Les Pertenezco

Capitulo 25

             Entre las nubes oscuras se alzó la luna tan brillante y hermosa que volvía el Bosque un lugar completamente diferente.

Entre abrí los ojos y observé como las criaturas de este se acercaban con cuidado a nosotros. 

Mi corazón se detuvo algunos lobos me miraron a escasos centímetros apreté con fuerza la tierra bajo mi cuerpo.  Y los aullidos comenzaron.  Las lágrimas recorrieron mi rostro y me lastimaban.  Había llorado tanto que mi piel dolía de sobremanera.

Algunas criaturas como ciervos se inclinan mientras los lobos se despedían del que alguna vez había sido su Alfa.

El latido de mi corazón aumento a un ritmo rápido casi peligroso.  Cerré con fuerza los ojos y me aferre a la tierra bajo mis manos.

¿ Que había echo tan mal para perder algo tan importante ?

Me puse de pie entre tropezones y mi muñeca rota estaba negra he inchada. 

Sonreí ante Aiden había que seguir un camino y en este ya no lo vería más.  Me incline y me acerqué a la montaña de tierra donde se encontraba.

- Espero poderte encontrar en otra vida,  te elegiré a tí primero.  - apreté los puños con fuerza. - nunca fui la chica perfecta o correcta que esperabas, pero te juro que haré lo correcto.

Mis ojos miraron la luna.  Me arme de valor y di un paso atrás luego dos,  y por concecuensia me aleje de todo.

Camine deprisa por los arbustos los árboles daban un aspecto de terror en la noche.

Cuando el miedo invadió todo mi cuerpo corrí lejos,  los aullidos comenzaron a llenar el Bosque podía escucharlos en cada rincón.  Parecía que cobraba vida cada parte de este y también lloraba la pérdida de Aiden.

Caí al suelo y mordí mi labio, me levante de prisa y el sabor metálico lleno mi boca.  Podía sentir el peso en mi espalda cuando sabes que te observan pero no puedes girarte y tienes que seguí moviéndote.

Mi respiración era pesada y cada vez corría mas deprisa.

- Se que me estas siguiendo - grite a mis espaldas.

Un chasquido me hizo detenerme.  - Celine - por primera vez caí de rodillas y tome aire al mirar a Kate con Victor  en brazos.

- Que haces aquí - susurré sin voz.

- Estaba preocupada ha pasado casi un día y no sabia nada de tí o de Aiden.

- Debemos salir de aquí - me levante y la tome del brazo.

Sonreí a Víctor que me tomaba la mano,  Kate se detuvo y me miro - donde esta Aiden.
Negué caminando deprisa y arrastrándola conmigo y con Victor.
- Celine

- Esta muerto - dije sin más.

No  reacciono, no lloro solamente dejo que arrastrará con ella lejos del bosque.

Una vez que estuvimos a salvo en casa,  me cambie de ropa luego de un largo baño, la manada se desplegó para cuidar los alrededores. 

Víctor seguía jugando pues no entendía. Sonreí a este y camine a la sala donde Kate estaba en un rincón abrazándose a si misma. 

Las lágrimas corrieron por su rostro y las aparto molesta.

- Que haremos,  como saldremos de aquí. Celine...

Me llene de un valor que ya no tenía - lo se - susurré caminando hacia ella y abrazándola.

- Aiden esta muerto...

La mire por un momento, en algún punto Kate y Aiden habían tenido algo,  tan real como lo era la vida misma. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

- lo se,  lo se Kate...

Cuando callo la noche de nuevo y vi a Víctor y a Kate dormidos pensé en como estaría Aiden como había sido capaz de abandonarlo y dejar su cuerpo completamente solo.

Mi pecho se oprimio me recosté en el asiento y cerré los ojos.

Un golpeteo en la puerta fuerte y preciso me levanto,  camine a esta con terror. 

Al abrirla di un grito ahogado y mire al chico lleno de tierra y hojas secas frente a mi.  Su cuerpo tenía sangre y respiraba deprisa.

Nisiquiera me detuve a pensar y me lancé a sus brazos, me recibió con una sonrisa. Al entrar fue directo a los cuartos y reviso que todo estuviera bien, miro a Víctor y luego a Kate asintió y se giró quedando frente a mi.

- Dios mío - susurré mirándolo detenidamente. Sus labios tocaron los míos.

Me deje llevar y su cuerpo arrastro el mio. Nos alejamos cuando necesitamos aire.  Mi corazón latía deprisa.  Tomo una botella de agua y se la tomo con rapidez.

- llevo corriendo horas - dijo sonriéndome - creí que no te encontraría.

Asentí tocando su rostro - Aiden - sus ojos me observaron - no sabes cuanto te amo. 

Sus dedos recorrieron mis labios,  - pensé que jamás lo dirías.

Limpie mis lágrimas - todo lo que me diste lo cuide como si fuera mi mayor obsequio, te amo como no puedo amar a nadie más.  Por que nadie tendrá tu rostro, tu voz - acerqué mi rostro al suyo - nadie podrá respirar de la manera en la que tu lo haces.

Sus labios tocaron los míos,  y sus dientes los mordieron -  desearía poder cambiar el pasado y hacer que solo me amaras a mi. Pero por ahora debes salir de aquí cuando amanezca tomaras a Víctor y a Kate y te iras muy lejos Prometelo.

Negué tomando su mano con fuerza - no puedes pedirme algo haci.

- Celine tu no entiendes,  debes marcharte - negué aferrándome a el, su rostro se volvió molesto y sus ojos de lobo aparecieron.  - debes irte lo siento - me sostuvo con fuerza el brazo y negué,  no lo dejaría. Sus dedos recorrieron cada parte de mi rostro - debes irte y para eso debes abrir los ojos.  - sus ojos se llenaron de lágrimas - siempre estaré contigo,  pero ahora debes irte. - lo mire la sangre la tierra húmeda en su cuerpo el pelo mojado. Negué mirando su perfecto rostro las lágrimas cayeron mi cuerpo comenzó a temblar. Mi respiración se descontrolo y mire con nerviosismo a mi alrededor,  negué varias veces.  - lo siento tanto pequeña. - lo mire, su rostro se acercó al mio y sin verlo venir me grito con todas sus fuerzas - despierta.

Abrí los ojos y di un salto del sofá,  mi cuerpo temblaba y las lágrimas llenaban mi rostro.  Mi respiración era rápida. Mire la casa vacía y camine hacia el ventanal aun era de noche pero a lo lejos se podía ver ese momento en donde no es de día pero tampoco de noche ese perfecto segundo estaba a punto de suceder.

Me lleve las manos al pecho observé los lobos frente a mi atentos a cualquier cosa o problema.

Apreté los puños y camine al cuarto y me acosté junto a Víctor rodó sobre si y me abrazo con fuerza.  Le devolví el abrazo y mire el techo - jamas dejare que nada te pase - susurré dándole un beso a mi pequeño en la frente. - mama hará caso y te mantendrá seguro.

Kate camino al cuarto y me miro - puedo - sonreí y asentí, avanzo y se acurruco en la cama junto a nosotros - Celine algun día seremos libres.  - negué mirando el rostro de Víctor. - Aiden jamás volverá.

- Nadie es capaz de volver una vez muere y es enterrado - nos miramos.

- Pero es Aiden.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y los míos también - si eso sucede ya no estaremos aquí para verlo pasar...  - susurré con un nudo en la garganta.

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