño, un cielo despejado un jardín verde, el sol brillando en lo alto del cielo y las risas inundando el lugar, mientras estaba rodeado de todos aquellos que amaba, un día perfecto, un día con mi familia.

Los niños jugaban en el jardín de la mansión Malfoy, tratando de tumbar a Thomas, el hermano menor de Blaise, era una escena divertida, los pequeños diablillos Cassie y Nicholas Zabini lo tenían agarrados uno de cada pierna y le impedían avanzar, James estaba colgado de uno de sus brazos, mientras que Albus giraba de un lado al otro agarrado del pie de su hermano intentando tumbar a Thomas y bajar a su hermano, por último el pequeño Scorpius Malfoy está colgado del cuello del pobre Thomas que ya estaba tan rojo como el cabello de los Weasley.

El pensar en ellos me trajo un momento de remordimiento, pues ellos fueron los primeros en abrirme sus brazos y corazón, fueron mi familia durante muchos años, pero ni ellos ni yo estábamos listos para hablar sobre el tema que nos separó y por el momento lo aceptaba, aunque con algo de dolor.

-No te pongas así tesoro, o Albus llorará -susurró Pansy en mi oído mientras me abrazaba.

-Desearía que ellos estuvieran aquí -susurre con un nudo, tratando de calmarme, pues Albus era muy sensible con respecto a mi estado de ánimo.

-Dales tiempo, mi amor, solo eso necesitan y tu igual -besó mi mejilla.

Me gira a verla, estaba igual o más bella que hace unos años, era un sueño, no pude tomar mejor decisión en mi vida que el de seguirla, lucía un bello vestido holgado, pues estábamos esperando a nuestro tercer hijo, la noticia fue maravillosa, como dolorosa, después de todo nos enteramos el día después de nuestra boda y sus ''hermanos'' me dieron una buena paliza.

-Te amo -le susurre convencido, que pese a todo lo ocurrido, de otra manera no podría ser feliz.

-Y yo a ti -dijo con una sonrisa, antes de besarme, sus labios aún me hacían delirar, era una sensación embriagadora, que me aislaba del mundo.

-¡¡¡¡AAAHHH!!!! -se escuchó un grito y nos separamos, mirando como Thomas caía al pasto de cara y los niños reían victoriosos.

-Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja -la risa de Blaise no se hizo esperar, pero fue callada cuando Daphne pateo la pata de la silla de Blaise y este calló de espalda, ya que estaba con la silla recargada en una pared -¡Daphne! -se quejó Blaise desde el suelo.

Todos estallamos en carcajadas, ante la imagen de Blaise tirado y Daphne bebiendo tranquilamente su taza de té.

-Blaise cuantas veces vas a caer antes de que aprendas que Daphne no es una inocente palomita -se burló Theo, quien tenía uno de sus brazos sobre los hombros de Luna.

-Es Blaise, su inocencia es legendaria -se burló Draco, mientras tomaba su bastón y caminaba con calma hasta el jardín donde Thomas era aplastado por la masa de bracitos y piernitas que eran nuestros hijos -Ya dejen a Thomas, hay pastel -dijo Draco con calma y antes de que dijeras Quidditch ya estaban sentados en la mesa esperando su postre.

Mientras Draco ayudaba a Thomas a levantarse, Hermione y Luna servían los trozos de pastel en los platos de los niños, quienes tenían un brillo de emoción en sus ojos.

-Daphne tesoro, me quieres matar -se quejó Blaise levantándose del piso.

-No seas quejica Blaise, solo fue un golpe -dijo sin rastro de remordimiento, pero la sonrisa que se asomaba por su rostro era señal de que estaba disfrutando el momento.