2. Primer contacto.

1K 29 0
                                    

Pi pi pi pi. La alarma sonó a las siete y media de la mañana y en lo único que pense fue en quedarme cinco minutitos más en la cama. Lo que no sabia es que esos cinco minutitos se convirtieron en veinticinco, con lo cual eran las ocho menos cinco de la mañana y la universidad empezaba a las ocho y cuarto, eso quería decir que voy un poco, o bastante corta de tiempo. ¿quién dijo que maratón de Harry Potter el dia antes del primer dia de uni sería buena idea? Enserio voy a matar a Sam.

Pegué un salto de la cama y salí carriendo al baño. Una vez allí me lavé los dientes a velocidad de la luz, levanté la cabeza para mirarme al espejo se me escapó un pequeño grito al verme reflejada en él. Mi pelo que por lo normal solía se ondulado estaba hecho un asco, irreconocible, enrredado y enmarañado, es más, me recordó a un nido de cigüeñas. Lo unicó que conseguí hacer fue un moño alto, me solté algunos pelo cercanos a la cara para darle un look desenfadado.

Volví al cuarto y divisé mi ropa en la silla del escritorio, y le agradecí a mi yo del pasado por haberla preparado la noche anterior. El conjunto constaba de unos vaqueros claros y una blusa blanca con un estilo hippie que me encantaba. Me vestí lo más rápido que pude y seguidamente miré la hora en el reloj de mi muñeca, este indicaba las ocho y cuatro. Cogí la mochila y salí por patas. Lo bueno de estar en la décima planta sin duda eran las vistas, pero lo malo es que el ascensor solía tardar.

Mientras lo esperaba urgué en la mochila para encontrar el móvil y comprobar la hora otra vez, de paso encontré una máscara de pestañas un poco vieja, pero como decia Lisa: no había cara que un poco de rimmel no arreglara, y sin dudas estaba en lo cierto. Procedí a ponerme un poco hasta que llegó el ascensor y subí en el. Este se paró y la brusca parada hizo que pintara en todos sitios menos en las pestañas.
Procedí a salir pero choqué contra algo duro que hizo que cayera al suelo junto con mi móvil. Levanté la mirada y lo primero que vi fueron unos profundos ojos azules que me miraban con preocupación, entonces me invadió la vergüenza. Ese alguien me tendió la mano para ayudarme a levantar, cogí el móvil y el rimmel y acepté su ayuda. Una vez arriba divisé una melena rubia y otra vez esos enigmaticos ojos.

- Pardon- dijo él, indudablemente se habia disculpado en francés.

- No pasa nada, ha sido culpa mía que voy con prisas- dije rapidamente dandome cuenta de que posiblemente no me entendería.

-  ¿estas bien?¿te has hecho daño?- oh si, era francés, su acento le delataba.

- Si claro, estoy bien. Esto... adios, tengo prisa.

Salí pitando de allí mientras él recogia su teléfono que al igual que a mi se le habia caído.
Entonces empecé a correr porque sino, no llegaba. Por lo menos la universidad estaba cerca de la residencia, pensé para darme ánimos en la carrera. Por suerte llegué a tiempo y entré jadeando al salón de actos. Divisé a Samuel sentado por las filas del final y fui hacia allí. Sam me miró de arriba a abajo y no pudo evitar reirse.

- Estas horrible- dijo aguantandose la risa.

- ¿En serio?¡no me digas!- dije malhumorada.

-Parece que alguien se ha levantado con la pata izquierda.

-No, más bien me he depertado de un salto porque casi llego
tarde. Prometeme que no haremos más maratones de Harry Potter.

- No prometo nada.

Sonreí y presté atención al director que estaba dando la bienvenida como todos los años, después dió una charla que repite todos los años y presentó a las nuevas incorporaciones en el profesorado.

En ese momento mi cabeza desconectó y en lo único en lo que pensé fue en aquellos ojos azules que tuve el placer de contemplar esta mañana. La verdad es que el chico era mono y si era francés ya habia ganado otro punto.
Me pregunté si sería un estudiante de intercambio, que estudiara en mi misma universidad, aunque puede que fuera un turista ya que la residencia hospedaba a muchos. ¿Qué edad tendría?

Amor Por Despiste Where stories live. Discover now