Capitulo 15

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-Hey- Alcanzó mis pasos en el largo camino de piedras sin haberle visto de nuevo después de semanas sin hacerlo
-Bill- Sonreí brindandole un pequeño abrazo sobre sus hombros
-No tenía idea que te gustaba caminar en la orilla tan tarde-
-Creo que comencé a preferirlo- Reí -Es cuando puedo ver el estanque de peces en la orilla del río- Señalé el lugar -Salen por que ya no hay niños rondando alrededor- Bill miró con atención el amplio lago y tomé asiento en una de las pequeñas bancas marrones que adornaban el lugar bajo las estrellas.

Tomó asiento a mi lado ahogando un profundo suspiro.
-¿Qué pasa, gigante?- Mi preocupación era enorme y rió ante mi reacción, revolviendo mi cabello con gracia.
-Arruiné mi única cita que he logrado conseguir aquí desde que llegué-
-No lo entiendo, ¿Por qué?- Parecí indignada -Eres grandioso, Bill-
Bufó con gracia
-A veces no importa que tan especial eres- Elevó sus cejas y miré las estrellas por un largo momento hasta que él rompió el silencio.
-Pero ¿y tu?- Su pregunta me extrañó -¿Que hay de ti? ¿Qué historias románticas formaron tu personalidad de ahora?- Reí
-No es necesario una historia de amor para ser quién soy ahora-
Me miró excusandome
-Pero sé que la tienes-
Suspiré acomodando mis manos entre mis piernas
-Soy tan predecible- Él negó con gracia
-Hubo alguién- Asentí mirando la sombra de la luna sobre el agua
-¿Y qué paso?-
-Yo...- No sabía que responder y supongo que en ese momento, Bill lo entendió así que solo suspiré -Se llamaba Zachary, ¿recuerdas que me contaste sobre Suecia y el tipo de gente que había en ese lugar?- Asintió con atención -Bueno aquí también las hay- reí -Comenzarón a decir que Zachary estaba fuera de mi alcance. Él es un hombre increible. Es listo, atractivo, gracioso y talentoso. Y yo, solo soy yo- Reí elevando mis hombros un poco -Ya sabes, está fuera de mi alcance-
-Vió todo en ti que quizá los demás no-
No le miré
-Puede ser pero comencé a sentirme insegura y luego a comportarme enormemente idiota, de mal humor, no lo se, fue mi culpa, yo solo...lo heché a perder- Miré unos segundos la oscuridad -De verdad lo jodí todo-

Recordé la forma en la que Zachary me enseñó a amar.

Recordé como sus manos y sus labios encajaban perfectamente con los míos.

Recordé como meses después de que él ya no estaba ahí, intenté buscar a alguién. Pero nadie encajaba tan bien como él lo hacía conmigo.

Flashback:

-¡Vamos Elise se nos hará tarde!- Mi compañera de apartamento tocó la puerta interminables veces hasta que por fin logré salir y reí por que pareció que su mandíbula se había desprendido de su rostro.
-Ya basta, Grace- La empujé un poco hasta ambas bajar a la acera donde se suponía que aquellos muchachos nos esperarían.
-Jamás había estado en una cita doble- Tragué saliva y ella sobó mi hombro
-¿Estas nerviosa? Dylan dice que es un buen chico-
-No lo estoy- Acomodé mi cabello tras mi oído -Solo que nisiquiera recuerdo cual era su nombre-
-Ferguson- Grace sonrió y yo arqué mi ceja. Vaya nombre.
-Ferguson- Suspiré observando al auto que se estacionó frente a nosotros y como Dylan rodeó la cintura de Grace con el sentido de pertenencia.

Ahí estaba él tras su amigo. Se acercó un poco y ambos observamos a nuestros amigos tragandose a besos.
-Creo que será mejor que nos presentemos o ellos nunca lo harán- Dijo con gracia haciendome reír por primera vez
-Si, creo que es una buena idea- Extendí mi mano y él la tomó plantando un pequeño beso sobre ella
-Soy Ferguson-
-Elise- Murmuré -Elise Bee-
-Un gusto- Me dirigió a la parte trasera del auto cuando Grace y Dylan ya estaban dentro.

Dos horas después me fue mas difícil sostener lo 'galan y adulador' de Ferguson que a Grace borracha en el bar al cual nos habían invitado.

-Estuve toda la noche cuidandola por que el tonto de Dylan- Me detuve al ver que la atención de Ferguson comenzaba a dirigirse hacía el movimiento de una mujer que pasaba cerca de nosotros.

Y sucesivamente pasaba exactamente algo en cada cita que conseguía.

-Debería ir a...buscar los baños- Alexandra elevó sus cejas y en ese momento no logré entender hasta que ella se marcho y llegó a ocupar su lugar un hombre bastante alto y delgado, tan extraño a mi parecer que solo se quedó observándome ahí varado por un minuto entero sin decir nada.
-Soy Bladimir-
-Uh..- Dejé mi bebida a un lado y sonreí -Elise-
-Dame tu numero- Parpadee un par de veces para que la risa no me inundara
-Ah- No tuve idea de que responder a aquello -Si bueno- Tocí un poco -Creo que primero sería una buena idea que te invite un café-
Dije acomodando las cosas sobre la mesa y él me detuvo con sus palabras
-No, no, no tengo tiempo ahora- Me extendió un pedazo de papél y una plumilla que había sacado de su bolsillo.

Maldije a Alex cuantas veces pude al finalizar el día.

Después estuvo William Shatter que rimaba tan bien con William Shakespeare y en efecto, sacaba historias e historias por debajo de su manga sin parar de hablar la noche entera dejándome sin palabras.

Mike el 'famoso beater' de Los Ángeles que su ego iba mas allá que la excentricidad de James Hunt.

Luego estaba Anthony.

Quién mantuvo su mirada un par de veces a la malteada de fresa que comenzaba a derretirse con los minutos.

Un joven marin que semanas atrás había regresado de Vietnam.

-Un colado tropical, Julia. Por favor- Extendí el billete de 20 dólares y suspiré cuando la morena se había quedado sin cambio.
-Bueno entonces supongo que pediré otra...- No me dejó terminar cuando él se acercó pagándole a la mujer.
-Que sean dos, por favor- Sonrió con afán y tomé asiento en uno de los bancos rojos ochenteros que se hallaba frente a él

Días después nos encontrábamos bajo las sabanas compartiendo el poco calor que el invierno de Londres optaba por llevarse.

Con magia, solía contarme historias de la guerra que había combatido.

Y por primera vez, sentí de nuevo las ganas de escribir música para los demás.

Pero no duró mucho cuando volvió tu recuerdo de nuevo a mi cabeza. Cuando no podía recitar las palabras hacía él sin temer que tu nombre se escapara de mis labios.

Cuando comencé a darme cuenta que no era suficiente para nadie.

Y ahora empiezo a temer sentirme así por siempre.

-¿Lorraine?- Solía llamarme por mi segundo nombre cada vez que llegaba a casa.
Dejó el correó sobre la mesa donde yacía el café aun caliente, junto con leche y tres pequeños terrones de azúcar -¿Lorraine?- El sonido de sus botas contra la madera vieja del suelo era lo único que se escuchaba en casa esa noche.

Sus labios formaron una delgada línea al ver una habitación vacía y la carta encima del mueble de luz.

Los vestidos estampados con flores vintage ya no se encontraban ocupando lugar en el closet. Y todas las zapatillas con suela desgastada por las noches interminables que pasamos bailando esos últimos 3 meses, ya no estaban ahí.

'Querido Anthony.

No puedo creer que existan personas que sean tan gentiles como tu.

Me diste el afecto y amor que necesitaba sin pedir nada a cambio, ojalá encuentres en el mundo a alguien que merezca escuchar cada una de tus grandiosas historias que cuentas con devoción y amor cuando no puedes dormir.

Quizá en otra vida volvamos a coincidir y quizá en otra vida, yo no logre perderme como en esta.

-Con amor, Lorraine Bee."

Fin del flashback.

Hard to Love (Zachary Levi)Where stories live. Discover now