14 - Siempre tú

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Y, aunque estemos lejos, todo avanza. Como debe ser, con la misma intensidad...

***

Atravesó la entrada de la casa, coronada por dos columnas estilo antiguo y una amplia escalinata de piedra antigua. Todo tenía mejor pinta desde que habían terminado las obras.

—¿La recuerdas? —le preguntó Seokjin. Tiró de su mano y la llevó hacia el interior de la casa—. Mandé pintar la balaustrada. Ha quedado bien.

—Es preciosa, la casa está totalmente restaurada.

Seokjin aceleró el pasó arrastrándola escaleras arriba.

—Vamos, So, quiero enseñarte algo.

Entró en una de las primeras habitaciones y, tras soltar su mano, corrió hacia el armario, luego volvió con un libro y la hizo sentarse a su lado en la cama.

—¿Lista?

—¿Qué es? —Soomin observó el libro y entrecerró los ojos—. Parece antiguo...

—Eres tú, So.

Se quedó petrificada. Frente a ella, aquel enorme álbum albergaba fotos de hacía más de diez años. Ella en el jardín de Eoduun bam con un vestido blanco y descalza; ella a los pies de la escalera de la planta baja jugando con una de sus muñecas; otra foto con Seokjin, ambos sentados en el jardín con Sihyuk al fondo con un muchacho de piel palida que parecía... ¡Yoongi!

—¡Dios mío! —susurró emocionada—. ¡Somos nosotros y Yoongi! —exclamó. Cogió el libro y pasó las páginas aceleradamente—. ¡Ah, Seokjin! —rio señalando una foto—. Este eres tú con Jimin.

Seokjin la observó sonriente. Ella no hacía más que pasar y pasar páginas embelesada con las imágenes que llenaban su retina. En otra foto aparecía sentada en la cama junto a él. Seokjin tenía el pelo más largo, y en las manos tenía un libro. Otra foto, con Yoongi al fondo rodeado de libros en una de las mesas del jardín, su padre fumando un puro muy cerca y ella con un pie en la piscina.

—¡Oh, qué ilusión! Creí que nunca tendría la oportunidad de ver a todos en aquella época. —Recordó la cámara Polaroid que Seokjin tenía por aquel entonces—. No recordaba tu cámara...

Lo abrazó con fuerza y volvió a mirar emocionada las páginas del álbum.

—¡Es maravilloso! Mira, Seokjin... Mírate aquí... Recuerdo ese día, esa ropa... Fue el día que me llevaste al club.

—Me alegro que te guste. Es para ti.

—¿De verdad?

—De verdad —contestó—. Tuyo.

—Mío...—susurró como si todavía no acabara de creérselo.

—Gracias. —Se aferró al álbum y luego lo miró con ternura—. Me has hecho muy feliz.

—Aún hay más.

Seokjin se inclinó y sacó una caja de debajo de la cama. Estaba eufórico...

Quitó la tapa de cartón blanco y destapó el contenido.

—¿Te acuerdas de ella?

—¡Oh, es la pequeña So!... La muñeca que compraste cuando...¡Creí que estaba en Eoduun bam!

—La misma. La guardo desde entonces. —Miró a Soomin con dulzura y se la ofreció—. Siempre la quisiste. Arreglé los tirabuzones, y el vestido de terciopelo solo tuve que lavarlo. Se conserva de maravilla.

Torments » Kim Seok Jin; BTSWhere stories live. Discover now