Capitulo 31

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Recorrí los pasillos y cada una de las puertas del hotel hasta llegar a su habitación, entonces fue ahí dónde escuché su voz tras la puerta, estaba bastante alterado.

Siempre estuve llena de curiosidad, excluyendo ese tipo de curiosidad que a tantas mujeres les da cuando escuchan a su marido o novio recibir una llamada o mensaje de texto. La diferencia aquí, es que él no era nada de eso.

Ignoré mi buen juicio y rogaba que la gente no pasara por ese pasillo.

-Sé que las cosas se complicaron- Era ella, por supuesto que era ella -Estaba tan inseguro de todo, mis padres llamaron preguntando por ti, debo llegar a casa, tengo que llegar y te prometo que cuando lo haga, voy a arreglarlo todo- Retuve el aire en mi pecho, esperando a que él dijera algo que le rompiera el corazón por mas egoísta que yo fuera, quería escucharlo decir que se quedaría conmigo. Y no podría volver.

Pero no fue así, no mas que palabras envueltas en romance y cariño como las decía conmigo. Incluso si estaba fingiendo.

Volví a la habitacion y las malteadas terminaron de derretirse sobre el buró de noche que sostenía la única lampara encendida en la habitación a las 12 en punto.

Mordí mis labios sin dejar de admirar los edificios en el exterior. Pude sentir el cansancio sobre mi cuerpo y parpados, tragué saliva al escuchar el termostato de la calefacción.

'Programa descanso. Mas espacio para tus pensamientos' llevaba impreso en tipografía cursiva azul el pequeño block de notas aún lado de la amplia cama.

Así que escribí hasta el amanecer, escribí y escribí sin poder detenerme.

'Debo llegar a casa, tengo que llegar y te prometo que cuando lo haga, voy a arreglarlo todo'. Esa oración durmió junto a mi. Y es como cuando una situación lo hace y entonces, tienes pesadillas con ello lo que resta de la noche.

Sé que Zachary me amaba, sé que hubiera sacrificado todo por mi, ya lo había hecho antes, ya lo había visto renunciar a todo por mi inseguridad y falta de amor. Sé que también jamás me diría que en realidad amaba a Jena con tanta fuerza, pero que necesitó esto solo porque por cualquier azar del destino, decidió que era hora de cruzarnos de nuevo. Quizá en realidad no necesitaba regresar junto a mi. Con la torpe e inestable Elise Bee que nunca intentó NO RENDIRSE en nuestro amor.

No esperé a que volviera. Nuestro viaje a New York había terminado de la forma mas abrupta pero hermosa posible, porque a pesar de todo, lo mejor al final del día fue que pude enamorarme de él una última vez mas.

Así que mamá llamó esa noche por papá.

-¿Elise cariño como te encuentras?- Sonreí levemente al escuchar su voz tan llena de inquietud
-Hey ma- Sobé mi cuello antes de poder empezar -Bien, bien- Pero no fue suficiente, mi garganta dolió y con mis lagrimas vinieron los bajos sollozos que alertaron a mi madre con la verdad
-Ay cariño- Sé que le angustiaba no poder estar ahí para mi y abrazarme, como siempre solía hacerlo cuando tenía dieciocho
-Lo siento, mamá, yo...no suelo ser de esa manera, sé que es una gran decepción y...-
-Bee- Habló tranquilamente -Deja de disculparte. A veces hija, es imposible esconderte toda tu vida de tu alma gemela y cuando ella te encuentra o tu la encuentras, lo que menos debemos hacer es disculparnos- Rió -Claro que las cosas no se hacen de esa manera, Elise- Limpié mis lágrimas -Pero eres mi hija y sé cuanto amaste a ese muchacho- Admitió -Y sé cuanto él te amó a ti, que ninguna persona de la faz de la tierra iba lograr evitar que ambos no hicieran lo que hicieron, mas estando juntos-
-No sé que hacer, mamá- Odiaba no poder controlarme
-Toma el último vuelo de New York a Los Angeles y vuelve a casa- Asentí -Dale tiempo a que resuelva su situación, cariño. Tristemente la atención que ahora tienen empeorará las cosas sí decides quedarte-

Hard to Love (Zachary Levi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora