Epilogo 1/2.

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P.O.V. Blaise Zabini.

Oscuridad, eso es lo único que me acompañaba desde que vi sus ojos perdiéndose en el dolor del hechizo, no pude quedarme ahí, el solo mirarla me torturaba, era demasiado para mi, así que cedí mi protección para que ella estuviera bien, aun a costa de que yo no saliera bien, ella era más importante que mi vida, y en esos momentos nada más me importo.

Ahora me importa salir de estas penumbras, pensé que estaba muerto, pero supe que no era así cuando sentí una descarga recorrerme, y luego esa sensación llego...

Dolor.

Miedo.

Frustración.

Molestia.

Todas y cada una de esas sensaciones era abrumadora, me sentía tan confundido, no sabía que pasaba, pero antes de poder profundizar en esa sensación, todo desapareció, así fue durante no se cuanto tiempo, pero luego esa sensación volvió.

Furia.

Preocupación.

Soledad.

Eran las nuevas sensaciones que me embargaban, aun confundido me concentre únicamente en eso, fue en ese momento que supe tenía que liberarme de mis ataduras.

-Estúpido, idiota, egoísta, ¿Cómo pudiste? Sabes que... eres mi mejor amigo, como se supone viva sin ti, sin tu compañía, tus consejos y tu raro e inusual sentido del humor, que me hace olvidar el asco que es mi vida... no pensaste en nosotros... te odio, te odio... maldito... vuelve a nosotros o te juro que... vuelve quieres... por favor solo... vuelve.

Al principio no entendía que era eso que escuchaba, pero luego lo supe, era la voz de Daphne, de algún modo pude escucharla, y sentí lo que ella sentía, en ese momento supe que no estaba muerto, pero tampoco estaba del todo vivo, tal vez estaba en un punto intermedio entre la vida y la muerte.

Desde ese momento comencé a lucha por librarme de las sombras, algunos días creía que lo había logrado, pero otros simplemente mi mente no daba para más, no supe cuanto tiempo pase usando hasta el último gramo de mi fuerza para salir, pero un día las cosas cambiaron.

Esa sensación volvió a mi, pero ya no era una sensación abrumadora, llena de tristeza y desesperación, ahora era algo más cálido, pero aún así no dejaba de tener un matiz triste y de entre la bruma solo pude escuchar algo.

Te amo... Lo siento.

No supe quien era, pero esa sensación se quedo conmigo durante mucho tiempo, parecía que ahuyentaba la oscuridad y fue entonces que lo supe... sin importar que, saldría de esta, por mis amigos, por mi... ojala también por ella.

******

-Buenos días, Blaise, hoy tengo mi cita con el medimago, ya sabre que será mi bebé, ojala estuvieras despierto para acompañarme, necesito el apoyo de alguien -escuche una voz muy familiar, pero ahora no era un pensamiento, ni había ese vacio -Bueno, será mejor que me vaya o se hará tarde.

Esa voz, era de...

-Daphne -murmure con un dolor intenso de garganta.

-¿Qué? -escuche unos pasos acercarse a mí -Blaise -susurro con miedo Daphne.

-Daphne -trate de hablar con más claridad, pero mi voz salió ronca.

-¡Por Merlín! ¡Un medimago, un medimago! -gritó a todo pulmón -Blaise -susurro y junto su frente con la mía y supongo lloraba por la humedad que comencé a sentir en mi rostro.

La última barrera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora