Give me everything (ADAPTADA)(Terminada)

Capitulo 33

Casi moría de aburrimiento de no ser por que llegó Diego. Había olvidado el incidente del noticiero hasta que mi hermano, como quien no quiere la cosa, preguntó sobre eso.

Diego: Ustedes dos salen o que Arely?-preguntó serio, enojado mejor dicho.

Are: Noo! ¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Manuel y yo no somos n a d a-remarqué la última palabra.

Diego: Entonces por qué saliste a correr con él?

Are: Simple cortesía, él me lo pidió y yo accedí, además de que pensé que tal vez podríamos llevarnos bien, pero en lo absoluto, con ese chico no me puedo llevar bien.

Hice cara de ofendida.

Diego: Ya te advertí sobre él.

Puse los ojos en blanco.

Are: Ya lo sé! ¿Tengo que afirmártelo 1O veces para que me creas?

Mi hermano ya no preguntó más sobre el asunto y agradecí intensamente por ello.

Mi novio (a escondidas) llegó a eso de las 8:OO de la noche. Su rostro parecía cansado, y su humor estaba pésimo.

Diego se había ido a su habitación a dormir pues el trabajo le había dejado deshecho. Manuel estaba ya en su cuarto y solamente quedé yo sola. Recogí los pocos trastes que habían sucios y de pasada le di una rápida limpiada a la cocina, cosa que era totalmente extraña en mí, solamente lo hacía para matar tiempo y que Diego estuviera lo suficiente dormido como para no despertarse en varias horas, luego iría con Manuel. Mi plan marchaba bien, así que fui sigilosamente a visitar a mi hermano, abrí la puerta cuidadosamente de no hacer ningún ruido y me asomé. No había señales de que se fuera a despertar así que cerré la puerta y me detuve frente a la de Manuel. Era extraño que yo quisiera entrar a su habitación en lugar de que fuera él quien quisiera ir a la mía. Estaba nerviosa y no sabía por qué, tomé el valor de tocar la puerta.

Manuel: Quién es?

Are: Puedo pasar?-respondí mientras movía mis manos en torno a la cerradura.

Manuel: Adelante...

Su voz era bastante cortante, casi igual a cuando se había enterado de que William y yo andábamos.

Abrí la puerta despacio, lo vi sentado en la cama, su rostro parecía distante; tenías puestos un bóxer y una playera sencilla para dormir.

Me senté a su lado.

Are: Te sucede algo?-pregunté después de unos minutos de silencio.

Manuel: No.

Are: No mientas, qué te pasa?-pregunté viéndolo. Tenía su mirada fija en la pared.

Manuel: No me pasa nada-subió su tono de voz-no entiendes?

Are: No desquites tu frustración conmigo-dije defendiéndome.

El silencio volvió a reinar entre los dos y el ambiente tenso no ayudaba para nada.

Volví a insistir.

Are: Enserio, por qué estás así?-Le tomé la mano que descansaba en su pierna y la junté con la mía.

Manuel: Siento mucho haberte gritado-me miró-tú no tienes la culpa de nada.

Are: Puedes decirme que te pasa? Me pones de nervios.

Manuel: Supongo que viste la noticia que salió sobre tu y yo en el parque.

Are: Ah, es por eso...-agaché mi mirada.

Manuel: A mí no me molesta en lo absoluto decir que tu y yo somos novios-se apresuró a decir-guardo discreción por qué me lo pides. Pero ese no es el punto.